miércoles, 8 de julio de 2015

[Sr. Azul] Tripas y Engranajes: Zapadores Cygnaritas

Buenas a todos! Estos articulos salian en la revista oficial de Privateer Press, No Quarter.  Como no quiero que se pierda el fabuloso trabajo de traducción que hizo en su día Agrivar, iré publicando poco a poco los que guardé en su día de un antiguo foro. Hoy traigo una de las unidades mas carismáticas del ejercito Cygnarita.







ZAPADORES CYGNARITAS

La naturaleza de la infantería ha evolucionado con el tiempo, adaptando lentamente nuevas armas y mejoras en el pensamiento táctico y las técnicas de entrenamiento. La mayoría de la infantería base de Cygnar es una mezcla deliberada de dos unidades trabajando juntas como un equipo integral: Fusileros y zapadores. Cada una representa una diferente senda de entrenamiento y juntas comprenden el grueso del potente ejército de Cygnar en el frente, los recios defensores vigilando las fronteras y presionando el ataque cuando se les ordena avanzar. Aunque los zapadores partieron de orígenes humildes o incluso deshonrosos, han ido superando desafíos cada vez más difíciles. Más que cualquier otro soldado, los Zapadores personifican el espíritu luchador Cygnarita y representan el rostro de la guerra moderna en los Reinos de Hierro. 

Zapadores en mitad de las tortas.
Algunos argumentarían que los Fusileros son el núcleo del Ejército Cygnarita, y ciertamente representan la mayor cantidad de soldados en campaña, pero los Zapadores son los músculos y tendones del Ejército, el tejido conectivo que los mantiene juntos y los pone en movimiento. Son los primeros en cada batalla, los hombres que deben aguantar el embate del primer ataque el enemigo, y se espera de ellos que sacrifiquen sus vidas para ocupar y mantener posiciones clave. Los Zapadores proporcionan a los Fusileros el tiempo necesario para que puedan efectuar sus mortíferas andanadas, abriendo brecha en las líneas enemigas desde la distancia.

Los Zapadores sufren bajas de forma continua durante los conflictos prolongados, desproporcionadas al compararlas con su número, un sacrificio que aceptan como parte del trabajo. De hecho, se sabe que se refieren a sí mismos con humor negro como “sepultureros.” Aunque muchos Zapadores serán enviados en ataúdes de regreso a su hogar para ser enterrados, el campo de batalla sigue siendo el mejor lugar para que un hombre o mujer de humilde cuna se gane el respeto de sus compañeros y se le proporcione la oportunidad de demostrar su valor en el combate. Esto ha sido tan cierto en épocas de “paz” como de guerra.

Para los estándares del ejercito Cygnarita moderno, los Zapadores no disponen de un equipo particularmente impresionante, teniendo los pertrechos más baratos de cualquier unidad, incluyendo a los más numerosos Fusileros. Esto no quiere decir que se les proporcionen armas de mala calidad, sino más bien que con frecuencia se espera de ellos que se las arreglen con equipamiento habitual, y sigan combatiendo incluso cuando las líneas de suministros están forzadas al máximo o cuando han sido desplegados muy por delante del ejército regular.

Su fusil militar es un arma fiable y de confianza que no ha cambiado significativamente desde que era portada por los hombres vistiendo el Cisne en la Guerra del Espino del 510-511 DR. Estos fusiles sacrifican algo de precisión a larga distancia a cambio de mayor potencia de parada, y se transportan más fácilmente por el campo de batalla que los enormes fusiles de repetición de los Fusileros. La habilidad de moverse rápidamente en batalla y una preferencia por llevar encima todo un repertorio de equipo para asegurar su autosuficiencia en el frente ha impulsado a los Zapadores a rechazar la tradicional espada pesada que ha sido el arma de combate cuerpo a cuerpo preferida por muchos soldados en Cygnar. En 580 DR, los Zapadores habían abandonado por completo las espadas largas a cambio del simple cuchillo de trinchera, una daga pesada adaptada para su rápida colocación como bayoneta para el fusil militar. El cuchillo de trinchera sirve bien para el combate cuerpo a cuerpo, y los Zapadores han practicado intensamente con estas armas. Están entrenados para, cuando están moviéndose contra el enemigo, descargar una andanada de disparos de fusil a medida que se aproximan, y luego realizar con sus bayonetas una carga aplastante contra la línea enemiga.
Zapadores exploradores.

