jueves, 18 de junio de 2020

[Eddie Cabot] El apasionante mundo de lo competitivo

""Recuerda llevar siempre un arma de repuesto a la batalla. Se te puede caer la que llevas en la mano, o te pueden desarmar, y luego no te puedes poner a buscarla entre la piernas de todos los demás que están en la melé, mientras te persigue el tio que te la ha quitado. Necesitas una segunda arma en el cinto de la que poder disponer de inmediato.

Pero por si esa se rompe, es mejor que lleves una tercera arma de repuesto en la espalda. Es de flipados, pero mejor ser un flipado que morir sujetándose las tripas mientras te arrepientes de no haber llevado una espada adicional. Y por si acaso tambien pierdes la de la espalda, asegúrate de llevar un cuchillo en la bota, mejor un cuchillo en cada bota.

La cota de malla, la espada y el escudo son 80 coronas, la daga de paradas para el cinto 10 más, 20 por la espada corta, 15 por los dos cuchillos porque me caes bien y te puedo aplicar un descuento. Y ahora déjame que te hable de este anillo mágico que te dotará de la fuerza necesaria para transportar tooodo ese peso. ¿Que cuanto vale? No sé. ¿Cuanto dinero te queda?...""






Bienvenidos niños y niñas una vez más a la casa de Eddie. Hoy, por primera vez y sin que sirva de precedente me voy a meter en camisa de 12 varas, normalmente me metería en una de 11, pero con todo esto del Covid me estoy poniendo muy fanegas y ya no entro en la talla 11.

Los más veteranos recordaréis esta entrada y esta otra, donde con relativo acierto bien tuve a atreverme a analizar los entresijos del hobby, y los distintos paradigmas humanos que lo habitan. Mi primera intención era tocar todos los palos, pero me vine abajo rápidamente cuando me planteé entrar en el espinoso asunto de la cosa competitiva.

De verdad, son sitios donde no me gusta meterme. Siempre salgo con pezones de menos.
Normalmente escribo solo acerca de las cosas que me gustan, a veces desde un enfoque muy crítico, pero siempre evito invertir tiempo y esfuerzo en rajar de las cosas que no me gustan. No es positivo, no lleva a ninguna parte y no me hace sentir mejor. Pero a raiz de la anterior entrada, he recibido un serio correctivo por parte de alguien a quien aprecio mucho... y me toca retractarme.

NO CONFUNDIR CON RETRAERSE, ESO LO HACEN LAS GARRAS DE LOBEZNO

Y como el inmortal canadiense, Eddie es bajito, peludo y tiene mal caracter. Con ese historial es fácil ser un demagogo y un intolerante a prácticamente todo menos a la lactosa, con la lactosa me llevo bastante bien. Y menos mal, porque me tomo de dos a cuatro cafés con leche al cabo del día.

¿A donde quiero llegar con todo esto? Yo también me lo pregunto. Llevo tanto rato divagando que no se de que coños iba esta entrada... ah... ya. El caso es que tal y como me dijo mi hamijo, tengo tendencia a meter a todo el sector competitivo en el mismo saco y eso no está bien. Porque hay trasfondistas que son unos auténticos rancios y hay gente muy maja en el entorno competitivo, decir que me he cruzado con muy pocos, pero existir existen y merecen ser reconocidos.

Lo que pasa, es que la linea que separa al competitivo, del rancio y del tramposo, es fina como hilo de seda de araña recién cagadito. Y cuando te has salido de no uno, si no de dos circuitos competitivos asqueado de cruzarte con gente que le va la vida en un juego de muñequitos, acabas por convertirte en un viejo huraño y amargado que solo quiere jugar con los cuatro tíos que todavía le aguantan.

COMO SI AQUÍ ENTRARA OTRA COSA A PARTE DE VIEJOS HURAÑOS

A partir de este punto, y dejada clara mi intención de enmendar agravios pasados, todo lo aquí vertido va en clave de broma. Que nadie se enfade, y que cada cual haga un ejercicio de reparadora introspección, porque todos en algún momento hemos tenido una mala tarde y le hemos dado la partida a un desconocido. O tangado a un conocido, o roto una silla en la espalda de un árbitro, bueno, eso quizás solo yo, pero ya me entendéis.

