domingo, 26 de junio de 2016

[Sr. Azul] Los Archivos de Gavin Kyle: Alexia Ciannor



Buenas a todos! Estos artículos salían en la revista oficial de Privateer Press, No Quarter.
Como no quiero que se pierda el fabuloso trabajo de traducción que hizo en su día Agrivar, iré publicando poco a poco los que guardé en su día de un antiguo foro. Hoy le toca el turno a una de las mercenarias mas bella a la par que misteriosa de todos los reinos de hierro. Salida del juego de rol y con la trilogia de Fuego de Brujas para darle mas historia a este personaje ha  estado presente desde MK1 y no ha dejado de pisar fuerte en listas TOP10 de torneo Steam Roller en MK2.



ALEXIA CIANNOR Y LA FUEGO DE BRUJAS

Immoren occidental ha visto imperios y naciones alzarse y caer a lo largo de los milenios, y muchas de estas antiguas civilizaciones han dejado tras ellas vestigios de poder maligno a ser descubiertos por los incautos y por los que carecen de escrúpulos. Aunque la magia negra parece a menudo un medio eficaz con el que poder lograr algún anhelado objetivo, la mayoría de las veces acaba consumiendo a aquellos que sacrificaron la precaución a cambio de un fácil acceso al poder. Con demasiada frecuencia estos objetos son descubiertos por quienes son demasiado ingenuos o están demasiado cegados por sus propios deseos y obsesiones como para ser capaces de reconocer el peligro que representan un antiguo artefacto orgoth o un tomo de saber infernal, y, como usted ya sabe, la destrucción que puede provocar una combinación semejante puede ser verdaderamente asombrosa.
Fuego de Brujas, la espada que porta Alexia. Si quereis conocer toda su historia haceros con la trilogia.

Lo que he averiguado acerca de la antigua espada conocida como la Fuego de Brujas y su actual portador me lleva a creer que representa un peligro y una amenaza a una escala que todavía no ha sido completamente apreciada, ni siquiera por aquellos a los que se les ha encomendado su recuperación. Aunque los actos de Alexia Ciannor han servido en ocasiones al bien mayor, creo que a medida que su poder va creciendo, la maligna fuerza de la Fuego de Brujas va creciendo con él.

Mi investigación ha revelado una serie de espeluznantes secretos concerniendo a la historia de Alexia y la de la propia Fuego de Brujas, y creo que ella tiene o pronto tendrá la capacidad para convertirse en una de las mayores amenazas a las que se ha enfrentado Immoren occidental. No puedo hacer suficiente hincapié en la importancia de que usted y aquellos a los que sirve presten atención a la información compilada en este dossier y que usted lleve a cabo las acciones apropiadas mientras todavía esté en su poder hacerlo.

- G.K.

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Cronología de Alexia Ciannor / Fuego de Brujas
La siguiente lista recopila fechas importantes en la historia de Alexia Ciannor y la Fuego de Brujas. Creo que es de suma importancia que conozcamos la historia de la espada si hemos de comprender qué es lo que motiva a su actual portador.
1610 AR: Aunque la Fuego de Brujas nunca llega a ser identificada por su nombre, algunas fuentes apócrifas describen a la Vástago Delesle mostrando una misteriosa espada negra y luego empalándose a sí misma con su hoja como parte del ritual para su ascensión oscura. Dados los poderosos atributos nigrománticos de la Fuego de Brujas, algunos ocultistas creen que la Vástago Delesle fue la creadora de la espada o intervino a la hora de aumentar sus poderes.
1235 AR: Akhet Zerosh, un sacerdote thamarita de bajo rango, se embarcó en una campaña de masacre y utilizó la Fuego de Brujas para asesinar a docenas de sacerdotes menitas y morrowanos. Este baño de sangre sin precedentes permitió a Zerosh subir rápidamente de rango entre las filas de sus hermanos. Parecía estar en la senda de la ascensión oscura cuando fue finalmente ajusticiado por escrutadores menitas. Dado el estado de los registros históricos antiguos, este es el único portador registrado de la Fuego de Brujas conocido antes de la era actual.
1015 AR: Bajeles pirata al servicio de Lord Borges Moorcraig atacaron la nave mercante Promesa de Thuria en el Golfo de Mediobanco. Su tripulación fue asesinada, y su carga fue capturada. Monjes morrowanos sirviendo al Asc. Deloth preservaron un manifiesto de carga procedente de un monasterio que estaba cerca de Guardaoccidente y que confirmaba que la Promesa de Thuria transportaba la Fuego de Brujas en su bodega.
1000 AR: Moorcraig fue uno de los pocos reyes pirata que se negó a arrodillarse ante Lord Toruk cuando el Padre de Dragones reclamó como suyas las islas Scharde. Por semejante insolencia, Toruk destruyó el Castillo Moorcraig y a Lord Moorcraig con él. La Fuego de Brujas permaneció perdida dentro de las catacumbas bajo el castillo durante 1600 años. Todo indica que los señores liche nunca llegaron a ser conscientes de su existencia.
586 DR: Nacimiento de Alexia Ciannor.
591 DR: Tras descubrir una transcripción del manifiesto de carga original de la Promesa de Thuria, Dexer Sirac dirigió una tropa de mercenarios hasta las ruinas del Castillo Moorcraig para recuperar un antiguo artefacto. Únicamente Dexer Sirac, el infame francotirador Kell Bailoch, y dos mercenarios llamados Dirst y Lank regresaron de esta misteriosa expedición. Durst y Lank no tardaron en morir en circunstancias sospechosas. 
El único superviviente de la recuperación de Fuego de Brujas, este tio es como las cucarachas...
591-593 DR: Dexer Sirac aprovechó su puesto en la Inquisición para ejecutar a un número indeterminado de arcanistas hallados culpables de brujería, empleando la Fuego de Brujas como el instrumento de ejecución.
593 DR: Los juicios por brujería del Aquelarre de Corvis. Cinco mujeres fueron acusadas de brujería, incluyendo a Lexaria Ciannor, la madre de Alexia. Las mujeres fueron declaradas culpables y decapitadas. De nuevo, Dexer Sirac, empleó la Fuego de Brujas para llevar a cabo las ejecuciones. El ritual de la ejecución liberó una descarga masiva de energía que dejó inconsciente al Inquisidor Jefe Sirac. Los guardaespaldas del Magistrado Ulfass Borloch se llevaron a Sirac de la escena y dejaron atrás la Fuego de Brujas.
593 DR: El Prelado Pandor Dumas, tío de Alexia y jefe de la Iglesia Morrowana en Corvis, recuperó la Fuego de Brujas del lugar de la ejecución del Aquelarre de Corvis. Empleó su influencia para que el cuerpo de Lexaria Ciannor fuera enterrado en la Gran Catedral de Corvis, mientras que las otras cuatro brujas fueron enterradas fuera de la ciudad. Dumas sepultó la Fuego de Brujas bajo la tumba de Lexaria porque “su naturaleza le perturbaba y sentía que estaría mejor guardada bajo suelo consagrado”.
594 DR: Alexia Ciannor fue enviada a vivir con su tío, el Prelado Dumas. La Inquisición fue disuelta cuando Leto fue hecho rey. Muchos inquisidores fueron arrestados y ejecutados mientras que otros como el Inquisidor Jefe Sirac se convirtieron en criminales buscados.
602 DR: Se descubrió una serie inexplicable de robos de tumbas por todo Corvis. Entre las tumbas saqueadas estaba el lugar que contenía a los cuatro miembros del Aquelarre de Corvis.
602 DR, Noche más Larga: Centenares de no-muertos asaltaron la Capilla de Morrow en Corvis, se presume que procedentes de las cercanas ruinas de Fuerte Rhyker. La tumba de Lexaria Ciannor fue profanada, su cuerpo y los cuerpos de sus hermanas de aquelarre fueron sustraídos, y la Fuego de Brujas fue robada.
603 DR: Agentes de la ahora proscrita Inquisición, dirigidos por Dexer Sirac operando bajo el alias de Vahn Oberen, se infiltraron en Corvis. Tomaron el control de la ciudad con la ayuda y colaboración del Magistrado Borloch y se prepararon para la llegada de un ejército skorne dirigido por Vinter Raelthorne. Los esfuerzos de Vinter Realthorne se vieron frustrados cuando Alexia Ciannor utilizó la Fuego de Brujas para levantar la Legión de las Almas Perdidas para ayudar a la ciudad* durante la Batalla de Corvis.
603 DR: Después de la Batalla de Corvis, Alexia entregó la Fuego de Brujas y la Iglesia de Morrow tomó custodia de la espada. El Sumo Prelado Dumas envió la espada hacia el sur con la intención de que fuera puesta a buen recaudo en el Sancteum.
604 DR: Alexia atacó la caravana que transportaba la Fuego de Brujas hacia el Sancteum y robó la espada. Este acto le granjeó la enemistad de la Orden del Esclarecimiento, la cual recibió permiso de la Iglesia de Morrow para emplear la fuerza la hora de recuperar la espada.
604 DR – Presente: Mientras huye de la Orden del Esclarecimiento, Alexia sobrevive vendiendo sus servicios como mercenaria. Sus clientes parecen ser aquellos suficientemente desesperados como para hacer uso de sus poderes nigrománticos para destruir a sus enemigos.
* La “Legión de las Almas Perdidas” sería merecedora de otro dossier dedicado exclusivamente a ella. El Sancteum posee registros sobre este fenómeno sobrenatural. Se da por supuesto que los muertos revividos por Alexia para defender Corvis procedían de una compañía mercenaria llamado los Eternos que hace mucho tiempo estuvo al servicio de Cygnar, y que fue destruida mientras servía a Malagant el Torvo. Fueron sepultados en una tumba secreta en 295 DR después de un conflicto fronterizo entre Cygnar y Khador. Su tumba fue construida siguiendo las instrucciones de toda una hueste de arcontes morrowanos que profetizaron que llegaría el día en que los muertos “se alzarían de nuevo para mantener a raya a las fuerzas de la oscuridad”.
Alexia y la legión de las almas perdidas. Una panda muy animada!
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Creo que es de una importancia crucial entender primero la historia de la Fuego de Brujas y luego examinar cómo su historia acabó entrecruzándose con la de Alexia. Esto es imprescindible para poder dictaminar el calibre de la amenaza que juntas representan.