De forma parecida, la armadura adaptado por los Zapadores ha sido un compromiso cambiante entre la protección, la facilidad de movimiento, y la necesidad de vivir dentro de una armadura durante periodos prolongados sin descanso. El papel de estos soldados es el de avanzar y cavar con sus palas de mango corto, asumiendo una posición baja para beneficiarse de la cobertura. Por esta razón llevan su armadura más pesada en la parte superior de sus cuerpos; esas partes visibles y vulnerables a los disparos enemigos mientras están atrincherados. Esto incluye un pesado yelmo, placas blindadas para los hombros, una placa pectoral, y brazales. El cuerpo inferior del zapador está más ligeramente protegido mediante rodilleras metálicas y un faldón de malla insertado en su pesadamente acolchado gabán, muy importante por el calor que proporciona en el frío y húmedo tiempo que estos soldados soportan durante periodos prolongados. La gruesa capucha puesta debajo del yelmo puede abrocharse para guarecer la cara del soldado en estas mismas condiciones.

Las herramientas características más famosas de los Zapadores son sus bombas de humo, un componente esencial de sus tácticas. Estos simples dispositivos contienen un par de sustancias alquímicas normalmente inertes que se mezclan para producir una gran cantidad de neblina oscurecedora. Las tácticas de ataque de los Zapadores consisten en arrojar bombas de humo para cubrir los avances hacia el enemigo, con el humo haciendo difícil el poder apuntar a un blanco antes de que los Zapadores alcancen una posición. Una vez se han parapetado tras una cobertura, puede emplearse más humo para cubrir el avance de Fusileros y otras fuerzas que avancen hacia el enemigo, al mismo tiempo que proporcionan fuego de cobertura con sus propios fusiles.

La creación de las unidades de Zapadores parte de una discusión dentro del ejército Cygnarita para intentar reconciliar las brutales necesidades de la guerra con su deseo de crear una fuerza de combate mekánicamente avanzada. En el 560, los Zapadores fueron propuestos como una forma de preservar las vidas y el costoso equipo de los soldados y caballeros de elite en el Ejército Cygnarita, facilitando al mismo tiempo la realización de atrevidos avances contra el enemigo. La idea consistió en preparar un grupo de despliegue de elementos de avanzada que recibirían un equipamiento fiable pero barato, y servirían como una fuerza de primer ataque de alto riesgo, compuesta por prisioneros alistados a la fuerza así como por soldados que iban a ser juzgados por insubordinación o problemas de conducta. Esta táctica fue propuesta durante el reinado de Vinter Raelthorne III, el rey “Corazón de Piedra”, que la consideró una solución excelente para varios problemas, proporcionando tropas de avanzada sacrificables sin romper la tradición Cygnarita de servicio voluntario. A los prisioneros les sería concedido un perdón si demostraban sus méritos en el campo de batalla, mientras que las unidades de primera línea servían tanto de disuasión como de castigo para el mal comportamiento.

Aunque no se produjo ninguna guerra formal durante el reinado de Vinter III, este fue un periodo de tensión y enfrentamientos crecientes a lo largo de las fronteras. Khadoranos como la tenaz Quinta Legión Fronteriza continuaron su campaña contra territorio Cygnarita que ya duraba décadas. Algunas de estas batallas fueron llevadas a cabo por fuerzas mercenarias, pero una gran cantidad de soldados Cygnaritas permanecieron en un estado de alerta a lo largo de las fortalezas fronterizas, involucrados activamente en pequeños pero brutales enfrentamientos contra el enemigo. Cualquier signo de autocomplacencia o debilidad podía invitar el ataque o la invasión, dado que Khador había demostrado su deseo por territorio en guerras fronterizas esporádicas contra sus vecinos sureños.

Los Zapadores pronto demostraron su efectividad en estas batallas. Estas batallas no registradas jamás fueron reconocidas por la corona, pero encontraron su camino hasta la opinión pública mediante relatos hablados. Debido a la naturaleza de criminal de los primeros “reclutas” de los Zapadores, fueron entrenados con una disciplina implacable y a veces brutal, que permitía los castigos más duros y unos ejercicios constantes. Aunque técnicamente estaba prohibido, no era infrecuente que algunos hombres fueran agotados hasta la muerte por estas exhaustivas prácticas, privados de tiempo para dormir o recuperarse de una enfermedad. Los oficiales asignados a los Zapadores pronto se dieron cuenta de que refinando este entrenamiento podrían convertir hombres en mejores soldados, incluso aquellos que habían sido previamente considerados como incorregibles o sin esperanza. La capacidad de disponer de una fuerza de combate con un equipamiento relativamente barato se volvió inapreciable a lo largo de las fronteras, y los generales expandieron rápidamente las compañías de Zapadores.

