viernes, 27 de octubre de 2017

[Eddie Cabot] Desmontando a los Primarcas - Capítulo 15 - Magnus el Rojo

""Dicen que Rey solo hay uno, pero no es cierto. Hay más reyes de los que puedes contar con una bolsa llena de dedos cortados. Tienes al Rey de la Selva, al Rey de los Precios, el Rey de las Camas, el Rey del Pop, el Rey del RockanRoll, el Rey Kong, el Rey de los Cielos y su hijo el Rey de Reyes, el Rey de los Ladrones y el más extendido el Rey de su Casa.

Todos llevamos dentro un pequeño Rey de la Casa, un gobernante duro pero justo, que se apodera de la parte más cómoda del sofá familiar y lo ocupa con porte y sabiduría, eligiendo siempre con responsabilidad la emisora que se ve en la sala del trono, a la que llaman coloquialmente comedor. 


Pero si en tu casa el lugar más cómodo del sofá lo tienen los gatos, y el canal lo elige la reina, no te desanimes. No eres menos Rey por ello, simplemente eres como Stannis Baratheon. El verdadero Rey de Poniente...""

Bienvenidos una vez moar a la casa del conocimiento, si siempre has querido conocer los secretos del universo, si tienes preguntas que nadie puede contestar, si crees  que Iker Jimenez en realidad es George Tsoukalos afeitado y con el pelo limpio, si opinas que nada es sagrado y no hay secreto a salvo de tus ansias de sabeeerrr... has venido al lugar adecuado.

ME PREGUNTO TANTAS COSAS EN LA VIDA

Eso es bueno, pero solo hasta que empiezas a encontrar las respuestas a esas preguntas y descubres que en el fondo no lo querías saber. Y es que la ignorancia es la clave de la felicidad, la búsqueda del conocimiento no trae más que tragedia y pesar. Un poco lo que le acabó pasando al ilustre de hoy, a quien su búsqueda de los misterios del universo condujo a su perdición y a la de sus hijos. He aquí la triste historia de Magnus el Rojo.

¡Magnus! ¡He dicho Magnus! ¡Tú a lo tuyo, niño pijo!
Además Magnus es uno de los personajes más trágicos de entre todos los Primarcas, siempre pensamos en el como en lo que podría haber sido, en como habrían ido las cosas si las partes implicadas hubieran pensado 10 segundos antes de tocar el botón de "destruir". Es un personaje que da un poco de penita, porque no es realmente malo, es un incomprendido, y no incomprendido en el estilo de Kurze del que nadie aprecia su decoración de interiores a base de pedazos de humanos.

CON EL VIAJE AL PASADO NÚMERO 100 TE REGALAMOS UN ARCA DE LA ALIANZA

¿Que sabíamos de este hombre en los tiempos bárbaros? Pues como pasa con todos los Primarcas del Caos... no mucho. Pensad que mientras que los leales tenían varios Codex, los del Caos tenían uno para todos, y eso suponía en meter unas pocas líneas para cada uno. Además lo poco que había escrito era más relativo a las legiones que a los Primarcas, después de todo estos últimos no los ponían a la venta.

Como le pasó a los otros 3 Primarcas del Caos, le sacaron una miniatura horrible para Epic 40K, aprovechando que les permitía esculpir a escala una miniatura bastante grande. El colega era más alto que un Baneblade, pero no tenías que alquilar a un porteador para transportarlo como pasa ahora con el de plástico.

Hay un detalle que me hace mucha gracia del pintado de esa miniatura. Y es que Magnus el Rojo iba pintado de color Azul. ¡Locurón! Tiene sentido porque su Legión iba pintada de azul y de esa manera no desentonaba. Algo que han corregido con el pintado de la miniatura nueva, que mantiene su color rojo y su pelazo pero pierde ese encanto del bicho que ha mutado hasta convertirse en un Hombre-Gallina gigante de la muerte.

Hay que reconocer que está mejor de Rojo pasión.

 EL FUNDAMENTALISMO DEL CANON ATACA DE NUEVO

Las capacidades psíquicas de Magnusito ya eran una pasada cuando estaba en su incubadora, ya que mantenía largas charlas con su papi Emprah cuando todavía no estaba formado del todo y era poco más que un muñón con ojitos. Uno diría que con esto presente, deberían tener una relación mucho más estrecha estos dos, pero ya sabéis como era el Emprah.