Como con tantos artefactos antiguos, adivinar los orígenes de la Fuego de Brujas es parecido a intentar rastrear un único grano de arena en medio de la Marca de la Piedra Sangrienta. Aún así, no carezco de recursos, y hay toda una serie de mitos y leyendas que hablan sobre la historia de la espada – aunque pocos de ellos son fiables de forma individual.

La primera y vaga mención de la Fuego de Brujas se atribuye a la Vástago Delesle, la Patrona thamarita de la Nigromancia. La leyenda dice que ella blandía una “espada negra” que posteriores seguidores creyeron que era la Fuego de Brujas. No está claro qué uso concreto le dio a esta espada, pero Delesle tomó parte en el asesinato de docenas de sacerdotes menitas, y se dice que en el momento de su ascensión oscura se empaló ella misma con su negra espada. Algunos de sus seguidores creen que el poder de esta espada negra y las muertes combinadas de sus enemigos ayudaron a desencadenar su transformación en un vástago, punto en el cual ella se unió a su oscura señora en Urcaen.

El siguiente documento fue cogido de un antiguo conjunto de pergaminos thamaritas, y su autor asegura haber estado presente durante la ascensión de Delesle.

- G.K.


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… y Delesle desenvainó la espada negra y la sostuvo en alto. Ella pronunció las palabras de poder y la hoja se encendió con fuego. Un gran lamento salió de las gargantas de los sacerdotes del Creador cautivos cuando la espada fue blandida, y se debatieron desesperadamente contra las cadenas que los sujetaban.

Delesle sintió el toque de la Tentadora sobre ella; la espada era el recipiente del Gémelo Oscuro, y la sangre de los fieles al Creador lo llenaría hasta el borde. Delesle golpeó al primer sacerdote con un grito de júbilo, y su sangre relució brillante contra el filo de ébano. La espada se alzó y cayó una y otra vez a medida que sus hambrientas llamas devoraban a los sacerdotes en mente, cuerpo y alma. Pronto Delesle estuvo bañada en la esencia escarlata del enemigo, y sintió una gran fuerza y poder despertando dentro de ella.

Delesle hizo entonces una señal a sus sirvientes – aquellos fieles considerados suficientemente dignos como para ayudarla en su momento de más gloria. Uno por uno se arrodillaron ante ella, y la espada negra probó su carne y se apodero de sus vidas y su fuerza. Y entonces no quedó más que una vida por ofrecer, un alma más para satisfacer al Gemelo Oscuro y ganarse su favor. Delesle giró la negra hoja en sus manos y situó su ardiente punta contra su pecho. Lanzó un grito de regocijo y hundió la espada profundamente en su carne.

Pero los inmortales no pueden morir, y Thamar se sintió complacida con la ofrenda de Delesle. Ella fue llevada hasta el regazo de nuestra señora para convertirse en una Vástago de Thamar. Fue hecha de nuevo y trascendió la tosca carne mortal que debemos soportar hasta el día en que nos unamos a Thamar en Urcaen o nos sumamos en el olvido del fracaso.

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Evidentemente os llamará la atención las descripciones de una “espada negra” utilizada en el sacrificio ritual de sacerdotes menitas. Aunque la espada mencionada en el documento no es descrita por completo, no soy el primero en sospechas que podría ser la Fuego de Brujas. La espada es descrita como “devorando” las mentes, cuerpos y almas de las víctimas de la Vástago – su esencia, por así decirlo. Este rasgo es atribuido también a la Fuego de Brujas.

Pienso que la evidencia circunstancial es suficientemente sólida como para sugerir que la Vástago Delesle pudo haber blandido la Fuego de Brujas durante su vida. Hay fragmentos de saber thamarita que llegan incluso a sugerir que esta espada fue creada por Delesle, pero teólogos y estudiosos más imparciales señalan que su elementos y marcas decorativas proceden de una era anterior. No me siento inclinado a intentar adivinar los verdaderos orígenes de la Fuego de Brujas y, sinceramente, su procedencia poco importa en este punto más allá de para satisfacer una curiosidad sagaz. Hay quienes han señalado que el arma muestra parecidos con el armamento orgoth. Aunque esto es cierto, los registros más antiguos de incidentes atribuidos a l espada tuvieron lugar hasta mil años antes de que los orgoth llegaran a nuestras orillas, de forma que estoy inclinado a creer que el arma no tiene ninguna conexión directa con esos opresores.

- G.K.


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El capellán Irun fue mantenido en su sitio y obligado a arrodillarse por dos discípulos que empujaron su cabeza hacia abajo y ofrecieron la base de su cuello al Prelector Zerosh. Los lloriqueos del capellán levantó ecos por toda la cámara, y la sangre de sus hermanos se acumuló en un charco alrededor de sus rodillas, derramada momentos antes por la gran espada negra empuñada por las manos del prelector. Diez sacerdotes en total habían perecido bajo su filo, y a través de ella, Zerosh se había apoderado de su fuerza – por pobre que fuera – y añadido a la suya. Ahora sólo quedaba el capellán.

El Prelector Zerosh dio un paso adelante y situó la punta de la espada negra bajo la mandíbula del capellán, obligándole a levantar la cabeza. Patéticas súplicas de clemencia partieron de los labios de Irun. El prelector se sentía disgustado por la cobardía del morrowano, y maldijo al capellán por su debilidad mientras alzaba sobre su cabeza la negra hoja. La espada descendió como un borrón oscuro, y la cabeza de Irun se separó de su cuerpo con un surtidor de sangre que salpicó los brazos y cara del prelector.

El cuerpo descabezado del capellán cayó hacia adelante, y la cámara quedó repentinamente llena de un silencio que estaba preñado con poder y miedo. La negra espada en las manos del Prelector Zerosh se encendió de repente con unas llamas espeluznantes, y él cayó de rodillas lanzando un grito orgiástico. Las llamas saltaron entonces de la hoja para rodearlo por completo, iluminando el cuerpo del prelector con un infernal fuego rojo. Las llamas brillaron intensamente por espacio de un latido de corazón y luego desaparecieron, dejando intactas la carne y las ropas del prelector. Cuando el Prelector Zerosh se puso de pie, sus ojos relucían con una cualidad innombrable, como si las llamas de la espada rugieran ahora en su interior. Se giró hacia los fieles y pronunció únicamente una palabra: “Más”.

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Los incidentes más ampliamente documentados en los que participara la Fuego de Brujas tuvieron lugar unos 400 años después de la ascensión oscura de Delesle. El portador de la espada más infame de todos fue un sacerdote thamarita que respondía al nombre de Akhet Zerosh y que utilizó la Fuego de Brujas para embarcarse en una sangrienta cruzada contra el sacerdocio tanto de Menoth como de Morrow.

