"¿Os acordais de Predator? No el tanque, el rastafari espacial ese que venía de caza a la tierra cuando hacía mucho calor, y había muy mal ambiente. Si ese tipo existiera ya no se iría, viviría aquí todo el año. Y llamaría a sus colegas, que también se vendrían aquí y vivirían todo el año entero.
Y se comportarán peor que nosotros, estarán todo el día de fiesta, cazando fuera de horas, sin camiseta, de alcohol barato hasta las cejas. Después se quedarán con todos los pisos cerca del centro, porque los euros espaciales al cambio son mucha más pasta.
Y acabaremos viviendo todos el el puto extrarradio, a una hora en tren de nuestros trabajos, mientras esos alienigenas se pasan el día de paseo por nuestras calles, y nos miran con desprecio porque en sus planetas espaciales se cobra más. Y en comparación somos unos tercermundistas.
¡¡Por eso precisamente, damas y caballeros, es por lo que hay que matarlo en todas las películas!!"
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M41.017 según el calendario Machariano
Planeta Gloriba Tertius. Mundo Agrícola.
A 20 horas de Balder, la capital planetaria.
-¿Sabes cual es tu problema, Bagri?- Yol Gusarov no esperó la respuesta, siguió apretando la cabeza del humano que sujetaba en su mano izquierda, observaba aténtamente a través de las ranuras de su visor.
La cabeza del soldado se retorcía y deformaba amenazando con disparar sus ojos fuera de las cuencas oculares en cualquier momento. Apretaba los dientes y escupía sangre y dientes entre gemidos de dolor. Toda su voluntad puesta en articular las suficientes palabras para implorar una muerte rápida.
-No tienes sentido del humor.- Afirmó Yol. -Lo has perdido con tanta guerra, has dejado que todo esto te supere...- Apartó su atención de la cabeza del soldado a punto de estallar y la puso en su viejo lugarteniente.
Saar Bagriel permanecía apostado tras los restos humeantes de un blindado de las FDP. Sostenía su bolter sobre la cadera mientras vigilaba, atento a cualquier movimiento. Suspiró y negó con la cabeza. -Que yo sepa, jamás he tenido sentido del humor.-
Yol apretó con fuerza y convirtió en pulpa la cabeza del soldado, despues dejo caer el cadaver al suelo, donde una horda de nurgletes esperaba pacientemente para dar cuenta de su carne y sangre. -Eso es porque naciste Angel Oscuro... - Avanzó pesadamente y contempló su obra.
Allí donde miraba los cultivos se pudrían rápidamente por el toque bondadoso del Padre Nurgle. La velocidad a la que la plaga consumía kilómetros y kilómetros de alimentos había precipitado la salida de las FDP de la relativa seguridad de la capital, y les había hecho caer en una emboscada de manual.
Saar Bagriel resopló con fuerza. -Yol... viejo amigo, lo hemos hablado muchas veces. No nací Angel Oscuro, ni siquiera nací en Caliban. Yo ya era viejo cuando encontramos esa porqueria de planeta.- Salió de la cobertura y dió unos pasos. Una columna de tanques de batalla en llamas y medio millar de cadáveres es todo lo que quedaba de los orgullosos defensores de Gloriba.
Yol ladeó la cabeza. -¿En serio? Pues ya va siendo hora de que se te pegue algo... llevas tiempo con nosotros...- Se hizo un incómodo silencio entre ambos, que desapareció con la estruendosa carcajada de Yol. -¡¿Lo pillas?! ¡Que se te pegue algo!- Señaló con un dedo a la armadura corrupta y rezumante de Saar Bagriel.
-Ojalá tuviera ojos humanos... ahora mismo estaría llorando de risa...- Yol se alejó negando con la cabeza y riendo entre toses. Se unió a sus hombres para continuar con la tarea de rematar a los pocos supervivientes que quedaban.
Bagriel suspiró largamente y después contempló los restos del pobre soldado, devorado a pequeños bocados por la masa de nurgletes. Las bestezuelas masticaban mientas tarareaban la cancioncilla maldita. Durante un segundo, envidió al soldado muerto.