El caso es que el laboratorio explota, los Primarcas se dispersan por el universo y el Emprah rebaña lo que puede de los tubos de ensayo para empezar a fabricar marines espaciales en serie. La semilla de Magnus potencia las capacidades psíquicas innatas de los candidatos, pero a cambio convierte su estructura genética en algo tan maleable como la arcilla fresca.

Así que la vida el complejo donde tienen a los candidatos de la 15ª Legión, equivale a vivir en la versión extendida de Gremlins 3. Hay engendros del caos por todas partes, corriendo de aquí para allá y troceando a los pobres trabajadores del Emprah. Tan complicado resulta sacar un marine en condiciones que no se convierta en La Cosa, que cuando consigue estabilizar al primero, el Emprah saca directamente 1.000 copias exactas de ese tío, 1.000 clones idénticos. Y de ahí niños y niñas es de donde viene el nombre de los 1.000 Hijos.

ESO NO SALE AHORA EN EL CANON

Como no salen tantísimas cosas. Lo de las mutaciones lo arreglaron explicando que se daba entre los sujetos con menor control de su capacidad psíquica, de manera que era común entre los marines reguleros y moderado entre los que acababan siendo Sargentos o Capitanes. Aunque lo que lo desataba era un fuerte uso de sus poderes psíquicos. Lógico, un gran poder conlleva una gran mutación.

Aun con eso al Emperador se le pone muy dura pensando en la posibilidad de tener TODA una legión de marines espaciales psíquicos, porque con eso le iba a dar a los dioses del caos hasta en el cielo de la boca. Y se lanza al universo a encontrar al Papi Primarca para sacarle un poco de mojo y sintetizar una vacuna contra la gripe mutante. Mucho más adelante perfeccionarían la idea tras los Mil Hijos con la fundación de la orden de los Caballeros Grises, pero a esos no les vino nadie a quemar el terruño.

UN ENORME RECIPIENTE DE MOJO ESPACIAL

Mientras tanto Magnus se empotra en Próspero, un planeta de psíquicos. Que suerte... wiii. Pero dejando de la otra vez, la suerte loca que tienen estos tíos que siempre caen en el planeta perfecto para sus capacidades, al tío le fue bien. La gente de Próspero era avanzada y pacífica, un ideal de comportamiento humano, iinteligentes y sensibles. Magnus crece rodeado de eruditos hippies, que le ayudan a conocerse a si mismo y a desarrollar su monstruoso potencial psíquico. A cambio el gigane rojo los mantiene a salvo de invasores e inmigrantes ilegales, a los que castiga con su poderoso intelecto, sus asombrosas capacidades psíquicas y dando ostias como panes. Porque aunque era un empollón, medía más de 4 metros y tenía dos brazos como columnas.

Los cuernos van montados en la armadura, porque de ponerlos en el casco no podría entrar en casa.

El reencuentro con el Emprah estuvo bastante bien, total ya se conocían del laboratorio. Fueron unos 30 o 40 segundos de intercambio telepático de ingentes cantidades de información, y un cuarto de hora de codazos, guiños y sonrisas cómplices. ¡Cosas de telépatas! Que van a su rollo. Pero como pasó con el resto de Primarcas se puso al mando de su legión y salió al universo a la búsqueda de aventuras y conocimiento.

Me voy con mi hacha a buscar conocimiento, no me espereis para la cena.
Y no es que Magnus no conociera el plan. Sabía que tenían que arrasar imperios alienígenas y liberar mundos humanos. Pero no estaba mucho por la labor. Había mucho que descubrir, mucho conocimiento perdido a la espera de ser rescatado y muchas oportunidades de desarrollo de las capacidades psíquicas de la legión. El problema, es que en una de estas se tropezaron con los Lobos Espaciales, que no eran mucho de leer y más de beber cerveza. Y como pasa con perros y gatos, los empollones y los hooligans están destinados a enfrentarse por toda la eternidad. Solo que en este caso, todos son superhombres modificados genéticamente con suficientes armas como para borrar un planeta del universo a cañonazos. Y eso da mucho juego.

EL CUENTO DEL MAGNUS Y EL LOBO FEROZ

En lo que duró la Gran Cruzada, pelearse con Leman era de esas cosas que había que hacer como mínimo una vez. Digamos que el amigo tenía un carácter complicado, por decir algo bonito. Acabó a ostias con varios de sus hermanos Primarcas, pero si había uno al que odiaba con gran diferencia era a Magnus. ¿El motivo? Aunque a Russ lo reclutaron de los primeros y fue uno de los más fuertes pilares en los que el Emprah sostuvo la cruzada, a nivel individual se vio superado por la mayoría de sus hermanos y para un tipo que solo mostraba humildad ante el Emprah, eso era jodido.