Aunque existen breves menciones de la cruzada de Zerosh en muchos tomos históricos, en un raro volumen thamarita titulado el “Tomo de Desafío” puede encontrarse una narración de los hechos sumamente detallada. Una de las últimas copias de este libro que se conservan, la mayoría de las cuales fueron destruidas por la Inquisición, está al cuidado del Sumo Prelado Dumas en Corvis. El tomo estaba entre las pertenencias de Dexer Sirac recuperadas tras la Batalla de Corvis.

Aunque no explica cómo llegó a sus manos la espada, la crónica contaba el uso que Akhet Zerosh hizo de la Fuego de Brujas durante su ascenso al poder entre los thamaritas y documenta un sanguinario reinado de terror en el que presuntamente asesinó a centenares de sacerdotes menitas y morrowanos. La crónica describe con gran detalle la forma en que estos sacerdotes eran ofrecidos a Thamar en sacrificio ritual, con la Fuego de Brujas sirviendo como el instrumento de su ejecución. Creo que este tipo de ceremonia sacrificial permite a la Fuego de Brujas absorcer la esencia de aquellos a los que mata y transferir parte de su poder a quien la esgrime. Esto ayudaría a explicar el meteórico ascenso al poder de Akhet Zerosh.

- G.K.


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El siguiente pasaje del Tomo del Desafío describe una escaramuza entre fuerzas thamaritas y morrowanas durante el cual Zerosh, ahora elevado al rango sacerdotal thamarita de cantor, utilizó el poder de la Fuego de Brujas para animar a los muertos. La Fuego de Brujas es descrita con bastante detalle, dejando pocas dudas de que Akhet Zerosh llegara a blandir la espada y hecho uso de su poder para establecerse a sí mismo como un poderoso sirviente de Thamar. Nótese que aunque las leyendas rodeando esta espada suelen hablar frecuentemente de su presencia agitando a los muertos para que caminan, esta es la primera mención registrada de este proceso siendo iniciado de forma deliberada.

- G.K.


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El Cantor Zerosh permaneció inmóvil ante todo el poderío de la hueste morrowana. Los cuerpos de los fieles fueron apilados a sus pies, desgarrados y quebrados por las espadas y lanzas de los seguidores de la Traidora. Sacó de su funda la espada negra para enseñar a los morrowanos las tenebrosas profundidades de su filo de ébano, las lenguas colgantes de los diablillos que servían de guarda de la hoja, y las temblorosas llamas que la recorrían a lo largo. Los morrowanos retrocedieron un paso mostrando su temor ante la visión del elegido de Thamar y su oscura espada. Balbucearon oraciones a su inútil dios, y el hedor de su miedo bastó para levantar el ánimo a los fieles de Thamar.

Fue entonces cuando el Cantor Zerosh reveló otro de los oscuros milagros de la espada – un secreto que le fue revelado durante sus más fervientes plegarias a Thamar. Las palabras que surgieron de sus labios hirieron el aire con un poder oscuro, y a sus pies los muertos se agitaron. Como uno solo, los cadáveres tanto de thamaritas como de morrowanos se alzaron a la orden del Cantor Zerosh, tomaron sus armas y avanzaron hacia la hueste morrowana.

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Aunque hay pistas y rumores sobre otros individuos que blandieron la espada, no hay nada concreto en los registros históricos de los siguientes 200 años, hasta el momento en que la Fuego de Brujas aparece, de todas las cosas posibles, en un manifiesto de carga, en el año 1015 AR. Sólo la diligencia de los monjes-escribas del Ascendido Doleth – que atesoran todos los documentos náuticos – pudo preservar y más tarde transcribir este manuscrito en todos los demás aspectos indigno de mención. Una nave llamada Promesa de Thuria aparentemente transportó la Fuego de Brujas en su bodega. El arma fue mencionada como parte de un cargamento compuesto por otros “objetos de valor histórico destinados a su venta en Caspia”. Parece probable que tanto quienquiera que enviara la espada como el capitán del navío no tenían ni la más mínima idea de su importancia y la consideraban solamente una reliquia familiar potencialmente valiosa. Entre las pertenencias de Dexer Sirac se encontró también una copia de este manifiesto de carga. Fue confiscada por la Iglesia de Morrow junto con su diario, el cual demostró ser una generosa fuente de información sobre la Fuego de Brujas.

Aparentemente Sirac había estado buscando la Fuego de Brujas por algún tiempo y había acabado recurriendo a varias fuentes de información inesperadas – thamaritas, infernalistas, y otros individuos nefandos a los que su orden había jurado encontrar y destruir – en busca de cualquier fragmento de información concerniendo la espada. Dada su posición como jefe inquisidor bajo el Rey Vinter IV, se encontraba en una posición única para investigar el rastro de la espada. Esta entrada de su diario relata su descubrimiento del antiguo manifiesto de carga.
  - G.K.

Primera miniatura de Alexia hecha par el juego Iron Kingdoms de rol.
 

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17 DE CASTEUS, 591 DR

Parece casi un desperdicio que deba disponer de Gorzen después de que mostrara ser tan útil. El descubrimiento del manifiesto de carga de la Promesa de Thuria fue, debo admitirlo, la última pieza vital de información que yo necesitaba. Sin embargo, los hombres de su calaña y predilecciones no tienen cabida en el nuevo orden de Vinter, y me enorgullezco un poco de haber sido capaz de emplear a un hombre tan miserable para que sirva a un bien superior.

La información de Gorzen no revela cómo llegaron el Promesa de Thuria y su capitán a quedar en posesión de la espada, pero eso apenas importa. Lo que importa es que Gorzen fue capaz mientras atravesaba el Golfo de Mediobanco la nave fue atacada por merodeadores marítimos bajo el mando del infame rey pirata Borges Moorcraig. Los piratas capturaron la Promesa de Thuria y todo el contenido de su bodega. Sólo puedo suponer que la Fuego de Brujas fue llevada al Castillo Moorcraig junto con cualquier otra cosa de valor a bordo de la nave capturada. Durante mucho tiempo me he preguntado por qué no ha habido ninguna señal de la espada durante tanto tiempo. Temí que hubiera sido destruida, incluso aunque otras fuentes insistieran en que no lo había sido. Dado que el Castillo Moorcraig fue arrasado por Lord Toruk cuando el rey pirata se negó a “hincar la rodilla” y el Padre de Dragones ha prohibido a sus siervos que pongan pie en esas ruinas, creo que la espada debe seguir allí. Los esbirros de Lord Toruk nunca permitirían que semejante arma y herramienta permaneciera ociosa, lo que significa que la cámara del tesoro de Moorcraig no ha sido tocada. Casi no me importa qué otras reliquias de valor incalculable puedan yacer en su interior. Lo único que importa es la Fuego de Brujas.

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Con la localización de la Fuego de Brujas conocida por él, parece que Dexer Sirac se concentró en la tarea de recuperarla de las ruinas del Castillo Moorcraig. Una expedición dentro de aguas cryxianas en busca de las ruinas de un castillo destruido por el mismísimo Lord Toruk no es una tarea que llevar a cabo a la ligera – o una con muchas posibilidades de tener éxito. Sin embargo, si algo era Dexer Sirac fue atrevido y seguro de sí mismo, y aunque su diario no nos cuenta los detalles de su viaje a Moorcraig, encontré una interesante fuente que sí lo hacía.

Dexer Sirac fue conocido por trabajar con el infame asesino Kell Bailoch y aparentemente confiaba en él (tanto como era capaz de confiar en alguien) para manejar situaciones demasiado importantes como para asignarlas a esbirros menos importantes. La que sigue es una carta de Kell Bailoch a Dexer Sirac concerniente a la expedición a Moorcraig.

- G.K.


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21 DE TEMPEN, 591 DR

Dexer,

Tu tarifa es aceptable para las tareas descritas en tu misiva. Aceptaré la suma de 200 coronas de oro para servir como tu “guardaespaldas”.

Deseo sinceramente que tengas alguna idea de cómo infiernos vamos a cruzar aguas cryxianas, desembarcar en una tierra dejada de la mano de los dioses a la que el mismísimo Lord Toruk ha prohibido la entrada, y luego saquear las profundidades de alguna ruina infectada.