-La guerra ya acabó para ti...- Susurró para si mismo.
...
Sí, la guerra acabó para el. Pero para todos los demás sigue. Bienvenidos amantes del misterio a la nave de los mocos. Mientras me recupero de mi molesto y nada contagioso resfriado veraniego, hago todo lo que están en mi mano para no bajar a la calle con un hacha y matar a unos cuantos habitantes de mi pueblo.
Digo yo... podrían inventar alguna fiesta que no consistiera en gritar, hacer explotar cosas, quemar cosas, o estar en la calle visíbilemente perjudicado hasta altas horas de la madrugada. Como si la ola de calor no fuera suficiente ya.
Para el año que viene, una fiesta que consista en llenarse los bolsillos de piedras e ir nadando hasta Mallorca. A ver cuantas firmas consigo.
¡¡NI UNA VAS A CONSEGUIR, GAÑÁN!!
¡¡Como si no lo supiera!! Da igual. Algún día moriré y dejaré de sufrir. He canalizado algo de toda esa pasión en
Para imprimarlos es mejor que useis cinta de carrocero, no encontraba por casa y como no tengo paciencia pillé cinta adhesiva. Lo siguiente, un par de capas de blanco Corax de GW. Y un baño en tinta carne... ¿La Reikland Fleshshade? Sí, creo que usé esa.
Se nota que las miniaturas son buenas porque incluso con una técnica tan guarra quedan basante resultonas. Después de pintar la carne, darle detalle a las armas y la ropa es un paseo. Personalmente creo que lo que mejor funciona es un color oscuro bastante diluido, porque no agarra bien en las partes sobresalientes de la miniatura.
Lo bueno de esa técnica, es que las partes donde no agarran bien quedan más claras, como si lo hubieras perfilado de forma deliberada y no tienes que matarte a hacer luces. Solo a enguarrar más. Ponerles algo de sangraza y barro aplicado con esponja.
Las unidades de Poxwalkers, van en cómodos packs de 10 a 20. Y como tengo 40, por si acaso los he pintado de 10 en 10 cambiandoles el color de la ropa. No sea que algún día me de por hacer 4 unidades de 10, que no lo creo, pero nunca se sabe.
Tengo 10 butaneros, 10 jardineros, 10 mecánicos, 10 limpiacacas... todo obreros. Con más tiempo y más ganas los habría mezclado con piezas de Catachanes o Cadianos para representar soldados. PERO... estos tíos son más grandes de lo que parecen. Todo lo que viene en la caja de Dark Imperium lo es. Todo ha crecido un pelín.
Ahora mismo están acabados al 90%, sobretodo porque estoy hasta el orto de zombies puntiagudos. Les daré un último repaso antes de barnizarlos (si es que los barnizo) y de cabeza a la caja de transporte.
¡¡MUCHOS ZOMBIES SON ESOS!!!
La verdad es que sí. Pero mientras salen la caja de Marines de la Plaga y no (que está tardando un webber). Me pillé una caja de Putrid Blightkings para ampliar las unidades un poco. Mínimo quería que una de las dos llegase a 10.
Mezclando las piezas de esta caja con los Marines Mk3 del Próspero sale alguna cosa vistosilla. De nuevo las piezas del caos son un pelín más grandes. Pero tampoco queremos que quede demasiado uniforme, eso no sería nada caótico.
Para empezar un segundo Rifle de Plasma, las unidades de Marines de la Plaga pueden llevar dos armas especiales aun siendo solo 5 tíos. Y con esto de que puedes meter lo que te de la gana en los Rhinos, va genial una unidad de menos de 10 para rellenar con personajes.
Para seguir, un tío grandote con Espada de la Plaga, aunque creo que hará de Cuchillo en realidad. Me encanta este tío. Es putamente enorme. Me lo van a matar en todas las partidas tan pronto se baje del Rhino o salga de la cobertura. ¡¡ Pero me da igual!!
Por último el portador de la Reliquia. No son nada del otro mundo, la de Nurgle solo afecta al liderazgo de las unidades enemigas a cierta distancia. Pero puede estar bien para rematar, porque para crujir a alguien en la tirada de moral tienes que hacerle pupa en el mayor número de fases posibles.