Hay que reconocer que el tío tenía gancho.
Russ no era mejor estratega que Lion o Robote, no tenia más carisma que Sanguinius o Horus, no era más listo que Alfalfarius o Perturabo, no sabia fabricar guapas cosas como Vulkan o Ferrus, tampoco era mejor duelista que Angron o el Khan. Pero como todo buen abusón de escuela primaria, era grande y fuerte. Y le quedaba ese consuelo. Sí vale, todos sois muy guapos y muy listos, pero cuando vamos al Gym y saco los biceps a relucir... aquí todos calladitos. Y así hasta el fatídico día que entró en su vida Magnus.

Entró a lo Magnus ver Magnusson, machacando records
El bueno de Magnus no solo era irritantemente inteligente e intuitivo, se llevaba bien con todo el mundo, era humilde y bondadoso, profundo y espiritual... Y sobretodo era putamente grande y fuerte. No solo sacaba puntuación mucho más alta que Russ en los exámenes, además había batido su record de levantamiento de peso y superado su puntuación en el Nanaca Crash. ¡¡Esto iba a acabar mal!! Era cuestión de tiempo que estos dos acabaran a ostias, pero al estilo Grimdark, con bombardeos orbitales, cañones enormes vomitando fuego, titanes haciendo kung-fu y una BSO de Hans Zimmer de esas que ponen los pelos como escarpias.

EL FRACASO ES LA RECOMPENSA AL ESFUERZO

Durante la pacificación de Ark Reach Secundus, los Mil Hijos barrieron el suelo con los Lobos Espaciales por un disputa territorial. Los Lobos querían convertir la última fortaleza en una cervecería artesanal, y los de Magnus en una biblioteca donde se sirviera té exótico y galletitas de soja. La cosa habría quedado en poco más que una pelea vecinal, si no fuera porque un Mil Hijo falló su chequeo de problemas psíquicos y se convirtió en un engendro del caos. Los Lobos denunciaron a los Mil Hijos ante la comisión de actividades antideportivas y el Emprah tomó cartas en el asunto.

La misma puta história, todos los putos meses...
En la primera carta, se instaba a Magnus a cesar toda actividad psíquica y a abandonar su búsqueda de conocimiento oculto. En la segunda carta se le emplazaba a asistir al consejo de Nikaea, la tercera y última contenía una orden de alejamiento por la cual los Mil Hijos y sus capacidades psíquicas debían mantenerse en todo momento a una distancia no inferior a dos universos de tamaño mediano. (Suena música de violín...)

Pensaba que éramos hamijos...
Esto era una putada más bien gorda, porque en aquella época quitarle a un Mil Hijo sus poderes psíquicos equivalía a castrarlo. Sin su telepatía, telekinesis, pirokinesis y psicosis se quedaban más bien en nada. Solo eran marines pintados de rojo y armados con bolter, que ni sabían disparar, ni sabían pelear, ni sabían contar chistes verdes en las cenas de empresa. Así que no es de extrañar que Magnus ignorara el edicto de Nikaea y siguiera ejerciendo como psíquico colegiado a espaldas del Emprah. Si es que al Emprah se le podían esconder las cosas realmente.

LAS TRES CAGADAS DEL APOCALIPSIS

La primera, tenemos a Horus en coma en urgencias, echando espuma por la boca y con una fiebre tan alta que el gotero del suero salino se pone a hervir tan pronto se lo conectan. En ese estado de letargo forzado, el malvado capellán Erebus se cuela en su mente debilitada y como si fuera una versión chorra de Cuento de Navidad le enseña a Horus el pasado, el presente, el futuro y todas las grandes posibilidades que existen si abandona al Emprah y se pasa al Caos. Magnus que no ha dejado de usar sus poderes psí y sabe que la disformidad anda algo revuelta, descubre el plan de Erebus y entra en el sueño febril de Horus para convencerle de que se mantenga en el bando de los buenos.

Magnus: No te pases al caos... que la disformidad es mala
Horus: ¿No decías tú que no era mala?
Magnus: Ya, pero ese no es el tema
Horus: ¿Y que era la clave para hacernos más poderosos y conquistar el universo?
Magnus: Sí, lo dije. Pero esas cosas se tienen que mirar con calma, piensa en el edicto de Nikaea.
Horus: ¿Ese que no estás respetando?
Magnus: Tengo que colgar...