Confianza no es exactamente lo que estoy sintiendo hacia esta correría tuya – especialmente dado que la tripulación que has contratado para la Dama del Océano está compuesta por alguna de la peor escoria del reino. Es evidente que has escogida una tripulación a la que nadie echará de menos. Estoy seguro de que no albergas ninguna mala intención hacia mi persona, dado que hemos trabajado juntos tan bien en el pasado. Sin embargo, deberías saber que he hecho una copia de esta carta – a la que he añadido unos pocos detalles concerniendo algunos de mis pasados trabajos para ti – y la he dejado en manos de alguien en quien confío (le he pagado una cuantiosa suma) con instrucciones para que envíe la carta al rey en caso de que yo no regresara de nuestra pequeña aventura juntos.

Muchas gracias por haberme hecho llegar esta oportunidad. No tengo ninguna duda de que será un placer trabajar contigo de nuevo.

Tu amigo y aliado,

Kell Bailoch

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Dexer Sirac nunca habló abiertamente sobre la Fuego de Brujas y claramente tenía la intención de usar su poder en secreto para su propio beneficio. “Ocultó” la espada a plena vista utilizándola en el cumplimiento de las tareas de su cargo. Mientras examinaba los casos en los que participó, me percaté de un marcado aumento en la participación personal de Sirac en las ejecuciones de hechiceros que tuvieron lugar después de 591 DR. Antes de esta fecha, muchas de estas tareas fueron encargadas a subordinados. El último y ahora más infame caso en el que participó fue el caso de los Juicios por Brujería del Aquelarre de Corvis en 593 DR, donde cinco mujeres fueron ejecutadas con la espada – una de ellas la madre de Alexia, Lexaria Ciannor.

Tras haber examinado el Tomo de Desafío, puedo asegurar que Dexer Sirac estaba utilizando la Fuego de Brujas para robar el poder y la fuerza de arcanistas dotados para aumentar su propia habilidad. Más aún, pienso que fuimos todos muy afortunados de que el ritual que intentó llevar a cabo durante los Juicios por Brujería de Corvis era demasiado potente para que él lo pudiera manejar y que Dexer Sirac perdiera la posesión de la espada. Resulta evidente que Dexer Sirac tenía la intención de alcanzar niveles de poder similares al de Akhet Zerosh – una idea aterradora para la Cygnar de Vinter IV. Me preguntó si el Golpe del León podría haber terminado de forma diferente si el Rey Vinter hubiera tenido acceso a un aliado semejante.

Los sucesos de los Juicios por Brujería del Aquelarre de Corvis están bastante bien documentados. Sin embargo, el siguiente relato – de uno de los guardias personales del Magistrado Ulfass Borloch – se centra en las propias ejecuciones. El guardia, un tal Darius Mosley, actualmente está pasando el resto de su vida pudriéndose en Isla Arenasangrienta por su participación en los crímenes del Magistrado Borloch. Conseguí conversar brevemente con él y estuvo bastante dispuesto a hablar sobre los acontecimientos de los Juicios por Brujería del Aquelarre de Corvis. El siguiente texto es una transcripción detallada de la conversación que mantuve con Mosley. En él, creo que encontrará algunos corolarios fascinantes entre la ejecución ritualizada de las cinco mujeres acusadas de brujería efectuada por el Inquisidor Jefe Sirac y las matanzas perpetradas por Akhet Zerosh.

- G.K.


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Realmente no debería hablar sobre esto, ¿sabes? Borloch nos pagó a Viran y a mí cinco coronas para que mantuviéramos la boca cerrada acerca de lo que sucedió esa noche. Pero ahora estoy encerrado aquí y casi todos los demás que estuvieron metidos en ese desastre han muerto. Quizás me reduzcan la sentencia si te cuento lo que recuerdo.

Esas mujeres eran culpables. Estoy seguro de ello. Cuando el Magistrado Borloch leyó en voz alta la lista de sus crímenes, yo apenas podía esperar a ver sus cabezas separándose de sus cuellos. Aún así, no fue como cualquier otra ejecución que yo hubiera visto antes. Para empezar, nunca le encontré ningún sentido a porqué tuvimos que hacerlo afuera en el bosque. Ya habíamos ejecutado brujas antes, y siempre se había hecho en la plaza pública. La gente necesita ver ese tipo de cosas.

Arrastramos a esas mujeres al interior del Bosque del Viudo hasta un lugar que había sido preparado. Era un cementerio, y uno realmente viejo. La mayoría de las tumbas eran sólo montículos cubiertos de musgo. Era obvio que no había sido usado en siglos. Sin embargo, era un lugar fantasmagórico. Eso lo recuerdo bien.

El inquisidor ya estaba allí cuando llegamos, y tenía desenvainada esa gran espada negra y la estaba sujetando entre sus brazos. Era una cosa con un aspecto siniestro. Las mujeres fueron conducidas al interior de una zona donde la hierba había sido quemada, un claro circular de unos diez pies de diámetro. Se suponía que Viran y yo íbamos a encargarnos de sujetar a las mujeres para que el verdugo pudiera blandir su espada, pero al final resultó que no fue necesario. Las mujeres se limitaron a arrodillarse, inclinaron sus cabezas, y le dejaron hacer su trabajo. Fue como si no quisieran seguir viviendo más.

Todo lo que sucedió durante esa ejecución fue extraño. El inquisidor estuvo todo el rato murmurando en un extraño lenguaje que ninguno de nosotros había oído antes. Era profundo y gutural, y casi sonaba como si estuviera gruñendo en vez de hablando. Cada vez que le cortaba la cabeza a una de las bruzas, murmuraba o cantaba más alto, y esa espada suya brillaba durante uno o dos segundos. Entonces el inquisidor se tambaleaba un poco, como si ese brillo le estuviera arrebatando parte de sus fuerzas. Pero no fue hasta la última mujer – recuerdo que era la más bonita del grupo y la única que miró al inquisidor a la cara – cuando todo se fue al infierno. Para cuando el inquisidor llego a ella, estaba temblando con fuerte que apenas era capaz de sujetar la espada y su cántico era corto y rápido como si se estuviera quedando sin aliento. Cuando finalmente le cortó la cabeza a la última bruja, la espada se encendió en llamas y él cayó de rodillas. El inquisidor interrumpió su cántico en ese preciso momento, y cuando lo hizo, las llamas saltaron de la espada a él y lo envolvieron por completo. No parecían quemarle, pero te aseguro que él gritaba como si estuvieran haciéndolo. Finalmente las llamas se apagaron, y el cayó de cara contra el suelo, completamente inconsciente.

Todo este asunto pareció haber hecho que el magistrado se meara en los pantalones, y nos ordenó a Viran y a mí que recogiéramos al ejecutor y lo lleváramos a la mansión de Borloch. Dejamos la espada y los cuerpos donde se habían quedado - el magistrado tenía una prisa espantosa por salir de allí.

Creo que esas mujeres merecían morir, pero si tengo que decirte la verdad, había algo “equivocado” en esa ejecución. No fue justicia lo que se aplicó allí; fue alguna otra cosa, algo que tenía que ver con esa condenada espada y quienquiera que fuera ese inquisidor.

La última cosa que recuerdo de esa noche fue algo también muy extraño. Mientras nos estábamos llevando al inquisidor, oí llorar a una niña pequeña. Repetía todo el rato: “Mamá, mamá” una y otra vez. No estoy seguro de si fueron imaginaciones mías o si había realmente una niña en el bosque con nosotros. Espero que no; lo que sucedió allí fue algo que no debería ver ningún niño.

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Después de que Dexer Sirac fuera apartado del lugar de la ejecución, el Prelado Pandor Dumas y sus acólitos morrowanos llegaron y recuperaron los cuerpos de las cinco mujeres. También tomaron posesión de la Fuego de Brujas. El Prelado Dumas era el cuñado de Lexaria Ciannor, pero durante el juicio había sido exonerado de cualquier acusación de complicidad con las brujas. Creo que el Prelado Dumas no tenía ningún conocimiento de los poderes de la espada. Cuando ha hablado sobre este tema, ha afirmado que sintió que la espada era malsana debido a su conexión con las ejecuciones, y que esta es la razón por la que la sepultó en suelo consagrado cerca del cuerpo de su cuñada en la Gran Catedral de Corvis. Se ha mostrado contrito por el hecho de que ella fuera enterrada allí en lugar del mucho menos prestigioso lugar de sepulcro fuera de la ciudad escogido para los demás miembros del aquelarre. Este trato de favor para los familiares del sacerdocio no es raro.