La única forma de no meter a todo el mundo en el mismo saco, es no generalizar. Y para no generalizar hay que identificar, analizar, estudiar y clasificar cada tipo de jugador "competitivo", aquí le pongo comillas gordas porque todos no lo entendemos igual. Pero cada cual puede buscarse en este práctico y bonito recuadro, sentíos libres de fotocopiarlo si queréis para vuestro uso personal.

Por motivos obvios he dejado a parte lo de "malvado".
Como pasa con los cuadros de alineamiento de personaje, nadie es 100% algo, siempre se es un 50% de una cosa y 50% de otra, porque como seres inteligentes somos tan diversos como complicados. Y sobretodo porque la gente cambia y reacciona de diferente manera según se levanta cada mañana, el ciclo lunar vigente, el indice Dow Jones y la situación geopolítica global en Asia Menor. Pero vamos a dejarnos de ciencia y vamos sin más dilación a lo que nos ocupa... describir los alineamientos.

COMPETITIVO LEGAL

Estos elusivos unicornios frikis existen, pero normalmente son uno entre cada millón de habitantes. Pertenecen a ese tipo de gente con los que da gusto jugar, pero además te pegan una paliza de muerte cada vez que te los cruzas en un torneo, liga o campaña. Además conocen el trasfondo y hasta pintan sus miniaturas, con diferentes grados de éxito.

Como es un tío que te gana ampliamente, sin necesidad de hacer trampa, discutir y sin humillarte. No te importa volver a jugar con él otro día. Además, sabes que no te ha hecho trampas porque te corrige los fallos con educación y te explica las reglas de su ejército para que no tengas dudas de como te está aplastando de forma sistemática.

"Caster kill turno 2"


Su lista de ejército es poco original. Lleva lo que casi todo el mundo que juega con el mismo ejército, pero él lo sabe mover mejor que los demás. Y para prueba de ello, tiene una estantería llena de trofeos al mejor jugador, jugador más deportivo, jugador con mejor olor corporal y elegido de forma unánime como persona por la que pararías una bala si pudieras saltar delante de ella a tiempo.

COMPETITIVO NEUTRAL

Lo primero que piensas de este tipo cuando te lo cruzas, es que se ha equivocado de evento. Porque no se comporta como los demás, aunque no tan elusivo como el caso anterior, también escasean, pero porque los wargames no son su hobby principal. Seguramente le da a muchas otras cosas, pero también le gustan los muñeguitos y de vez en cuando se acerca a algún evento, porque sus colegas no juegan y tiene que hacerlo con desconocidos.



Asi es como sale en la foto del torneo.
Si una palabra describe como es jugar con este tipo, esa palabra es aburrido. Se limita a mover las miniaturas, explicarte vagamente lo que hace y tirar dados. Carece de pasión, no se rie con tus bromas, pero tampoco se enfada, simplemente va haciendo hasta que acaba la partida y si tienes suerte te dará la mano y dedicará media sonrisa.

Su lista es todavía menos original, porque como es un casual, seguramente la ha copiado o se la ha diseñado un colega. Y tienes tantas posilidades de encontrar una mini pintada en su ejercito, como de urgarte en la oreja y sacar un diamante en lugar de cera apestosa.

COMPETITIVO CAÓTICO

Si jugar con el anterior es aburrido, con este tío pasa exáctamente lo contrario. Te lo pasas bien de principio a fin y te lo pasas mejor que con el Competitivo Legal. Porque el Legal es un tio correcto y educado. Pero el Caótico es un puto gamberro que no para de hacer bromas y que le importa un guano como acabe la partida. Ha venido a ganar, pero ha venido más a divertirse y si no te gana a ti, ya crujirá a otro.

Hay muchas posibilidades de que acuda a la partida con resaca, o todavía bajo los efectos de alguna sustancia o de varios chupitos suministrados por el amable camarero del bar de al lado. Además, te toca reconocer que para ir tan perjudicado juega bastante bien, por lo que además no te queda la sensación de que te estás aprovechando de un pobre perturbado.

Su lista, como su caracter, es un puto caos. Lleva cosas que funcionan, pero también lleva cosas que no pintan una mierda ahí, y ni tu, ni él sabes que va a hacer con ellas. Con suerte te hará un hijo de corcho, pero si le crujes debido a que no ha escogido bien la lista, se limitará a encogerse de hombros y a descojonarse.




