viernes, 14 de febrero de 2020

[Eddie Cabot] Warhammer y el Sexo

"Recuerdo cuando iba a la disco, allá por el pleistoceno más o menos. Oscuridad, chunda chunda, y fauna de variada variedad. Al volverte un habitual empiezas a recordar las caras y a identificar comportamientos, y te encontrabas con que había quien se lo pasaba regular, el que se lo pasaba bien y el que se lo pasaba mejor que todos los demás juntos.

Jamás envidié al tipo ese que siempre era el centro de la fiesta porque conocía a la pipol importante, ni al tío que invitaba a todos sus colegas a cubatazos porque le sobraba el cash, tampoco envidiaba al tipo que se iba todas las noches con una churri o dos diferentes para casa, ni al moderno de mierda rodeado de gente sin personalidad adulando su inagotable capacidad para ser una eterna víctima de la moda.

Sí había alguien al que envidiaba, era al flipao que se pasaba toda la noche bailando sin parar, aunque lo hacía de puta pena, con los ojos cerrados, completamente metido en su mundo y dándolo todo. Porque ese tío sí que se lo pasaba bien con independencia de a quien conociera, o como se diera la noche. Allí donde estés... vuelve, te hecho de menos."




Bienvenidos a la casa de la doble moral, donde está bien desnucar con un palo, pero mal derrotar con un beso. Hoy hablaremos de Warhammer y el sexo. O más bien la ausencia de sexo. Y es que en un universo donde mueren millones de seres vivos por minuto, alguien tiene que meter el pizarrín en algún momento para reponer las bajas, o las cuentas no salen.

CON GW LAS CUENTAS NO SALEN NUNCA (Salvo a la hora de pagar...)

En términos prácticos y con el sentido común en la mano, el sexo aquí no pinta absolutamente nada. Tanto en su versión de fantasía como la futurista, Warhammer es un juego de muñequitos que matan a otros muñequitos de un millón de formas diferentes. No hay cabida para esas cosas, porque el juego representa batallas a través de una estética fantástica. Pero en lo que a trasfondo respecta, con el devenir de los años ha experimentado un proceso de auto-censura constante que ha alterado su propio canon. Y quien dice alterado, dice pisoteado.

No te muevas. Solo te va a doler el primer pisotón. Los otros siete no los vas a notar.

El juego siempre ha necesitado de su parte narrativa, y en más que muchas ocasiones ha sobrevivido gracias a ella. De lo contrario, no sería más que dos tipos gordos, jugando con un montón de muñequitos sin pintar, mientras tiran dados y discuten de reglas. Al final esto no sería nada sin su historia, es necesaria para poder meterse dentro del ambiente y fliparse un poco. Con esto en mente, los mini-relatos de los libros de reglas y las historias de las novelas se convierten en algo mucho más que imprescindible.

ME PREGUNTO MÁS QUE MUCHO DE QUE VAN ESAS NOVELAS

Pues no pueden ir de otra cosa que de guerra. El juego se llama Warhammer, si se llamara Lovehammer lo venderían en los sex-shops. En las novelas tenemos representados conflictos de todo tipo, grandes, pequeños, muy grandes, de tamaño absurdo. Historias cargadas con toneladas de violencia, sacrificio personal y citas famosas adaptadas a las necesidades del autor. Como "Prefiero morir de pie dentro de mi servoarmadura, que vivir arrodillado ante los dioses del caos" o "Envié a mis ejércitos a luchar contra los hombres, no contra la disformidad" o "Si le das un rifle laser a un hombre matará durante un día, pero si le das un bolter matará durante 100 años" y cosas por el estilo.

"No estoy atrapado en el universo con los dioses del caos, ellos están atrapados conmigo"

Pero los autores, que no son tontos, precisan de hablar de otras cosas en las novelas. De darles profundidad a los personajes, de hacerlos tridimensionales y para ello es necesario que hagan otras cosas además de luchar y matar. Seamos francos, una batalla de 900 páginas puede molar mucho. Pero al final sería aburrido de cojones. Lo que hace que no te cortes las venas o tires al libro al retrete son los lapsos en que la gente está haciendo cosas tan cotidianas como comer, hacer ejercicio, consumir cafeína, jugar al ajedrez, charlar o chingar.