La ahora huérfana Alexia fue enviada a vivir junto a su pariente vivo más cercano, el Prelado Dumas. La Iglesia de Morrow probablemente creyó que Dumas ejercería una influencia positiva sobre Alexia y subvertiría cualquier posible “mácula” hechicera que le hubiera podido transmitir su madre.

La siguiente carta enviada por Dumas a su superior en Fharin menciona algunas de las dificultades que tuvo con su joven sobrina poco después de haberla tomado bajo su custodia. Opino que esta carta y el testimonio del guardia de Borloch dejan pocas dudas acerca del hecho de que Alexia fue testigo presencial de la ejecución de su madre. Y sólo puedo imaginar qué efecto pudo tener eso en ella.

- G.K.

I'm sexy and i kown it!
 

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FECHA: 11 DE ROWEN, 591 DR
A: VICARIO CECILY APPLEWHITE, CONCILIO DEL VICARATO DE FHARIN – DE: PRELADO PANDOR DUMAS

Vicario,

Debo admitir con cierta vergüenza que os envío esta carta sabiendo del cierto que tenéis asuntos mucho más importantes que atender. Sin embargo, me dirijo a vos no como vicario de nuestra sagrada iglesia, sino en un papel que sé que consideráis igual de importante. Me dirijo a vos como madre que ha criado a dos hijas hasta que alcanzar la edad adulta, ambas de las cuales han hecho que su madre se sienta orgullosa de ellas.

Como vos ya sabéis, me han concedido la custodia de mi joven sobrina Alexia después de que su madre fuera acusada y ejecutada por el crimen de brujería. Alexia se ha visto profundamente afectada por la muerte de su madre, y encuentro que mis pobres habilidades en lo que concierne al cuidado de un niño son completamente inadecuadas a la hora de proporcionar cualquier tipo de consuelo a la pobre niña.

Ella se muestra retraída y sin ánimos, y se niega a tener nada que ver con otros niños. Apenas habla, y sólo con grandes dificultades consigo convencerla de que coma justo lo suficiente para conservar sus fuerzas. Sin embargo, esto no es lo peor de todo. Casi cada noche se despierta gritando de terribles pesadillas, pronunciando con frecuencia el nombre de su madre. Otras veces, la oigo hablar en sus sueños, de nuevo murmurando el nombre de su madre y… otros nombres. Juro que hace unas pocas noches la oí mencionar en sus sueños el nombre del Magistrado Borloch. Yo pensaba que había logrado aislarla de los acontecimientos relacionados con el juicio de su madre, pero tal vez he fracasado.

Lo que más me preocupa es una serie de señales perturbadoras indicando que Alexia podría haber heredado los talentos para la hechicería de su madre. El más inquietante de esas señales es que Alexia parecía conocer la muerte de su madre y ciertos acontecimientos relacionados con la ejecución antes de que yo le hubiera contado nada. En esa terrible noche, regresé a mi hogar para encontrarme a Alexia despierta y sentada sobre su cama a oscuras. Yo tenía que contarle que su madre había fallecido… ¡Que Morrow me ayude, tener que contarle a un niño un suceso tan terrible! Pero antes de que yo pudiera decir una palabra, Alexia dijo: “Está muerta, tío. La sentí morir, tío, bajo esa espada negra. La sentí morir.”

No sólo sabía que su madre había sido ejecutada, sino que también conocía el lugar y la forma en que habían tenido lugar la ejecución, incluyendo una descripción de la espada que había acabado con la vida de Lexaria. Añadamos a eso su críptica afirmación de haber sentido a Lexaria morir, y me veo obligado a preguntarme si la niña acaso posee algún tipo de habilidad presciente parecida a los talentos de su madre.

Como vos ya sabéis, mi catedral ha estado escasa de personal y ya he pedido que me envíen ayuda adicional. No os escribo para recalcar ese punto, sino simplemente para indicar que la tarea de atender a mi rebaño ha requerido la mayor parte de mi tiempo y me ha dejado poco tiempo libre para atender las necesidades de la niña. Teniendo en cuenta el estado cada vez peor de Alexia y el extraño incidente que os he descrito más arriba, me pregunto si le estoy haciendo algún bien a la niña manteniéndola aquí conmigo. Quizás ella estaría mejor viviendo en un orfanato morrowano donde aquellos acostumbrados a tratar con niños en su condición podrían ayudarla a superar su pena… y protegerla de la tentación de utilizar cualquier habilidad de hechicería que pueda poseer.

Como siempre, confío en su juicio de forma explícita, y su consejo en estos asuntos me resultará de un valor incalculable.

Suyo en Morrow,

Prelado Pandor Dumas

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Por supuesto, el Prelado Pandor Dumas no apartar a Alexia de su lado, y aunque algunos lo han criticado por no haberlo hecho, pienso que todos podemos considerarnos afortunados de que la hubiera mantenido con él. Sin su influencia, pienso que Alexia podría haber sucumbido más fácilmente a las tentaciones de utilizar la Fuego de Brujas para cometer males mayores. Creo que el tiempo que ella pasó con su tío – conocido por todos como un hombre amable y justo fuerte en su fe – es responsable en gran medida de la contención que ella ha mostrado. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si esta contención está siendo erosionada de forma inexorable cuanto más tiempo posea ella la Fuego de Brujas.

- G.K.


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No hubo más cartas que hablaran del “estado cada vez peor” de Alexia. Pienso que ella encontró alguna forma de soportar la muerte de su madre y pareció tener una niñez normal por lo menos en la superficie. Sin embargo, creo que hay pocas dudas de que albergaba en su interior una obsesión creciente hacia su madre muerta y una habilidad cada vez más grande en las artes de la hechicería, las cuales parece haber ocultado a su tío. El Prelado Dumas parece haberse sentido sinceramente asombrado al descubrir las acciones de su sobrina durante la Noche más Larga de Corvis de finales del 602 DR. Vale la pena mencionar que fue él quien inició la investigación de los robos de tumbas que tuvieron lugar por todo Corvis durante esta época, y que claramente no anticipaba que el culpable pudiera ser su propia sobrina.

Durante las festividades de las celebraciones de la Noche más Larga, una horda de muertos andantes se alzó de la infraciudad para asaltar Corvis y para provocar el caos más absoluto. Su objetivo no estaba claro, pero una gran cantidad de no-muertos convergió en la Catedral de Corvis en la que casualmente estaban enterradas tanto la Fuego de Brujas como la madre de Alexia.

El plaga de no-muertos que asedió Corvis fue rechazada en gran medida por la Guardia de la Ciudad, dirigida por Julian Helstrom, pero también por miembros de la Orden Fraternal de Hechicería y otros. Los magos recorrieron la ciudad durante la noche y destruyeron a los muertos andantes con descargas de fuego arcano o proyectiles de relampagueante magia. Uno de estos valientes magos fue el Magus Lorimer Kex, quien estuvo apostado cerca de la Catedral de Corvis. Su informa al sumo magus concerniente a los acontecimientos de esa noche contiene algunas observaciones interesantes – observaciones que dejan poca duda de que este fue el lugar y momento en el que Alexia tomó posesión por vez primera de la Fuego de Brujas.

- G.K.


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Fecha: 23 de Ashtoven, 602 DR
A: Sumo Magus Wyatt Sunbright
De: Magus Lorimer Kex

Perdóneme por la tardanza de mi informe mensual, Sumo Magus. Escogió un momento propicio para estar de negocios bien lejos de Corvis, puesto que los acontecimientos en la ciudad han sido más bien agotadores. El archivista jefe de la logía ya os habrá enviado un informe completo acerca de los muertos andantes que asaltaron la ciudad durante la Noche más Larga. Mi informe, sin embargo, contiene varias observaciones adicionales sobre este suceso que tal vez juzguéis interesantes.

Poco después de que los no-muertos atacaran, fui enviado junto con otros dos magi a proteger la Gran Catedral. Los no-muertos, aunque esparcidos por toda la ciudad, parecían estar convergiendo en el área alrededor de la catedral. Nos enfrentamos a los muertos andantes con fuego arcano, dado que los revividos suelen ser bastante vulnerables a ese tipo de magia. Después de nuestra primera batalla contra un pequeño grupo de los muertos en los terrenos de la catedral, nos dimos cuenta rápidamente de que nos enfrentábamos a algo bastante más poderoso que simples cadáveres animados.