"Le acabo de pegar un pepinazo a mis propias tropas..."
Además, llevará muchos proxis, miniaturas pintadas con esquemas diferentes, seguramente heredadas de sus colegas, o compradas a diferentes personas en wallapop. Y hay muchas posibilidades de que alguna se desmonte en el transcurso de la partida.

RANCIO LEGAL

Este tipo no te va a hacer trampas, pero sabe dios que tu a él tampoco. No te va a dejar pasar ni una, te va a mirar con microscopio, es posible que calcule tu lista a ojo o directamente saque la calculadora del móvil y la calcule delante de tí para estar seguro de que no te has equivocado. Después te dara una copia impresa de su lista, que te puedes quedar de recuerdo porque lleva copias de sobra para todos sus rivales y para el árbitro.

Te va a explicar con todo lujo de detalles que hace, como lo hace, y cada vez que cometa un error va a bufar y a sisear entre dientes algún insulto para si mismo. Porque no te va a pedir que le dejes rectificar, y no te lo va a pedir porque él no te va a dejar rectificar a ti. Habrá tensión hasta el último segundo de la partida, pero siempre y cuando le quede claro que los dos habéis jugado dentro del marco de la legalidad, la cosa acabará bien.

Te mirará así durante toda la partida...
El problema que tiene el Rancio Legal, es que no es muy buen jugador. Así que su lista irá en concordancia. No es mala, pero no es lo mejor que se puede desplegar. Y aunque no será un pintado espectacular, estará todo pintado. Por si acaso dan puntos de pintura.

RANCIO NEUTRAL

¿Se puede ser rancio y neutral? Se puede, pero proablemente no sabrás quien entra en esta descripción hasta DESPUÉS de haber jugado con él. Y eso se debe a que a este tipo de jugador no le gusta el conflicto, ni discutir y si pregunta algo no lo hará de forma muy insistente. Contestará con un "ajá" le digas lo que le digas y lo anotará mentalmente. Tanto si le dices algo correcto, como si le dices que tus Orkos impactan a 2+ y repitén los 1s para impactar.

Jugar con él es relativamente aburrido, tampoco es una persona apasionada, ni juega especialmente bien. De vez en cuando pondrá alguna cara rara, pero te dejará jugar tranquilamente, hasta corregir algún fallo que has tenido, por realizar algo por un orden diferente al que habías pensado.


"Claro... rectifica... no pasa nada, por ahora al menos..."
Pero prepárate para el despelleje tan pronto acabe la partida, porque no te lo va a decir a la cara, pero cuando vuelva con sus amigos, o se plante delante de un ordenador, te va a sacar la piel a tras. Porque el rancio neutral rajará de tí en todos los foros en los que le dejen entrar y cada pequeña concesión que te ha hecho, se convertirá en post-it con la palabra tramposo en su crónica, que te van a pegar en la frente todos los que la lean.

RANCIO CAÓTICO

El rancio caótico, no es mal chico, pero no tiene muchas luces. Y te vas a dar cuenta tan pronto intente hacer la primera cosa inverosimil con las reglas. Y no és porque tenga mucha imaginación, si no porque no domina las reglas y en su grupo de juego le cuentan muchas trolas. "¿Como que en 8ª no existe la brutalidad acorazada? En mi grupo me atropellan los gantes en todas las partidas. ¿Para que coño me he comprado el Land Raider entonces?" y cosas por el estilo.

"Pero los Land Speeders pueden transportar personajes... ¿No¿"
 Cada vez que le digas que algo no se puede hacer, se justificará diciendo "a mi me lo han jugado así" y se enfadará mucho. Como si fuera culpa tuya que sus amigos lo tomen por tonto y estén todo el día haciéndole trampas. En cuanto le corrijas dos o tres veces, le habrás perdido y va a jugar enfurruñado lo que le quede de partida. Porque le vas a hacer sentir tonto.

Su lista además es bastante mala, aunque supiera jugar correctamente, con esa combinación no irá muy lejos. ¿Motivo? Se la han confeccionado sus amigos tramposetes, seguramente alguno que también está participando en el torneo y le ha preparado algo que puede crujir con mucha facilidad si se lo cruza en algún momento.

TRAMPOSO LEGAL

La contradicción viviente, el tramposo legal. ¿Como es posible? ¿WTF? Es un tramposo, pero te va a invitar a que tu también lo seas. Si una trampa le beneficia a él más que a ti, te animará a que la hagas y te pondrá como excusa "en mi grupo de juego lo hacemos así...", así que es muy posible que sea amigo del rancio caótico.