Incluso antes de la muerte de Vinter III, los Zapadores ya no se basaban en prisioneros alistados a la fuerza, sino que se habían convertido en una parte vital de la infantería. A medida que los hombres ganaban honores y cicatrices de batalla, obtuvieron un prestigio casi mítico, conocidos como aquellos con mayores probabilidades de participar en el combate y con mayor riesgo de sufrir heridas o incluso la muerte. Lejos de disuadir a los soldados jóvenes más idealistas y esperanzados, esta reputación provocó un aumento en el número de voluntarios. Los Zapadores se habían convertido en el servicio predilecto entre quienes estaban más ansiosos por ver un combate de verdad, un hecho que los ha animado a burlarse de los Fusileros y otras ramas del servicio como soldados de carrera más interesados en recibir la paga mensual y comer con regularidad que en la batalla.

El arduo y especializado régimen de entrenamiento para los Zapadores ha evolucionado con el paso de las décadas, convirtiéndose en algo único en el Ejército Cygnarita. Aquellos que se forman en sus filas se enorgullecen de las dificultades que han superado, y creen que su propio éxito es un resultado del crisol que los ha convertido en los principales soldados de Cygnar. Estos hombres y mujeres ocupan un lugar especial, uno que no está al alcance de cualquier soldado.

Con el estallido de la guerra, los campos de entrenamiento de los Zapadores han aumentado su número, a medida que la corona Cygnarita ha ido solicitando a sargentos y oficiales retirados que se reincorporen al servicio y ayuden con el entrenamiento. Estos campos de entrenamiento son especialmente grandes cerca de Punta Bourne, Corvis, Muro de Oriente, y Fuerte Falk. Las primeras fases del entrenamiento como Zapador dejan fuera a quienes carecen de la resistencia corporal o voluntad suficiente para soportarlo. Sin embargo, es un principio fundamental de los Zapadores que cualquier hombre o mujer puede ser convertido en un combatiente incomparable. Cualquiera que se quede y aguante puede convertirse en un Zapador, pero muchos alcanzan su punto de ruptura y prefieren abandonar. No hay ninguna deshonra en pedir ser destinado a otro sitio; muchos de los mejores Fusileros empezaron entrenando como Zapadores antes de darse cuenta de que no se trataba del lugar adecuado para ellos.

Este entrenamiento requiere tiempo, el cual a veces parece un lujo para los generales del ejército que están tratando con una guerra prolongada y intentando conseguir refuerzos para el frente. El entrenamiento como Zapador es más del doble de largo que el de los Fusileros; se trata de una larga combinación de maniobras, ejercicios, y brutales carreras de obstáculos. Los Zapadores deben acostumbrarse a marchar bajo una lluvia constante y arrastrarse por el fango con cincuenta libras de equipo sobre sus espaldas y los fusiles agarrados con las manos.

Incluso el ascenso como oficial entre los Zapadores se lleva a cabo de forma diferente que en otras ramas., ya que son ascendidos exclusivamente de entre sus filas. A cada oficial Zapador se le exige haber servido en una unidad en activo antes de que sus superiores lo seleccionen y lo envíen a una de las ramas de la Academia Estratégica para recibir conocimientos y entrenamiento adicionales. Estos cursos en la Academia están ligeramente más concentrados y abreviados que aquellos impartidos a otros oficiales, en el interés de devolver al frente a estos oficiales lo más rápidamente posible, pero esto generalmente significa que estos hombres y mujeres suelen ser más viejos y considerablemente más experimentados que los oficiales del mismo rango que sirvan en otras ramas.

Junto con aquellos escogidos personalmente para convertirse en oficiales, las compañías de Zapadores se enorgullecen de poseer la mayor tasa de promociones de campo; los sargentos excepcionales de vez en cuando son reconocidos y se les asciende al rango de teniente durante la batalla. Todos los mejores capitanes, mayores y coroneles de los Zapadores han ido ascendiendo de rango a fuerza de mérito y coraje en el campo de batalla en lugar de pagando comisiones o siendo un privilegio conseguido por su linaje noble. Un ejemplo de este tipo es el Capitán Maxwell Finn que lidera la altamente decorada 95ª Compañía de Zapadores acuartelada en Guardanorte – fue ascendido directamente a capitán tras la Batalla de Aliston Yard en 605 DR que siguió a la caída de Merywyn. Este fue un enfrentamiento tremendamente sangriento donde la 95ª demostró el valor y sacrificio de sus endurecidos soldados, perdiendo cuatro de cada cinco hombres en un caótico enfrentamiento a cuatro bandas contra fuerzas de Khador, Cryx, y el Protectorado a lo largo de un pantanoso terreno.