¡¡SÁCATE EL PARQUE MÓVIL, EDDIE!!
En 3ª edición, allá por el pleistoceno, los ejércitos de Culto con muchos tanques no estaban bien vistos. Entendemos por ejército de Culto cuando todos tus Marines del Caos estaban consagrados al mismo dios. Eran ejércitos que sobretodo confiaban en el uso de infantería, con ciertas carencias para lidiar contra los blindajes más pesados.
Ni siquiera abusar de los Rhinos era una práctica demasiado respetada dentro de los ejércitos de la Guardia de la Muerte. Por eso, y por muchas otras cosas tanques como el pequeño Bonaparte se quedaron en el fondo de la caja de restos. Peeero... las cosas cambian
La idea se la copié a ese master converter legendario que era Greydeath. Un constructor Tejano con más pasta que tu, que yo, y que tu y yo juntos. Que le gustaba montar cosas pegando land raiders unos con otros de 10 en 10.
Pero como no solo de proxies de Predators vive el hombre, me puse a reciclar Rhinos como si no hubiera un mañana. Tenía dos que pinté a chorros de spray para mis Devoradores de Mundos del 30K. Pero como en ese sistema de reglas puedo usar Cápsulas de Desembarco que son para tontos... como que no los he usado.
El objetivo tras pegarle los bolters y el lanzamisiles de forma tan evidente, es el de acordarme de que los tengo. En más de una partida y en más de dos, me olvido de que estos transportes van armados.
Y ahora que un bolter de asalto te pega 4 tiros a corta distancia, merece la pena acordarse de que los tienes.
La capa base consiste en Dark Green de Army Painter y el nuevo Death Guard Green de GW, todo en cómodos y prácticos chorreones de spray. Estas dos capas de verde están sobre una capa de blanco y azul, que a su vez estaba sobre una capa de rojo y a su vez sobre una de negro. ¡¡Casi nada!!
Bien, hablemos brevemente del nuevo spray Death Guard Green de GW. Cubre muy bien, pero siempre y cuando lo apliqueis sobre una capa previa. Imprimarlo sobre negro, o sobre otro verde más oscuro (caso de arriba) es un doble win. Imprimar diréctamente sobre plástico. Mala idea.
No tengo fotos Wip de Bonaparte, pero lo usé de modelo de pruebas. El principal problema de este tipo de verdes es que están pensado para ser colores de camuflaje, y el camuflaje está pensado para no destacar, así que són dífíciles de trabajar.
Pero con un concienzudo trabajo de envejecido acaban teniendo un aspecto bastante resultón. Unos pocos esponjazos con Warplock Bronze, y algo de pincel seco de Marrón Mate y Verde Oliva de Vallejo, y a correr. No han quedado bonitos, pero tampoco tenían que quedar bonitos y un Rhino de todas formas no es que aguante mucho en una mesa.
El aspecto más negativo quizás es que han quedado guarros, pero no Nurglosos. Les he puesto una capa de barniz muy fina, si acaban desentonando mucho con el resto del ejército me volveré a poner a ello y los tunearé un poco más.
¡¡Y PARA TERMINAR, CALAMAR!!
Los marcadores de objetivo King Size que empecé a pintar la semana pasada. Son grandes, incómodos, no caben en ningún lado, pero se ven de punta a punta de la mesa. Hay dos alijos de armas, una mesa de autópsias, una armadura de Exterminador con un cráneo de regalo, una defensa antiaerea y la memorias de Ana Rosa Quintana.
Y hasta aquí por hoy. Me voy para la ducha, que me estoy quedando pegado a la silla y este mes ya he llamado cuatro veces a los bomberos para que me despeguen...
Pegajosos saludos.
Ahí, ahí, a extender la palabra de Nurgle a base de verde mate, lavados y pincel seco. Buen trabajo!
ResponderEliminarEddie, eres nuestra inspiración a la hora de pintar ejércitos!! Ganas de enfrentar mis taus azulones contra tus verdes guardianes... ;)
ResponderEliminarSon chulísimos, neeng.
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