El tipo mueve las miniaturas sin medir con el metro, tira algún dado de más, se equivoca al sumar, al contar heridas, al interpretar las reglas. Pero no te va a poner pegas si tu tambien lo haces, sobretodo si va ganando. Te dejará corregir los fallos de jugar con prisas, pero no porque le beneficie, si no para no perder él la oportunidad de corregir un fallo cuando le vaya la partida en ello.



"No, ahora no te dejo corregir..."
Por lo que esa cortesía tiene un límite. Y ese límite llega cuando ya no le interese más pasarte cosas. Habrá un momento en que si te deja corregir, o reinterpretar una regla ya no va a ganar. Y en ese instante, dejáis de ser amigos. Además te lo va a argumentar perfectamente y te dirá "...yo te lo dejaría pasar, pero es que entonces me ganas... así que es normal que ya no te deje..." y si es necesario, llamará al árbitro para que le de la razón.

TRAMPOSO NEUTRAL

Este bloque de hielo humano, como todos los neutrales carece de pasión, pero no de propósito. Quiere ganar y para ello evitará darte toda la información posible acerca del coste, reglas o incluso el nombre de sus unidades. Habla poco, mira de reojo y mueve las manos de forma sospechosa.

No te confies, está cambiando el resultado de los dados
mientras no le ves las manos.
Si lo pillas haciéndote la pirula, discutirá un poco, pero no con mucha convicción. Y al final cederá y buscará otro orificio por donde metértela doblada. No vas a jugar a disgusto, porque no le mola discutir, pero no te puedes fiar de él, porque te la va a intentar colar toda la partida de principio a fin. Pero a diferencia de lo que le pasa al rancio neutral, no va a invertir su tiempo en rajarte en la post-partida, quiere desaparecer de la vista lo antes posible e irse a por su siguiente víctima.

Su lista aunque bien pintada y hasta personalizada, es ilegal. O tiene puntos de más, o está equipando las unidades de forma erronea (aunque beneficiosa para él), aplica reglas de ediciones anteriores, o cosas que directamente no existen pero él ha visto en una f.a.q. y no te quepa duda, si os volvéis a cruzar intentará metértela doblada otra vez.

TRAMPOSO CAÓTICO

Más conocido como bomba de relojería con patas o niño-rata de torneo. El tramposo caótico no sabe jugar, no va a aprender en su puta vida y de todo ello tienes la culpa tu. No es que tengas la culpa tu, pero lo tienes delante y te va a tocar pagarlo a ti. A nivel de trampas, es tan tramposo como los dos anteriores, pero lo distingue algo... es muy torpe a la hora de realizarlas.

Como no sabe jugar, tampoco sabe hacer trampas, así que lo pillas constantemente y como le corriges se enfada. Pero es que además, como te acusa de hacer trampas constantemente. Tienes que estar todo el rato explicándole que haces, enseñándole tu libro de reglas y el árbitro no se va a librar de venir dos o tres veces a la mesa. Además, la tensión va a ir subiendo a cada minuto. Porque el tipo se va a ir encabronando cada vez más y más. Empezará a discutir por discutir, a poner malas caras, a tirar los dados con desprecio, y a insinuar que el árbitro y tu sois amigos y por eso siempre te da la razón.



"El plasma se me ha sobrecalentado porque el arbitro es tu amigo..."
La batalla solo tiene dos posibles desenlaces, uno, le dices "vete a tomar por el culo" y le concedes la partida. Porque no merece la pena acabar con una úlcera por terminar la partida con ese tío. O dos, el tipo ve que no te va a ganar por muchas trampas que haga y mucha espuma que suelte por la boca, y es él quien se acaba yendo de la partida todo enfadado. Dando un portazo y dejando las miniaturas abandonadas en la mesa hasta que se fume un par de cigarros y se calme lo bastante para volver a recogerlas.

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Y hasta aquí mi disculpa-reflexión. No todo el mundo es malo en el sector competitivo, hay gente maja, divertida y agradable en los torneos, las ligas y las campañas de tienda de miniaturas. Lamentablemente son la minoría, y en algunos circuitos eso es lo que hace que nunca veas gente nueva. Así que sed majos, sed legales y si os pillan haciendo trampas morded con fuerza la cápsula de cianuro. ¡Que no os cojan con vida!

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