sábado, 5 de agosto de 2023

[Eddie Cabot] 40K - ¿De qué se ríe Dan Abnett?


“El Darwinismo social está más de moda que nunca, y gracias a las nuevas tecnologías cada día es más fácil hacer seguimiento de los nuevos casos. Atrás quedaron los tiempos en que la policía tenía que abrir una investigación para saber si ese tío tuyo que vive solo en la montaña y le gustan tanto las armas, se había volado la cabeza a propósito o de forma accidental, porque no le gustaba perder el tiempo de descargar el arma antes de limpiarla.

Ahora puedes ver a todas horas Tik-Tokers despeñándose montaña abajo, desapareciendo en una catarata, cayéndose de trenes en marcha, saltando de un balcón a una piscina pero aterrizando en el suelo, o agonizando en la cocina de su casa después de abrasarse la boca para superar el reto de chupar una cucharadita de sosa caustica.

A todos esos jóvenes talentos, solo os quiero decir que sigáis vuestros sueños. Total, todos moriremos algún día. Pero todos no podremos decir que palmamos por la audiencia y quedamos en el recuerdo colectivo, para algunos como unos héroes y para otros como unos subnormales profundos. Porque no se le puede gustar a todo el mundo, eso es inevitable.”





Bienvenidos niños y niñas a la casa de “...esto está más muerto que la vida sexual de Robinson Crusoe”. Tengo recuerdos vagos de haber pertenecido a la Guardia Viejuna, hace muchos años ya, cuando todos morábamos por el blog dejando en el algo más que los avisos de cuando hay episodio nuevo del podcast en ivoox. Pero hace tanto tiempo de eso, que no sé si lo he vivido o lo he soñado.

Con los viejunos en desbandada veraniega la actividad friki se reduce a mínimos históricos, en contraposición a las temperaturas y al nivel de humedad relativa del aire en la ciudad condal, que se encuentra todos los días en máximos históricos. Ahora mismo, lo único que tengo ganas es de morirme para dejar de sufrir, pero me doy cuenta de que soy el último hombre en pie.

¿ENTONCES POR QUÉ TE VEO SIEMPRE SENTADO?

Seguramente, porque gracias a la modalidad de teletrabajo ahora puedo meterle 50 horas semanales a mi semana de 39 horas sin llegar tarde casa todos los días. Y porque la computadora donde veo el pr0n está al lado de la del curro, así que cuando acabo con una cosa puedo saltar a la otra sin cambiar de silla, ventajas de vivir en un zulo de 40m2, nada queda lejos de mi alcance.


Además puedo merendar, cagar y lavarme los pies todo a la vez.

Afortunadamente tengo el blog para distraerme. Y llevaba tiempo queriendo tocar este tema, que recuerdo que lo he mencionado alguna vez, y siempre hago bromas con como va a acabar esto, pero la realidad siempre supera a mi sarcástica ficción. Así que no perdamos más tiempo y respondamos a la pregunta… ¿De qué ser ríe Dan Abnett?

ALGO TRAMA, ESO SEGURO

La primera referencia a la Herejía de Horus que se conoce está en el reglamento original del pre-warhammer 40K. Apenas unas pocas frases en una sola página bastaron para resumir algo que en ese momento realmente no era importante. Solo nos explicaban que la actual situación geo-política-territorial-grimdarkiana del Imperio era el resultado de una fratricida guerra civil, y hacía una breve mención al general traidor que lideró a los rebeldes, un tal Horus. Y a los capítulos que defendieron el último bastión del imperio en Terra, entre los cuales NO estaban los Ángeles Sangrientos.


De hecho, borraron a estos para meter a los Hijos de Sanguinius.

Años más tarde, inmersos en la inefable efervescencia angélica y sangrienta de la segunda edición, un joven y ambicioso escritor llamado Guillermo Rey, o William King como lo conocen en su pueblo, nos narró la Herejía del Horus en unas pocas páginas. Centrándose en lo importante, que fue como Sanguinius murió por nuestros pecados. Pero nos quedamos más o menos igual a nivel global, supimos que hubo una guerra civil, palmó medio universo, los buenos ganan, los malos se van a un ojete espacial a vivir, suena música de Hans Zimmer y la bandera de estados unidos ondeando es lo último que vemos antes del fundido en negro.

USA USA USA USA…

El interés, o más bien el desinterés por la Herejida duraría hasta la salia del juego de cartas coleccionable. O más bien hasta la salida de los libros que compilaban las ilustraciones de las cartas y narraban la historia de forma cronológica, añadiendo algunas cosas que no sabíamos y completando lo que teníamos entendido de los Index Astartes. Gracias a ello empezaron a aparecer ejércitos de 40K conversionados y pintados para parecer sus antepasados de 30K.


Que tiempos aquellos...

