miércoles, 18 de enero de 2017

[Eddie Cabot] Cosas que no pudieron ser... Capítulo 01.

"Dicen que sabes que te haces viejo cuando te es más fácil identificarte con el villano que con el héroe. Y no es de extrañar. ¿Que hace el héroe? ¿Nada? Simplemente existe... va por ahí molando un montón y enamorando a mujeres a las que no podrías acercarte a menos de un metro sin llevarte un chorreón de spray de pimienta.

En cambio el villano tiene un plan, está haciendo cosas, busca amenizar un poco el ambiente, con... no se... cataclismos, aniquilación, control mental. En el fondo es incomprendido, un redentor que viene a enseñarnos el precioso regalo que es la vida, arrebatándonosla de nuestros dedos fríos e inhertes.
Así que este 2017... pon un villano en tu vida."







Bienvenidos a la casa del misterio. ¿Os acordais del AT-43? ¿No? ¿Como que eso no existe? A mi no me vacileis, le vacié un cargador en el pecho a mi peluquero por mucho menos.

El caso es que andaba yo pensando en mi entrada anterior, y en el Inquisitor. Y lo que el mundo se perdió por no hacer bien las cosas, y me di cuenta de que se pueden llenar páginas y páginas de proyectos que se fueron a la mierda con patatas gracias a la ineptitud de sus creadores.


No uno ni dos, ni tres, ni cuatro, por lo menos diez o doce... más los que tienen que caer todavía, porque salvo excepciones honrosas parece que todo el que quiere hacer fama y dinero en este mundillo, es subnormal o un puto chorizo...

QUE TE PIERDES EDDIE

¡Ah! Centrémonos. El AT-43 fué la apuesta de Rackham para un juego futurista de escaramuzas con miniaturas de 28mm en la línea de lo que era entonces el 40K. El nombre viene de las palabras "After Trauma" y los 43 años que han pasado desde entonces. El Trauma es el inicio de la guerra de la humanidad con la raza alienígena conocida como Therians.

Foto promocional to guapa. Daban ganas de saber más.
Los Therians entran a saco en espacio terreste y le dan a la humanidad más palos que a una estera, 43 años más tarde parece que por fín los humanos han levantado la cabeza y empiezan a llevarlo mejor... pero solo lo parece, porque todavía no han resuelto su principal problema, y es el de dejar d emtarse los unos a los otros.

Al AT-43 se jugaba con 30 o 40 miniaturas, entre infantería y bípodes de combate, en escenarios prediseñados la mayoría de las veces y se había propuesto incrustarse entre los clásicos y ser un referente por derecho propio.

El aspecto general del juego era muy bueno, no nos engañemos, entraba por los ojos. Esas armaduras, esos monetes, esos zombies. Ilustraciones de Karl Kopinsky, Adrian Smith y Paolo Parente*.

La caja de inicio de dos jugadores traía todo lo que necesitabas para empezar a jugar y era ampliable con más cajas de dos jugadores, de hecho había escenarios que solo los podías jugar usando una segunda caja. Lo que era genial, porque solo tenías que comprar a medias cajas con tus colegas para ampliar sin dificultades.