Resultó un descubrimiento inquietante el que los cadáveres animados atacando Corvis no fueran no-muertos alzados de forma espontánea, sino verdaderos esclavos portando runas de activación. Actuaban con velocidad y coordinación, se habían armado con toscas armas, y empleaban tácticas de combate básicas mucho más allá de las habilidades de los no-muertos menores. El crear a un único esclavo de este tipo requiere una gran cantidad de tiempo por parte del nigromante. Crear una cantidad tan grande requeriría normalmente el trabajo de una gran cábala de nigromantes, pero no habíamos hallado ningún signo de que hubiera un grupo semejante en la región. Todas las marcas parecían similares, sugiriendo un único creador detrás de ellas, lo cual requeriría un poder tremendo. Las runas de animación no coincidían con aquellas que hemos visto ser usadas por el Sudario thamarita o por los necrotécnicos de Cryx.

Aunque el peligro ha pasado, os urjo a transmitir esta información a Ceryl y dedicar todos los recursos que sean necesarios para descubrir quién (o qué) estaba detrás del ataque. A ese respecto, tengo un último fragmento de información que podría demostrar ser útil.

Mis hermanos y yo estábamos participando en una batalla prolongada contra un grupo de esclavos especialmente tenaces cuando las puertas de la catedral se abrieron para dejar pasar a tres figuras. Al frente había una mujer joven; su cabeza y rostro estaban cubiertos por una pesada capucha. Tenía en su posesión una espada verdaderamente prodigiosa con una hoja de ébano que acunaba entre sus brazos como una madre podría acunar un bebé. Detrás de ella venían dos esclavos. Sus andares desiguales y tambaleantes revelaban de forma casi inmediata su condición de no-muertos. Uno de ellos cargaba un bulto envuelto en un sudario que sólo podía haber sido un cadáver.

Llamé a la mujer, pero ella me ignoró y se adentró caminando en la noche seguida por sus dos esclavos. Estando ocupado enfrentándome a los no-muertos, fui incapaz de perseguirla, y una vez hubimos eliminado a nuestros enemigos, ella ya había desaparecido hacía largo rato. No puedo decir del cierto que esta mujer fuera responsable del ataque a Corvis, pero podría haber tenido alguna participación en él. Ciertamente, el incidente resulta sospechoso.

Lorimer Kex

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Quizás no haya ningún acontecimiento que ilustre mejor el poder sobrenatural representado por Alexia Ciannor y la Fuego de Brujos que la crucial batalla en Corvis en la que Vinter Raelthorne IV y su ejército invasor de skorne fueron derrotados y expulsados de la ciudad. Aunque el alzamiento de Alexia de la Legión de las Almas Perdidas, la largo tiempo muerta compañía mercenaria que había servido a Cygnar siglos atrás, para que defendiera la ciudad y expulsara a los invasores, sirvió en último término para un buen superior, no deja de ser una terrorífica demostración de poder. Cuánto de este poder era suyo y cuánto pertenecía a la Fuego de Brujas, no puedo decirlo. Si Alexia no había poseído la Fuego de Brujas hasta después de la Noche más Larga de 602 DR, esto significa que ella ya poseía el poder para animar centenares de no-muertos por su propia voluntad. Uniendo su poder al de la Fuego de Brujas fue capaz de alzar un ejército de muertos que superaba las mil unidades, y eso fue cuando la espada todavía llevaba poco tiempo en sus manos,.

Aunque hay centenares de descripciones de la Batalla de Corvis, la siguiente perteneciente a un miembro de la guardia de la ciudad y que fue incluida en un paquete de informes enviado por el capitán Julian Helstrom al duque Kielon Ebonhart en Fuerte Falk es una descripción especialmente llamativa de la llegada de Alexia a la ciudad y el impacto que tuvo en quienes se estaban enfrentando a la muerte a manos de los aliados skorne de Vinter. También sirve como un recordatorio de que hay muchos en Corvis que no ven a Alexia como una nigromante peligrosamente inestable sino como una salvadora. Para muchos de los ciudadanos corrientes de Corvis, Alexia es poco más que una heroína y rechazó las fuerzas de un gran ejército extranjero y protegió los corazones y hogares de sus habitantes.

- G.K.
Party time!! Todos a la vez! Follow de lider, lider....
 

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Fecha: 13 de Tempen, 603 DR
A: Capitán Julian Helstrom
De: Sargento Timus Ironsmith

Capitán, como usted ya sabe, no todos de entre nosotros caímos bajo el influjo de las fuerzas de Vinter cuando él y sus malditos inquisidores llegaron y tomaron el control de Corvis. Algunos de nosotros resistimos, primero discretamente, y luego, cuando ese ejército de invasores inhumanos apareció a las puertas, empuñamos nuestras espadas y fusiles y nos preparamos para entregar nuestras vidas en defensa de la ciudad. Siento que es mi deber informarle de la valentía con la que los hombres de la 8ª patrulla se comportaron durante la invasión así como relatarle de primera mano los sucesos que tuvieron lugar en el Puente del Río Negro durante la batalla.

Mi patrulla estaba en el Puente del Río Negro cuando los invasores empezaron a cruzarlo como una marea de acero carmesí. El puente era lo suficientemente estrecho como para frenar su avance, y sólo podían enviar contra nosotros a unos cuantos de los suyos a la vez. Además, habíamos erigido algunas barricadas improvisadas, pero había tantos invasores que sabíamos que sólo era cuestión de tiempo que nos viéramos superados por su simple número o por una de las gigantescas bestias esclavizadas que combatían junto a ellos. Aún así, seguimos echando plomo contra sus filas delanteras, y me gusta pensar que nosotros fuimos los primeros en derramar su sangre ese día.

Tuvimos suerte de que los invasores estuvieran armados principalmente con armas de combate cuerpo a cuerpo, y nuestras armas de fuego, por pocas que fueran, nos dieron una ventaja momentánea. Nuestras andanadas iniciales frenaron su avance, y tal y como acabaron desarrollándose las cosas, eses pocos minutos que obtuvimos gracias a su aparente falta de costumbre con las armas de fuego cygnaritas demostró ser nuestra salvación.

Mientras nos estábamos preparando para afrontar la carga que seguramente acabaría con nosotros, oímos un gran estruendo y gritos procedentes del interior de la ciudad. Detrás de nosotros se escuchaba el sonido de centenares y centenares de pies marchando y los golpes metálicos de armas y armaduras que sólo podían pertenecer a un ejército en movimiento. Era un sonido glorioso, y supusimos que estaba llegando un contingente del ejército cygnarita que se uniría a la batalla que había empezado en el puente. No sentimos nada más que un horror absoluto cuando una horda de cadáveres podridos equipados con armas y armaduras con varios siglos de antigüedad y enarbolando estandartes que no se habían visto en diez generaciones como mínimo marchó ante nosotros. Sin embargo, dirigiendo esté ejército de muertos estaba una mujer joven a lomos de un caballo tan muerto y podrido como las tropas que lo seguían. Blandía una gran espada negra cuya hoja ardía brillantemente con llamas carmesíes, y podías sentir el poder emanando de ella en oleadas. Nunca he visto o sentido nada parecido.

La mujer no nos dijo ni una sola palabra y se limitó a apuntar con su espada hacia los invasores avanzando. En respuesta, su ejército de cadáveres se abalanzó hacia adelante – no como la horda desorganizada que uno esperaría de los muertos andantes, sino con el orden y precisión de soldados disciplinados. Rodearon nuestras barricadas para chocar contra los invasores. La mujer dirigió la carga, y vi derribar con un único corte de su gran espada negra a una monstruosidad de ocho pies de alto que acompañaba a los invasores. Después de eso, nuestro espanto ante la vista del ejército de muertos se desvaneció. Eran enemigos de nuestros enemigos, y eso nos bastaba. Ordené la carga, y nos unimos a la batalla con los muertos y su enigmática líder.

Como ya sabe, la batalla fue encarnizada, pero emergimos victoriosos. Ahora sé que la mujer que lideró la legión de los muertos era Alexia Ciannor y que se la considera una grave amenaza para el reino. Aunque conozco los crímenes de Alexia, creo que esas transgresiones caen únicamente dentro de la jurisdicción de la Iglesia de Morrow. Yo sólo soy un simple sargento de la guardia de la ciudad y estas cosas están más allá del alcance de mi entendimiento. Sin embargo, diré que si ella no hubiera marchado con su ejército de cadáveres andantes hasta Corvis y enfrentado en batalla a los invasores, habrían muerto miles. Si me lo pregunta a mí o a cualquiera de los demás que ese día combatieron conmigo en el puente, diremos que la deuda de Alexia Ciannor para con el reino por cualesquiera crímenes que pudiera haber cometido ha sido pagada con creces.