¿Y que hace entonces? En lugar de irse a por Horus y quitarle la oportunidad de reclutar a más legiones para su rebelión. Decide que primero va a llamar al papa, pero con los nervios el berrido psíquico que pega revienta todos los cristales del vecindario y casi le provoca un infarto de miocardio al Emprah. En el canon clásico el mero hecho de llamar psíquicamente al Emprah ya es suficiente como para que este le eche a los Lobos Encima. Pero con la historia nueva, resulta que Magnus se carga el super-plan del Emprah para ganar a los dioses del caos, y no solo se delata si no que la mete hasta el fondo.
KE EL HORUS TE VA A TRAISONAAAA!!!
Su tercera cagada (que la hubo) fue la de condenar a Próspero por sus errores. Después de cagarla de forma monumental con el aviso al papa, Magnus se deprime mucho y comprende que no está preparado para todo esta historia. Se creía más listo que el Emprah, que podría jugar con la disformidad sin que hubiera consecuencias y entiende que va a fracasar en su empeño de dominar el empíreo para el beneficio de la humanidad. Así que se sienta a esperar el castigo por sus crímenes, que no tarda en llegar en forma de manada de lobos rabiosos.

¡¡ME VOY PAL PROSPEROOOOOOOO!!
Magnus oculta a los habitantes de Próspero la llegada de la flota de castigo de los Lobos Espaciales, y estos conscientes de que no van a disneyland precisamente se han traído un combinado de Custodes y de Hermanas del Silencio para que los Mil Hijos se queden sin sus poderes. Lo que desemboca en que los Mil Hijos se lleven más palos que una estera. Para empezar se comen el bombardeo orbital con patatas y aunque Arhiman hace todo lo posible para organizar la defensa, sin poderes y con los Lobos metidos hasta la cocina remontar resulta imposible. En ese momento Magnus comprende que están masacrando a su pueblo, y desata todo su poder.

Dicen que se puso todo Fassbender y arrasó con la audiencia.
Y como el Magneto de los cómics carga contra el invasor para defender a sus hijos mutantes, Tzeentch le brinda un poco de mojo extra y lo convierte en un monstruito de plástico de 100€ a la venta en todas las tiendas autorizadas. Que imbuido de todo el poder de los colores estridentes y los efectos especiales tipo hollywood, acaba con más cánidos que las vacaciones de verano. Pero Russ viene de ver Batman 3, y tiene una táctica contra la que Magnus no se ha preparado... llamada: "Rodillazo por la espalda en la columna". Así que Magnus acaba en el suelo con la espalda tronchada como un futbolista de tercera regional después de una entrada violenta, y mientras contempla a su planeta en llamas y a sus hijos vapuleados por todas partes, implora una última ayudita para que el dios de los hechiceros los saque de allí con vida.

LO QUE PUDO SER Y AL FINAL NO FUE

Una pena. Magnus y sus Mil Hijos podrían haberle ganado la guerra ellos solitos al Emprah, pero esa es la clave de las historias trágicas, que al final las cosas no salgan bien y te quede esa sensación de pérdida, y que vivas apesadumbrado imaginando cuan diferentes habrían sido las cosas si hubieras podido marcar la diferencia en ese instante concreto. Ya sabéis a que me refiero...

No salvastéis ni el planeta ni a la chica...
Magnus trata de evitar la herejía en solitario y de avisar al Emprah de lo que se cuece. Y a cambio le pegan fuego a su planeta y masacran a su Legión. Como para no cambiar de bando. Pero por una vez los de Gw arreglaron bien el final de la historia. Porque pensemos. Si cuando esta gente eran buenos y se controlaban ya eran la legión más bruta. Madre mía. La que van a liar cuando se vuelvan malos y no se corten un pelo a la hora de usar conjuros de los niveles más altos. Afortunadamente para todos, el irse a vivir a Disforme Town, hace que el número de mutantes en la legión se dispare. Y Arhiman tiene que convertir a la mayor parte de la legión en polvo espacial para que sigan cabiendo dentro de las armaduras. Con lo que al final bien está, lo que bien acaba.

Aunque estos se siguieron odiando durante muchos años....

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Hasta aquí la sesión lacrimógena de hoy. La semana que viene el archivillano de toda esta historia... Satanás.... Digo Horus

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