LAS FACCIONES

La facción vainilla era las "Naciones Unidas de Ava", un ejército a base de infantería móvil, de salto, armaduras y bípodes de apoyo, con un feeling a lo Starship Troopers que molaba mucho. Eran los chicos buenos de la historia.
Vamos a ir para allí. Por eso señalo, así no te equivocas. Que ya te conozco.
La otra facción humana era el "Bloque Rojo" o "Red Blok" que representaba al otro 50% de la humanidad, y al típico ejército comunista con gorros de pelo, cosas tochas muy lentas y pilotos hartos de vodka. Todo con nombres muy rusos, colores rojos y mucha nieve en las peanas.
El tío de la derecha es tan ruso que caga comunismo.
Los malos eran los Therian, una raza alienígena de seres compuestos por pequeñas colonias de nano-máquinas, que buscaba mejorar el universo arrasándolo todo y quedándose ellos solos para habitarlo. Eran todo pinchos, calaveras, armas fusionadas con los brazos y mucho mensaje de "recicla a los humanos".
Esto pasaría sin mucho problema por la portada de un disco de Death Metal.
Los "neutrales" entre comillas eran los Karman. Una raza de primates ultra-evolucionados que primero atacan a la humanidad porque se dejan llevar por la idea de los Therian del universo unificado. Pero que después se vuelven contra ellos cuando entienden que ni siquiera ellos van a escapar de la purga.
¡¡Un ejército de copitos de nieve!! En serio. Era cremita este juego.
La primera de las dos coleras son los Cogs, otra especie alienígena con una altísimo nivel de tecnología y un montón de motivos secretos para meterse en la refriega. Que hacían uso de un montón de mechs pintados de color butano y te pegaban con unas espadas muy raras que ni pinchaban ni cortaban.
Porque todos los juegos necesitan una raza de aliens pintados de color tierra.
Y la última y casi inexistente, la corporación ONI, una especie de facción mercenaria. Con unos transportes blindados todo guapos, tropas de choque zombie, un tío con una maleta y un montón de cosas que nunca sacaron a la venta.
La más divertida y original de todas las facciones, pena que no tuvieran robots gordos como las demñas.

 VALE... NO LO VEO EN LAS TIENDAS. ¿QUE PASÓ?

Pasaron varias cosas, muchas y variadas. Allá por el 2006 Rackham se había hecho un nombre en el sector gracias al rotundo éxito del Confrontation, aunque personalmente nunca me ha gustado demasiado, fue un solo de aire fresco para una época en que solo había DOS wargames en el mercado y los dos eran de la misma compañía. Se podría decir que Rackham se vino demasiado arriba y se pegó una monumental hostia... ¿Se podría decir? No. Eso fue exáctamente lo que pasó punto por punto, vamos a ver esos puntos.

1.- La Competencia: Lo que le salió más o menos bien con el Confrontation, le salió muy mal con el AT-43, porque su idea era competir con el Warhammer 40K y en esa época estaba muy muy muy fuerte. Si bien el 40K en aquel momento no tenía más presencia que el Fantasy, tenía mucha más que ninguna otra propuesta alternativa.
Con un pintado decente, se veía que eran minis muy guapas. Pasaos por la página de este tipo, es una pasada.
Habia una comunidad muy nutrida de jugadores, pintores, escultores y cagabandurrias de todo tipo. Un enorme mercado de segunda mano. GW España liquidando stock dos veces por año y prácticamente regalando las miniaturas. Y un circuito de torneos bien engrasado con eventos constantes. No era raro vernos a Sr. Marron y a Eddié impartiendo sabiduría en torneos de 40K y peleando por los últimos puestos de la clasificación (yo es que era más de pintar).

2.- La Calidad del Producto: Las miniaturas no estaban mal esculpidas, ni diseñadas, había miniaturas muy chulas. El problema es que estaban inyectadas en mierda, o algo parecido a la mierda. Era un plasticorro guarro parecido al de los HeroClíx, que se cortaba mal, no se pegaba con nada y rara vez no venía deformado. Eso en lo que respecta a la infantería... porque los vehículos eran todavía peores en los acabados.
Todas esas pequeñas partes móviles se rompían con mirarlas.
El diseño era genial, además eran todos modulares, se veía que tenían un montón de zonas en las que acoplar otras cosas. Como las cabinas de los pilotos, diferentes tipos de armamento. Pero eran frágiles hasta decir basta, se rompían con solo sacarlos de la caja, porque de nuevo se lo ahorraron en los materiales. Otro fallo garrafal teniendo en cuenta con quien querían competir.
El Dotch Yaga, mi miniatura favorita de todos los tiempos.
3.- El Pre-Manchado: Me niego a llamar pre-pintado a esa mierda. Las miniaturas te las vendían pintadas a base de chorreón de spray como gran novedosa novedad. ¡¡Esto va a ser la polla con cebolla decían. Te ahorras el pintar. El invento del futuro. Copón!!
Esto es lo que prometía la foto promocional.
Sobre el papel la idea no era mala, pero joder... era Rackham. La empresa que te sacaba unas miniaturas de Confrontation tan bien pintadas, que al pintar tu las tuyas y compararlas te querías pegar un tiro. Los acabados no estaba para nada a la altura de lo que ofrecian, sobretodo porque las fotos de la publicidad y el aspecto del producto final variaba mucho, muy mucho.
Y esto era la triste realidad....
Además, las cajas de producto tenían unas ventanitas de plástico como las de los juguetes para que vieras lo que ibas a comprar. O sea.. que no lo comprabas, porque ya estabas viendo que estaban mal pintadas antes de sacarlas de la caja.