¿CHINGAR? DE ESO NO HAY EN MIS NOVELAS

Pués entonces es posible que lleves poco en esto hamijo. Si hablamos de Age of Sigmar, al ser trasfondo de después de los dolores, tienes tantas posibilidades de ver una teta como en una concentración de esquimales durante una tormenta de nieve. Pero las novelas viejas, enfocadas sin duda alguna a un público más adulto, contenían desnudez, sexo, sexo no consentido, sexo extramarital y sexo por dinero. ¡Y todo en la misma novela!

¡¡No quiero verlo, pero no puedo dejar de mirar!!

 En las viejas novelas de Felix y Gotrek, había prostíbulos por todas partes, cultistas que se frotaban lascivamente contra sus enemigos, chicas que correteaban desnudas por el bosque y el Felix de tanto en tanto pillaba cacho con alguna moza de buen ver, o una noble Kislevita o un par de leñadores que lo ponían mirando a Cuenca.

Que nadie se asuste. Gotrek impide que pase lo peor. Más que nada porque el Felix no quería. Que si hubiera querido experimentar, tampoco habría sucedido. Una cosa es que hubiera sexo de vez en cuando, pero homosexo... eso jamás. Hasta los elfos eran unos machotes acabados, el Tyrion se ponía las botas con la Reína Eterna y el moñas del Teclis tenía dos bellas "asistentas" gemelas que tenían a bien calentarle la cama todas las noches.

"Bienvenido a cada Teclis-sama, te hemos preparado la cena y un baño caliente.."

Ni siquiera en el despiadado y oscuro universo del cuadragésimo primer milenio había algo semejante. Uno diría que después de 40 y pico mil años la humanidad estaría más evolucionada. Pero no... sigue siendo bastante retrógrada. Por eso niños y niñas los Ángeles Oscuros tienen un secreto terrible y secreto que jamás de los jamases podrán revelar.

EN EL GRIMDARK SOLO HAY GUERRA, NO SE CHINGA

Bueno, eso no es del todo correcto. Como pasaba con las viejas novelas de Warhammer de Felix y Gotrek, en las novelas de los Fantasmas de Gaunt de tanto en tanto alguien pillaba cacho. Casi siempre el Gaunt, que era un tío apañado con modales de caballero. Pero otros como el Rawne o el Caffran de tanto en tanto también mojaban el churro. O el caso atípico de Bril Milo, involuntario grumete del regimiento y soplador de gaita oficial. Al que le gustaba de ver entrenar a sus compañeros sudorosos, y le encontraba más atractivo a las mujeres con el pelo muy corto, seguramente por eso lo sacaron de las novelas por la parte de atrás con extrema vehemencia.

"Empiezo a pensar que fue mala idea pellizcarle el culo al Comisario..."

Y si en el Fantasy era poco creíble que todo el que va a la guerra practicara el celibato, en el 40K que los muertos diarios se cuentan en millones es imposible mantener los números si alguien no está todo el día empujando y trayendo nuevos humanos al mundo. Los Orkos se reproducen por esporas y los Tiránidos tienen sus bio-maquinitas para crear monstruitos a porrillo. Los Necrones se reconstruyen incontables veces y los Demonios emergen de la disformidás sin más para arrasar con todo.

¿Pero que pasa con los humanos? Vale, son la raza más extendida. Pero están constantemente pegándose con todo lo que se mueve, incluso entre ellos mismos porque hay sistemas enteros que se declaran en rebeldía contra el Imperio o se pasan al caos. ¿Y los Tau? En serio. Por mucho que se hayan expandido solo tienen unos pocos planetas. Y NO han ganado todas las batallas. También les han dado en el boquino más de una y más de dos veces. Así que... o hay mucho butanero espacial encargándose en casa de las mujeres de los soldados, o GW no tiene ni puta idea de lo que hace cuando escribe.