Sargento Timus Ironsmith

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Después de la Batalla de Corvis, está documentado que la Iglesia de Morrow reclamó la espada, pero más allá de eso hay poca información acerca de las consecuencias de la increíble proeza nigromántica de Alexia que salvó Corvis de los invasores skorne. La propia Alexia no llego a ser capturada por la iglesia o por oficiales cynaritas, y dado que no puedo encontrar ningún registro de un conflicto entre ella y estas dos agencias, sólo puedo suponer que ella entregó la Fuego de Brujas por su propia voluntad. No tengo ninguna duda de que su tío el Prelado Dumas tuvo algo que ver con la entrega de la espada por parte de Alexia. Tras la batalla, Dumas fue elevado al rango de sumo prelado, lo que podría indicar el agradecimiento de la iglesia por sus acciones.

La siguiente carta del Sumo Prelado Dumas al Exarca Sebastian Dargule es uno de los pocos documentos que he sido capaz de encontrar con alguna información sobre Alexia y la Fuego de Brujas inmediatamente después de la Batalla de Corvis. Consciente ahora del poder de la Fuego de Brujas, Dumas pidió consejo al exarca concerniendo a qué es lo que debería hacerse con el artefacto. Resulta interesante que también intentara quitarle importancia al papel de Alexia en los incidentes relacionados con la Batalla de Corvis, algo que creo que ayudó en parte a que tuvieran lugar los desafortunados acontecimientos que se produjeron después de que hubiera enviado esta carta.

- G.K.


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Fecha: 10 de Cinten, 603 DR
A: Exarca Sebastian Dargule
De: Sumo Prelado Pandor dumas

Su santidad, le escribo para referirme a un asunto de gran importancia. Como usted sin duda ya sabe, los terribles sucesos que afligieron Corvis durante estos últimos meses tuvieron que ver con el uso de una poderosa magia nigromántica, la fuente de la cual reside en una antigua espada de origen desconocido. He tomado posesión de esta espada en nombre de la iglesia, pero el poder de este artefacto es increíblemente potente y muchos individuos peligrosos, incluido el antiguo Inquisidor Jefe Dexer Sirac, han deseado hacerse con él. Siento que soy un guardián completamente inadecuado para un artefacto tan peligroso, y busco vuestro consejo acerca del mejor rumbo de acción para asegurarnos de que la espada queda vigilada adecuadamente.

Además, puede que le hayan informado de que mi sobrina Alexia tuvo algo que ver con la espada y que fue ella quien estaba detrás de muchos de los extraños acontecimientos que han tenido lugar en Corvis últimamente, incluyendo el alzamiento de la Legión de las Almas Perdidas. Quiero asegurarle que Alexia actuó únicamente en el mejor interés de la ciudad y entregó voluntariamente la espada una vez los invasores fueron expulsados de Corvis. De hecho, intentó destruir el artefacto ella sola. Fue una acción insensata, pero una cuyas intenciones eran de lo más puras. Aunque puede que Alexia posea talentos para la hechicería heredados de su madre, los actos de nigromancia que ocurrieron durante este evento se originaron, estoy seguro de ello, en la propia espada. El papel de Alexia en la salvación de Corvis fue imprescindible, y sin su ayuda, no tengo ninguna duda de que la ciudad habría caído ante Vinter Raelthorne IV y sus aliados extranjeros.

Pandor Dumas

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A pesar de haber entregado la Fuego de Brujas a la Iglesia de Morrow tras la Batalla de Corvis, Alexia fue incapaz de resistir por mucho tiempo la atracción del poder de la espada. Siguiendo el consejo del Exarca Dargule, el Prelado Dumas envió la Fuego de Brujas al sur, hacia el Sancteum de Caspia, acompañada de una fuerte escolta. El Sancteum habría sido un lugar seguro para la espada si la caravana que transportaba la espada hubiera alcanzado su destino. Una horda de no-muertos atacó entre Corvis y Caspia a la caravana que se dirigía al Sancteum, sus integrantes fueron masacrados, y la Fuego de Brujas fue robada. El único superviviente del incidente identificó claramente a Alexia como el líder de los asaltantes no-muertos.

Las acciones de Alexia le han granjeado la enemistad de la Orden del Esclarecimiento, y algunos de los Esclarecidos de más alto rango la buscan activamente siguiendo órdenes de recuperar la espada a toda costa y matar a su portadora si es necesario. La siguiente carta fue enviada por la Compañero Vigilante Venessarri Marpethorne al Prelado Pandor Dumas refiriéndose al ataque a la caravana.

- G.K.


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Fecha: 20 de Glaceus, 604 DR
A: Prelado Pandor Dumas
De: Compañero Vigilante Venessari Marpethorne

Prelado,

Secundo su decisión de confiarnos la custodia de la espada conocida como Fuego de Brujas. Se trata de un artefacto de terrible poder, y pocos hay fuera de la Orden, si es que hay alguno, con los recursos necesarios para asegurar que este mal es mantenido fuera del alcance de quienes querrían utilizarlo contra el reino. Sin embargo, debo informarle que la caravana transportando la Fuego de Brujas de Corvis al Sancteum en Caspia ha sido atacada en medio del viaje. Por lo que he sido capaz de entender del relato del único superviviente del incidente, su sobrina dirigió un grupo de no-muertos animados mediante vil nigromancia para que emboscaran la caravana. Los guardias y cuatro Esclarecidos fueron muertos durante el ataque, y la Fuego de Brujas fue robada.

Entiendo que su sobrina Alexia ha tenido una exposición prolongada a la Fuego de Brujas y que la ha utilizado para potenciar sus propias habilidades de hechicería. De hecho, me he enterado de que Alexia fue la persona que alzó a la Legión de las Almas Perdidas para defender Corvis, una proeza que me atrevería a decir que sólo habría sido posible para la chica contando con la ayuda de la Fuego de Brujas. También ha sido traído o a mi atención el hecho de que Alexia ha mostrado signos de inestabilidad mental y lo que sólo podría ser descrito como una obsesión con su madre muerta – una mujer ejecutada por terribles crímenes contra la iglesia, incluyendo animar a los muertos.

Con toda esta información a su disposición, ¿podría explicarnos porqué se abstuvo de informar al Exarca Dargule – y por extensión a mi propia orden – del peligro que Alexia representaba? Usted debe haber visto algún indicio de que la espada podría tener un influjo duradero sobre la chica. Unas cuantas palabras de advertencia en vuestra carta al exarca podrían haber salvado las vidas de casi una docena de personas y asegurado que la Fuego de Brujas sería depositada en un lugar seguro.

No puedo ignorar mi deber, y mi orden debe recuperar la Fuego de Brujas a cualquier precio. He enviado a varios de nuestros mejores hombres y mujeres para que encuentren a Alexia Ciannor y recuperen la Fuego de Brujas. Alexia debe ser capturada para ser sometida a juicio por sus acciones, y si se resiste, se utilizará toda la fuerza necesaria. Lamento que deba ser yo quien le traiga estas noticias, pero pienso que usted es uno de los principales culpables de esta situación. Si no se hubiera dejado cegar por las obligaciones familiares, muchos de los terribles sucesos de los que Alexia es responsable podrían haber sido evitados.

Venessari Marpethorne

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Desde que recuperó la Fuego de Brujas, las actividades de Alexia han sido extremadamente erráticas. Aunque parece estar operando haciéndose pasar por mercenaria, creo que hay un propósito detrás de dónde y cuando aparece. Sus actividades como mercenaria parecen estar confinadas a Cygnar y Khador, y creo que es bastante obvio que ha evitado asociarse con los capellanes de batalla de Morrow o sus equivalentes entre los khadoranos.

Aunque podría parecer extraño que un comandante cygnarita quisiera contratar a un personaje tan notorio, queda el hecho de que Alexia es una hechicera y combatiente sumamente hábil. Los comandantes atrapados con pocas opciones en situaciones extremas pueden acabar considerando a Alexia y sus hordas de guerreros esclavos una alternativa muy apetecible a la muerte a manos de sus enemigos. Aún así, el siguiente informe escrito por un teniente cygnarita revela que, a pesar de sus habilidades y el efecto que pueda inspirar en el devenir de la batalla, Alexia Ciannor es también una figura que inspira mucho miedo y desconfianza en sus aliados.