En aquella ocasión no fue James Workshop el que quiso monetizar el interés de los fans de la Herejida, si no su primo George World. Que además de sacar unas miniaturas de resina a precio de oro la mar de chulas, acompaño el producto inicial con unos carísimos libros de utra-lujo del copón con reglas para jugar con tus marines del 30K y lo más importante… su poquito de lore. Ya que la Herejía se había convertido en un evento histórico, y solo necesitabas sus libros para jugar con reglas batallas tan importantes como la de Istvaan, la otra que hicieron en Istvaan y nada más… porque el primer libro solo llegaba ahí.

HASTA AQUÍ TODO PARECE RAZONABLE… Y CARO

Hasta aquí todo estaba pensado para lo de siempre. Vender muñequitos. Pero había una GRAN parte de la fanbase (entre la que se incluía el Eddie), que lo único que le interesaba de esos libracos era la parte del trasfondo. Queríamos saber más. La Herejía se nos antojaba interesante y misteriosa a partes iguales, porque había mucho por descubrir. Y no jodamos… hasta que llegaron los tiránidos no hubo nada más interesante que aquello en el 40K. Las Legiones y los Primarcas ya era unos super-ventas incluso antes de empezar a vender.



Y con 18 para elegir, el éxito estaba asegurado.

Aquí es donde entra nuestro tercer actor, ni James, ni George, si no la mismísima Biblioteca Black en persona. ¿Queréis material escrito sobre la Herejía? Escribir es lo nuestro bitches. Seguro que unos pocos libros sobre el tema se venderán bien y haremos feliz a la comunidad, sobretodo a la que solo lee novelas con marines espaciales en la portada. Así que le dan instrucciones al tío que más domina de 40K en la empresa y le dicen “...a ver, tú, Dan Abnett, deja de escribir guiones para cómics y ponte con algo que nos dé dinero”.



"Se me ocurre que Horus podría ser el equivalente a Jesucristo..."

Total, que presenta la primera novela llamada “Horus Rising”, o “Horus el Señor de la Guerra” si la compraste en territorio peninsular y en lengua mesetaria. Y bueno… como decirlo. Pese a ser una precuela, estar protagonizada por un personaje secundario y no tener relevancia alguna en los eventos que se desarrollarían después, fue un absoluto, total, completo y absoluto PE-LO-TA-ZO.

NO ESTUVO MAL, LA VERDAD

No voy a describir toda la novela, pero si quieres entrar en el mundillo de la Herejida del Horus no puedes hacerlo con otra que no sea esa. El caso, es que por aquel entonces, deberían tener planeado resolverlo todo en unas 10 novelas más o menos, si las habéis leído recordaréis que la narrativa iba relativamente rápida. En la primera novela nos presentan a los personajes principales, en la segunda Horus cambia de lealtad, en la tercera los traidores purgan sus filas de no-creyentes, en la cuarta descubrimos que Garro era un mierda que no estaba a la altura de su leyenda y la quinta finaliza con la Mansacre de Istvaan y con el Emprah palmado en una sola batalla tres Legiones y dos Primarcas. Y ninguno de los dos era Guilliman.


"Fabuloso...."

Era un buen ritmo oiga, esa historia que de unos pocos párrafos, luego se convirtió en unas pocas páginas, pasó a ser unas pocas novelas, protagonizadas por personajes que obviamente cascarían en algún momento, explicando su NO existencia en el 40K y nos lo explicarían todo con el suficiente detalle como para desentrañar el misterio, pero sin estomagarnos con exceso de contenido irrelevante. O dicho de otra forma:


¡¡Una mierda pinchada en un palo!!

En cuanto los codiciosos bibliotecarios negros vieron que las novelas se vendían como churros espolvoreados con cocaína a la puerta de un after, echaron el freno de mano y dijeron “...esto lo tenemos que alargar, todo lo que se pueda, tanto que One Piece parezca una historia corta en comparación”. Y así es como el equipo creativo empieza a sacar ideas de todas esas cosas que nunca nos habíamos preguntado, pero que seguramente querríamos saber. Cosas como…

¿QUE PRIMARCA LA TENÍA MÁS GORDA? ¿Y CUAL ERA CANÓNICAMENTE GAY?

Bueno, esas dos preguntas seguro que se han formulado más de una vez. Pero hay otras que no yo ni nade se había hecho nunca, y de las que yo por lo menos sigo sin tener interés. Como la historia de aquella vez que un grupo de asesinos imperiales NO mató a Horus, o la historia de los últimos Guerreros Trueno que había en Terra, o aquella vez que Magnus el Rojo volvió a fallar en su intento de evitar la Herejía. Las historias con cosas que no nos interesaban una mierda se multiplicaban como champiñones y llegar a las 20 novelas de repente se convirtió en tarea fácil.