Aunque los Zapadores trabajan estrechamente con los Fusileros, se han mostrado desdeñosos con las ordenes de caballeros “de elite”: los Caballeros de la Espada, los Espadas Tormenta, o la Guardia Tormenta. Estos son considerados como hombres acostumbrados a los privilegios y que dependen demasiado de su caro equipamiento. Las compañías de Zapadores se esfuerzan en ser los primeros en la batalla bien por delante de los caballeros, y disfrutan burlándose de ellos cuando estas figuras en armadura llegan finalmente. A pesar de estos roces, en último término estos soldados trabajan juntos, tanto la infantería regular como la blindada, para llevar la batalla a los enemigos de Cygnar.

Los Zapadores están decididos a seguir siendo los mejores, aunque algunas veces son introducidos dentro de otros servicios como el Cuerpo de Reconocimiento Cygnarita. Desde su inicio más temprano, los Zapadores han reconocido a los mejores tiradores entre sus filas, animando a estos hombres a recibir entrenamiento adicional que los haga más efectivos disparando con precisiópn a larga distancia. Ciertos individuos son seleccionados para esto durante el entrenamiento inicial, pero otros son reconocidos en el campo una vez sus habilidades han sido demostradas contra el enemigo. Los francotiradores son condecorados con insignias de mérito y reciben costosas miras para fijar a sus fusiles, proporcionándoles una mayor precisión a larga distancia. Estos hombres disfrutan provocando a los Fusileros en particular, reconociendo que sus rivales los superan en velocidad y cantidad de proyectiles disparados, pero afirmando que ellos hacen que cada bala cuente.
Semos los sapadores sisnaritas...la flor i nata de signar!

Aunque los Zapadores están perfectamente cómodos con su equipo básico, la escalada de la guerra con Khador ha hecho llegar armas adicionales a sus manos. La más significativa ha sido la poderoso Arma de Cinta, un arma fija que utiliza una secuencia rotatoria de cañones y munición de cartuchos alimentada por cinta para conseguir una cadencia de fuego sin precedentes. Estas armas de cinta son especialmente útiles para mantener posiciones clave y cuellos de botella, haciendo pedazos a los enemigos que intenten acercarse. La plataforma del arma está construida con gruesas placas blindadas que proporcionan protección para el artillero contra el enemigo aproximándose.

Las cintas de munición para las armas de cinta están especialmente preparadas, utilizando cartuchos pre-embalados insertados dentro de camisas de bronce, con una zona abierta en la sección posterior izquierda dejando espacio para que el percutor del mecanismo de disparo pueda penetrar y combinar los paquetes de pólvora explosiva. Caspia ha emprendido esfuerzos para automatizar este proceso para una producción más rápida, pero la calidad se resiente, y el embalaje a mano es preferible. Debido a la cantidad de proyectiles disparados, la pólvora utilizada en estas cargas debe ser de calidad superior, capaz de arder de una forma especialmente limpia para mantener los cañones libres de residuos peligrosos. La multitud de cañones ayuda a solucionar este problema, así como lo hace el mantenimiento continuo efectuado por la dotación del arma de cinta, apodados “cinteros”, que mantienen el arma y las cintas de munición listos para el combate.

Los Zapadores están aquí para quedarse, y se han convertido en el pilar del esfuerzo de guerra Cygnarita, suplantando completamente a tipos anteriores de infantería. Cygnar está ansiosa de entrenar tantos hombres y mujeres como sea posible para esta tarea, y parece probable que muchos “sepultureros” obtendrán su oportunidad para la inmortalidad mientras se enfrentan al peligro constante lejos de su hogar en las líneas del frente.

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ARMA DE CINTA DE LOS ZAPADORES



Una pieza de equipo radicalmente innovadora, el arma de cinta de los Zapadores se basa en los principios inventadois por el siervo de guerra ligero Centinela. Una dotación de dos hombres es la preferida para operar esta plataforma de disparo semi-portátil. El aparato de disparo rotatorio multi-cañón y sus trípode son pesados y voluminosos, ocupando un cuadrado de cinco pies, y normalmente necesitan de dos personas para ser movidos adecuadamente. Lleva una acción de turno completo el situar el arma de cinta y prepararla para disparar; no puede ser utilizada como un arma sin haber sido preparada previamente. Manejar un arma de cinta preparada ocupa una acción gratuita. Se trata de una acción dse movimiento que permite a alguien más la utilización del arma, y sólo una persona puede manejar el arma de cinta en un asalto dado.

La ventaja más significativa del arma de cinta es que se puede ser disparada repetidamente sin necesidad de recargarla hasta que la cinta de munición ha sido agotada (una cinta de munición completamente cargada contiene 14 cartuchos). 
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Saludos!!!!!

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