LO PRIMERO ES MÁS SEXY, LO SEGUNDO MÁS PROBABLE

Lo peor del caso, es que el tema no se quedó ahí. El ataque absurdo de santurronería siguió avanzando paso a paso de forma inexorable y acabó afectando a las miniaturas. Pero no en el sentido que todos esperarían, porque puedes tener miniaturas forradas de craneos, vestidas con capas de piel humana, devorando los restos de algún enemigo caído, portando un cadaver empalado en una lanza, incluso haciendo equilibrios sobre a una pelota de playa. Pero como se te ocurra esculpirle una teta, que dios se apiade de tu alma, porque el comité de censura caerá sobre tí con toda la fuerza de mil naciones y las collejas taparán la luz del sol.

"Entusiastas del hobby aleccionando a un jugador que le esculpió tetas a un Marine Espacial"

Cuenta la leyenda que así es como desaparecieron del catálogo las Diablillas de Juan Díaz. Que siendo rigurosos, no se parecían a la su descripción clásica. Ya que las Diablillas son demonios hermafroditas, mitad hombre/mitad mujer, feos como un pecado pero con unas voces celestiales y un intoxicamente aroma almizcleño que desarma a hombres y mujeres por igual, haciendo que caigan rendidos ante dichos demonios solo para ser despedazados segundos después.

Como las Sirenas, pero cambiando el olor a almizcle por el de la merluza fresca.

Las Diablillas de metal de Juan Díaz tenían de 2 a 6 pechos por miniatura, manos rematadas en garras y para que nos vamos a engañar, eran bastante monas. Ahora las podéis conseguir por un precio desorbitado en internet, o comprar las de plástico que son más feas pero más fieles a la descripción del libro y son medio hombre, medio mujer y medio aborto de piraña. Por cierto, a ver si adivináis que pecho es el que va tapado de los dos. Correcto, el de mujer.

LA CULPA ES DE LOS NIÑOS, QUE HAN CONVERTIDO EL WARHAMMER EN LOS TELETUBIS

Si me dieran un euro cada vez que alguien ha dicho la frase de "GW cada vez enfoca el warhammer más para los niños..." seguramente tendría pasta para fundar mi propia empresa y hacer un juego de miniaturas para adultos, cargado de tetas, cuero, sado y que solo podría venderse en establecimientos autorizados a mayores de 18 años, o mayores de 16 acompañados de sus padres. Pero claro, nadie te da un euro cada vez que alguien suelta una obviedad, así que seguiré siendo pobre unos años más.


"¿Me da dos euritos para un Mortal Realms?"

Hay algo de verdad en esa frase, y digo algo, porque si bien son los adultos los que pueden pagar los precios de GW. Al final son los niños los que tienen tiempo para pintar y jugar. Y cuando digo esto, creo que es algo por lo que hemos pasado todos. Cuando teníamos de 16 a 18 y tardes enteras para jugar a rol, warhammer, pintar miniaturas o cualquier otra cosa que se os ocurra, no teníamos dinero para costearnos el hobby porque no trabajábamos.

Ahora que si somos algo más solventes y podemos darnos un capricho de tanto en tanto, lo que no tenemos es tiempo, o no podemos cuadrar nuestras agendas con las del resto de viejunos. Así que el cliente al que siempre apunta GW es a ese crío que SÍ puede disfrutar del juego, respaldado por el padre/madre que puede pagarlo. Así que si las ventas buenas están en ese equipo, y si a mamá le puede hacer poca gracia que una miniatura vaya vestida con una capa de piel humana o sostenga con la mano una cabeza cortada, como vea por ahí unas tetas al aire, esa miniatura no la va a comprar por miedo a que perviertan a su niño.

"Y puestos a pervertir niños, yo me iría a por Macaulay Culkin..."
Diga que sí señora. Su niño está más que preparado para ver a un Marine Espacial practicándole una apendicectomía a un Orko con una espada sierra. O a un Demonio de Slaanesh fabricarse un arpa con un cuerpo humano todavía con vida. O a un puñado de Devoradores comiendose a mordiscos a un pobre Guardia Imperial. Pero nada de sexo por dios. Que luego el puto niño pregunta cosas y no sabe una que contestar. Esas cosas que las aprenda en internet.