Qué son 20 libros comparados con la inmensidad del universo...

Así que… ¿Por qué parar en ese punto? Los frikis siguen comprando novelas y llenando los foros de discusiones sobre quien sabe más del tema. ¡¡Más madera, bitches!! Y empiezan a salir de la nada cosas que nunca sucedieron en el canon original, como la cruzada oscura, o las peleas entre Primarcas como la de Lion y Konrad, la Legion Alfa contra los Lobos Espaciales, más Primarcas intentando matar a otros Primarcas. Nuevos teatros de guerra por todas partes, la Cábala, los Perpetuos, biografías de cada uno de los Primarcas… material por un tubo, y Horus avanzando hacia Terra a paso de tortuga.


Con ese cacho de armadura es normal que fuera tan lento.

Permitidme que me ponga en modo abuelo cebolleta. Una de las cosas interesantes que tenía la historia original es que Horus tuvo la guerra en ganada tras la mansacre de Istvaan, y eso no cambia hasta el último minuto cuando la pierde en Terra. En cuanto se encontró con 9 legiones en su bando y NADA para interponerse en su camino, no solo llegó a Terra en tiempo record además atravesó sus defensas como si nada. Estaba TAN seguro de que iba a ganar, que se pudo permitir perder tiempo en el asedio e incluso dejar que el Emprah y su súper comando de Primarcas y Custodes se colaran en el Espíritu Vengativo.

Y TODOS SABEMOS COMO ACABÓ AQUELLO

Pero claro, el William King solo tenía que escribir tres o cuatro páginas, y la Black Libary necesitaba material para 64 novelas. Así que la morralla estaba asegurada. Pero con tanta morralla, y tratándose de una historia que sabemos todos perfectamente como acaba. ¿Como mantener el interés? Imaginaos que alguna productora sin escrúpulos decidiera hacer una trilogía de películas de tres horas cada una basadas en la historia del Titanic.


No sé por qué me ha venido a la mente este colega...

A ver, todos sabemos que el puto barco se va a hundir. Mantener el interés hasta el final solo puede pasar por meter en la historia cosas nuevas y además cosas nuevas chocantes. Así que ya pueden ir desfilando las escenas de sexo, los ninjas, los mediums, la trama marciana y un submarino Nachi con Mads Mikkelsen como capitán, que con música de Hans Zimmer de fondo (pero esta vez música para el malo) ordena pegarle el pepinazo que hiere de muerte al Titanic. ¡¿No sabías que el Titanic lo hundió un submarino nacional socialista?! Seguramente sea porque me lo acabo de inventar.


El mito erótico de Hideo Kojima.

Y eso es un poco lo que está pasando con la recta final de las novelas, los autores se van inventando las cosas sobre la marcha. Bueno, con el canon en la mano, William King dejó el suficiente hueco como para que pasaran todas esas cosas… pero sería como decir que Tolkien dejó hueco en el Hobbit para una historia de amor con final trágico entre una elfa y un enano.

NO LO VAS A SUPERAR NUNCA. ¿EH?

No, no lo voy a hacer. Pero sí, ahí tenemos la primera novela del final final de verdad de la Herejía de Horus, con toda esa controversia con los Custodes que se ven influidos por el caos y atacan al sagrado Emprah, y las legiones de niños-rata en redes sociales echando espuma por la boca y pidiendo la extradición de Dan Abnett para ahorcarlo públicamente en Nottingham por crímenes contra el lore y contra el trasfondo.


Asesinar a nuestros héroes, cada vez más de moda.

Pero al menos en mi caso, inocentemente creí que el final de la historia eran dos libros. En el primer libro el Emprah ya se teleporta con Sanguinius, Dorn y un montón de incorruptibles y crustosos Custodes dentro del Espíritu Vengativo. Otras 1.000 páginas de carreras por la nave a lo Scooby-Doo, la épica muerte de Sanguinius, el duelo del Emprah contra Horus y matar a todos los secundarios que queden con vida para no joder el canon. Pero no… y ahora ya sabemos todos de qué se ríe Dan Abnett.

¡¡Surprise, madarfarcar!!

Tócate los huevos. Cuando creías que no podía haber nada peor que te dividieran en dos el final de una historia, llega el niño de Rochdale y te lo divide en TRES. Dos mil putas páginas adicionales para explicar como el El Emprah se sube a una nave, Horus mata a Sanguinius, el Emprah mata a Horus y Dorn enchufa al Emprah en el trono dorado. Solo dios puede saber cuanta morralla van a meter ahí, y cuantas tramas inverosímiles y momentos de flagrante violación del canon nos esperan.