4.- Las Reglas: El AT-43 sufría del síndrome de lo que yo llamo las "reglas francesas". Que son como cualquier otro paquete de reglas, pero mucho más complicadas y poco intuitivas. ¿Motivo? Son franceses y les gusta ser misteriosos e insondables. Si no lo entiendes... a lo mejor no eres lo bastante francés**.
NUNCA serás lo bastante francés, no te engañes.
El juego sin ser igual copiaba mucho del Confrontation, con el sistema de activación por cartas, con la diferencia de que podías ordenarlas y sabías porque orden se activarían tus unidades. Pero no podrías cambiar ese orden y adaptarte a medida que descubrieras que tu plan inicial no era bueno. Estabas condenado a ver como la bola de guano gigante que era tu plan iba creciendo y creciendo a medida que caía por la ladera, en dirección a tu casa al lado del acantilado.
No me digas nada... se lo que hago.
Luego tenías que comparar las tiradas de dados con una tabla de dificultad/éxito parecida a la del DUST Tactics***. Y ver sí habías dado o no en base a los atributos de la carta de la mini que se activaba en ese momento, lo cual lo ralentizaba un poco todo. Mala cosa, cuando el otro juego del mismo tipo tenía la misma tabla universal desde hacía 20 años y todo el mundo se la sabía de memoria.

5.- El Precio y la Distribución: El AT-43 no era barato precisamente. Con la excusa de "te ahorras las pinturas", las miniaturas eran bastante caras, incluso más que las de GW, de las que recordemos habia un un GRAN mercado de segunda mano. Además el único pack que había era la caja de dos jugadores, todo lo demás tenías que comprarlo suelto. No empezaron a sacar cajas de ejército hasta mucho más adelante cuando empezaron a ver que se iban a meter la ostia.

Con lo que hubiera molado tener estas miniaturas...
La distribución era floja, la edición española de los reglamentos y libros de ejército era regulera. Además enseguida cerraron filas y lo metieron todo en su página web con descuentos, lo que no les sirvió de nada porque acojonaron a posibles compradores. Ya que existía la amenaza constante de que le pegaran dos tiros al juego. Había una sensación constante de "esto se va al ojete el dia menos pensado".

Al final Rackham se fué a pique... y a diferencia de lo que pasó con Confrontation, nadie quiso comprar los derechos del AT-43 porque ni siquiera llegó a despegar. Una lástima, me gustaba el juego. Con otro planteamiento habría salido adelante porque estaba bueno de llenas ideas y de detalles de calidad. Más o menos lo mismo que le pasó al universo DUST... pero de eso hablamos otro día.
...

*: Paolo Parente es la muerte de los wargames, no monteis nada a medias con él o acabareis jodidos.
**: Máximo respeto para el pueblo Francés. Cuando no están volcando camiones o destrozando mobiliario urbano en la costa brava, son una gente muy maja.
***: Fun Fact. El AT-43 era la versión futurista del DUST que se desarrollaba en 1943. Originalmente iban a ser sistemas de juego compatibles, con el mismo paquete de reglas y el mismo despliegue comercial.

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