O EN LA COPIA DE 50 SOMBRAS DE GREY QUE MAMÁ GUARDA EN LA MESITA DE NOCHE

Y hasta las reglas han sido modificadas para quitarnos la broma fácil. ¿Os acordáis de cuando los tanques y bípodes tenían diferentes valores de blindaje? ¿Y la eterna broma cuando el ataque entraba por detrás? O cuando los asaltos se resolvían con la unidad perdedora huyendo y siendo atrapada en la persecución. Había muchas risas cuando los que te atrapaban eran una unidad de Marines Ruidosos. Por aquel entonces, la marca de Slaanesh significaba algo...

Bueeeno, supongo que me puedo dejar atrapar un rato, hasta la hora de la cena.

 Ahora pegarle a un Dread con un puño de combate en el ojayo ya no hace risa. Y nadie persigue a nadie en las peleas. La gente va andando de aquí para allá. Y se saludan cortésmente antes de hacerse trizas los unos a los otros con hachas y espadas. ¿Que le está pasando a este juego? Antes molaba. Ahora es todo guerra limpia, bombardeos tácticos y Robote Guilliman en lo alto de la colina bailando como Tony Manero y alimentando con su aura a todo el ejército.

La censura ha convertido las tardes de juego en reuniones paroquiales, donde todo el mundo se escandaliza cuando le pintas de color carne las mallas ceñidas a las miniaturas femeninas. "¡¡Por dios, como le haces eso a la miniatura, están mis hijos por aquí!!" Venga ya. Los Tiránidos y los Demonios van todos en pelotas y no he visto a nadie poner el grito en el cielo. Bueno, igual alguien lo ha hecho, pero ya debe haber muerto de estupidez profunda. Un poquito de flexibilidad por favor.

Y A LOS PELIGROS DE LA FLEXIBILIDAD HEMOS LLEGADO

Vale, tampoco nos volvamos locos. Una cosa es tener dos o tres miniaturas que enseñen un poco de carne, o demonios de la lujuria y en desenfreno que de verdad representen visualmente los conceptos. Y otra es que se nos vaya la olla y le pongamos a todo tetas de masilla verde, o peor todavía, manojos de cimbreles tentaculares de tamaño imposibe a lo Urotsukidoji.

Uno de sos días en que no puedes salir a la calle sin paraguas ni vaselina.
Para todo hay un equilibrio y un punto intermedio. Erotismo sutil = bien. Tetas de masilla verde = chungo. Manojo de cimbreles = coge hora con el psicólogo. Siempre que tengáis dudas de si se os está yendo la mano con el pintado o las conversiones de vuestras miniaturas, recordad pedir consejo a vuestros colegas. Pero si son vuestros colegas, serán también unos cafres sin remedio, así que recordad las tres leyes de oro.

Un ejército de miniaturas es políticamente incorrecto si...
-No se lo puedes enseñar a una mujer
-No se lo puedes enseñar a un niño
-No se lo puedes enseñar a un representante de la ONU

En caso contrario, tendréis que auto-censuraros o en su defecto no juntaros nunca jamás con mujeres, niños, ni representantes de la ONU. Aunque teniendo en cuenta, que lo más cerca que he estado de un representante de la ONU es aquella vez que fuí a pedirle un autografo a Koffi Annan pensando que era Morgan Freeman, no debería preocuparme demasiado.

¡Joder!, Si es que son clavados. Como para no confundirse.
Y para todo lo demás, nos queda el fanfiction, el 4chan y el Rule34. Acordaos de borrar el historial de internet y las coockies antes de prestarle el portatil a vuestra pareja. Y si llega el día en que os pilla, tened a mano un calendario de gatitos y una peluca de hermana de batalla, en función de como reaccione podréis hacer muy buen uso de alguna de las dos cosas.

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Y hasta aquí la turbo-parida de hoy. En la próxima entrega, 20 juegos wargames eróticos a los que jugar con tu pareja en los que te va a dar igual perder, porque todos acaban igual. Saludines.

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