PERO A LOS CUSTODES LOS DEJÁIS EN PAZ

El caso es que 64… la verdad, es un número muy feo. Deberían redondear a 70, con novelas post-herejía que conectaran parcialmente esa época con el 40K. Apasionantes historias como la de Dorn barriendo el suelo del palacio del Emprah después de la fiesta, o de Garro volviéndose emo y rajándose las venas, o la segunda parte de 50 Sombras de Vulkan, esta vez con extra de homo-erotismo masculino o una retrospectiva de los años mozos de Malcador el Sifilítico, antes de la fatídica noche que acudió a un burdel a estrenarse y acabó contrayendo la enfermedad que lo marcaría de por vida como a alguien al que no tocar ni con un palo.


"¡¡Ponerse gomita, gañanes!!"

¿Y por qué quedarnos en 70? Pensadlo bien, 100 es un número mucho más bonito. Se podrían trazar tres lineas temporales alternativas, con tres finales diferentes a la Herejía y explicarlo en tres historias de 10 novelas cada una, llamadas The Alternative Horus Heresy.

Una en que gana el Emprah y el Imperio nunca más pierde una batalla. Otra en que gana Horus y los primarcas leales tienen que viajar por el universo buscando al Emprah reencarnado para que lo derrote.

Y una en que el Espíritu Vengativo explota con todos dentro, Guilliman se nombra Emprah a si mismo y se convierte en un tirano, pero la galaxia entera se le pone en contra, y lo acaban arrojando al sol. Se vende solo esto.

O mejor le pegamos un tiro ya a la Herejía y la dejamos descansar...

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Y hasta aquí el tema recurrente. Supongo que meteré alguna entrada más este mes, pero dudo que pinte o que juegue a nada. Estoy demasiado muy estresado para hacer nada a nivel plástico. Aprovecho para desearle una muerte lenta y dolorosa al hijo de una hiena del ayuntamiento, que ha decidido que este sea el tercer año consecutivo que voy a tener una obra delante de casa en mitad de agosto, cuando no puedo tener las ventanas cerradas. Espero que sufras mucho, durante mucho tiempo y que te acuerdes de mi en tus momentos finales.

Atentamente, Eddie.

5 comentarios:

  1. Muy chulo el artículo. Siempre son divertidas estás entradas hablando sobre la herejida.

    Por lo que veo, no hay nada peor para una saga literaria que tener demasiado éxito. Las tramas se alargan artificialmente y acaban por cansar y perder el interés. A mí me ha pasado con El Brujo (el primero muy bueno, el segundo no está mal y el resto creo que sobra) y con JdT, que al leer ese cuarto tomo de puro relleno abandoné la saga.

    Yo llamo a esto el "Efecto Perdidos", que es lo que pasa cuando estiras tanto la narración que sabes que aquello no habrá manera de acabarlo coherentemente y pasa mucho con las series actuales.

    Ahora bien, me da a mí que el Dan Abnett lo que está es preparando un giraco de guión de proporciones legendarias. Seguro que resulta que al final el que está en éxtasis en el Trono Dorado no es el Emprah, sino el Horus, y todos emosido engañados durante 10000 años o algo así. Tal vez sería el inicio de un fin de los tiempos en 40k. Tanto primarca volviendo no puede ser bueno.

    Muchas gracias por el artículo. El calor acabará algún día, supongo.

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  2. El calor acabará conmigo algún día.

    Pero sí, se huele lo del giro narrativo que justifique la lectura de una novela que sabes perfectamente como va a acabar. Quizás desvelen de forma oficial ya el verdadero propósito del trono dorado, o preparen un spin-off con el que seguir exprimiendo la historia.

    Porque no los veo consiguiendo el mismo éxito con La Guerra de Badab o las Guerras Tiránidas, veremos si de esta no acaban cerrando el chiringuito.

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    1. ¿El Trono no habia quedado claro ya que era el cacharrito que usaba el emprah para crear la telaraña humana?

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  3. ¿Como que la Herejía de Horus venía de un juego de cartas? Alguien me puede explicar esto, por favor?

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    1. Lo sacó Sabretooth Games allá por el 2003, pero nunca lo tradujeron al castellano, así que en la península nadie se interesó por él. Se dejaron la pasta en ilustradores eso sí, tenías cartas con ilustraciones de John Blanche, Wayne England y Adrian Smith (hizo casi todas las de los Custodes).

      No recuerdo en que momento, empezaron a sacar unos libros que compilaban las ilustraciones de las cartas por orden cronológico, y le iban añadiendo la narrativa que tenía el propio juego. Porque cada nueva temporada avanzaba un poco la historia. De esos libros es de donde salió Erebus de los Portadores de la Palabra por ejemplo, o lo de que Sanguinius se corrompió porque se le quedó un trozo de la pinza de un demonio bajo la piel, y alguna cosa más que no me viene a la mente, pero que pasó a ser canon con esos libros.

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