- G.K.
Yihaaaa! Ahora voy a caballo mada fakas!!!
 

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Informe de Conducta Inapropiada en un Oficial: Capitán Nolan Rusling
Oficial Denunciante: Teniente Timeck Millward
Fecha: 15 de Tempen, 607 DR
Oficial Superior: Mayor Garrett Ellsworth

Siento que debo empezar indicando que, antes del incidente descrito en este informe, el Capitán Rusling ha sido, en mi opinión, un oficial ejemplar. Sin embargo, sus recientes acciones han puesto en peligro nuestra misión con una decisión tan precipitada que bordea la locura, y no tengo ningún reparo en comunicar que ya no está capacitado para dirigirnos en batalla.

Nuestra compañía estaba posicionada cerca de Torre Bosqueprofundo, y estábamos en lo más duro de los combates que tenían lugar allí, rechazando el avance khadorano. Nuestras órdenes eran mantener a toda costa el terreno alrededor de la torre y evitar que los khadoranos entraran en el Bosque del Espino. Sin embargo, después de casi media docena de enfrentamientos con el enemigo, nuestra compañía estaba por debajo de la mitad de su fuerza y en un estado insuficiente para mantener a raya una fuerza numerosa que avanzaba hacia nuestra posición.

En momentos desesperados como este, los hombres ofrecen plegarias a los dioses en busca de ayuda, y admitiré haberme dirigido a Morrow en busca de socorro. Sin embargo, que fueron otros dioses más oscuros los que prestaron atención a nuestras plegarias y nos enviaron una salvación más que dudosa en la forma de Alexia Ciannor, la bruja nigromántica.

Apareció en medio de nuestro campamento en lo más profundo de la noche, emergiendo repentinamente ante la luz emitida por nuestros fuegos como si fuera alguna aparición pálida. Quedé impactado inmediatamente por su juventud – no podría haber tenido más de veinte años -, su belleza y, sobre todo, la estremecedora fuerza en su mirada. A lo largo de espalda tenía colgada una espada que más tarde oí llamar la Fuego de Brujas. Su gran filo negro carecía de cualquier funda.

La joven mujer atravesó nuestro aturdido campamento en completo silencio y se dirigió directamente a la tienda del capitán Rusling. Incapaces de contener nuestra curiosidad cada vez mayor, muchos de nosotros la seguimos y servimos como un público improvisado para el intercambio que siguió entre la bruja y el capitán Rusling. Cuando ella habló, su voz calma y mesurada era un contraste absoluto con la naturaleza insensata de sus palabras. Ofreció sus servicios al capitán a cambio de dinero y afirmó que ella sola podría ayudarnos a repeler el inminente ataque khadorano.

Por supuesto muchos de nosotros, yo incluído, sabíamos de los actos de esta mujer en la Batalla de Corvis y el poder que se decía había demostrado allí. Aún así, había venido sola a nuestro campamento, y por muy hábil que fuera en la magia negra, el capitán no se sintió impresionado en lo más mínimo por una chica armada con una espada demasiado grande para que ella pudiera blandirla adecuadamente. Rechazó inmediatamente su oferta, le ordenó abandonar el campamento, y amenazó con cargarla de cadenas y enviarla a Corvis para responder ante sus crímenes.

Alexia al principio no dijo nada; se limitó a alzar la mano sobre su hombro y sacó lentamente su espada del punto donde colgaba cruzada sobre su espalda. Entonces habló en una lengua confusa y gutural que yo no había oído nunca y espero no volver a oírla jamás. En respuesta a las entonaciones guturales de Alexia, la hoja de la espada se encendió en llamas escarlata, y oímos alrededor de nuestro campamento los pesados pasos de hombres en armadura. Antes de que ninguno de nosotros pudiera desenfundar espada o pistola, la noche escupió una horda tambaleante de cadáveres animados, cada uno de ellos vistiendo el atuendo podrido y dañado por la batalla de un soldado khadorano o cygnarita. No sé cuántos muertos andantes fueron invocados por Alexia esa noche, pero eran suficientes para rodear completamente nuestro campamento.

Horrorizado más allá de toda medida ante la visión de los muertos revividos, algunos de los cuales reconocí como hermanos de armas, estábamos indefensos a su antojo. Fue entonces cuando Alexia hizo su proclamación. “Capitán”, dijo. “Puedo servir a usted y a Cygnar, o puedo ofrecer mis servicios a sus enemigos. Para mí no hay casi ninguna diferencia. Tiene hasta la mañana para decidirse”. Entonces se dio la vuelta y se alejó caminando y desapareció en la variopinta muralla de cadáveres alrededor de nuestro campamento.
Nunca he pasado una noche más aterradora en toda mi vida. A nadie se le ocurrió intentar dormir; tanto el empalagoso hedor de la tumba que provenía de los muertos andantes como los suaves quejidos lastimeros que dejaban ir de tanto en tanto aseguraban que no habría descanso para ninguno de nosotros esa noche. Cuando el sol salió finalmente, vimos que había todo un mar de muertos andantes, ciertamente muchos más de los que habríamos podido despachado con facilidad.

Alexia Ciannor regresó no mucho después de que el sol hubiera salido y le preguntó al capitán Rusling por su respuesta: aceptarla en nuestro servicio o combatirla junto a los khadoranos. El capitán no me había consultado a mí o a ninguno de los demás oficiales, pero estábamos seguros de que rechazaría su oferta. De hecho, cada uno de nosotros estaba armado, vestido con su armadura, y ansioso por combatir. No teníamos ninguna duda de que el capitán Rusling pronto nos ordenaría tomar prisionera a la bruja y acabar con sus horripilantes no-muertos.

El capitán Rusling debía de estar tan aterrorizado por Alexia y sus blasfemos esclavos que no vio ninguna otra opción que aceptar sus términos. Aún así, cuando dio su conformidad, pensé que había perdido la cabeza. ¿Cómo podría cualquier hombre de Morrow colaborar voluntariamente con un mal semejante? Incluso si su ayuda nos ofrecía una oportunidad de vencer a los khadoranos y ver de nuevo a nuestros seres queridos, era una locura. Admitiré que consideré retirar del mando al capitán Rusling. Sé que muchos de los hombres me habrían seguido, pero no podía socavar su liderazgo justo antes de la batalla. Que Morrow me ayude, no me interpuse en su camino.

Nunca olvidaré la visión de Alexia Ciannor antes de la batalla con los khadoranos. Blandía en su mano la Fuego de Brujas con su hoja encendida, y los muertos profanados de Khador y Cygnar que su terrible voluntad había puesto juntos iban formando en ordenadas filas. El capitán intentó asegurarnos que los redivivos eran sólo herramientas mejor utilizadas por nosotros que por el enemigo, pero todos nos sentíamos enfermos por su disposición a haber considerado siquiera semejante curso de acción.

Gracias a los dioses, Alexia Ciannor y sus redivivos se mantuvieron a distancia hasta que los khadoranos estuvieron casi encima de nosotros, y fue entonces, cuando las balas y proyectiles empezaron a volar, cuando se nos unieron en batalla. Los gritos de espanto de los khadoranos cuando comprendieron que se enfrentaban a un ejército de muertos eran algo de terrible de oír. Aún pero, cada vez que caía un soldado khadorano, en seguida volvía a levantarse como un cadáver animado presto a unirse a la creciente horda de la bruja. Superados en número y enfrentados al terror de los muertos andantes, los khadoranos se vieron rápidamente superados. Matamos a la mitad de su número y obligamos al resto a retirarse hacia el norte.

Cuando la batalla hubo finalizado, Alexia se demoró en el campo de batalla para alzar los cadáveres de khadoranos caídos. Tuvo la misericordia de no perturbar a los nuestros. Si hubiera intentando profanar de tal manera a nuestros hermanos, juro que habría dirigido a lo que quedaba de nuestra fuerza contra ella sin importar las consecuencias. Una vez hubo reunido suficientes redivivos para cualesquiera propósitos terribles y inescrutables que motiven a una criatura semejante, partió hacia el norte seguida por una columna de cadáveres.

No puedo negar que sin la ayuda de la bruja hubiéramos sido vencidos y muertos o tomados prisioneros por los khadoranos. Aún así, en este mundo no hay victoria tan desesperadamente necesitada que la oscura magia de Alexia pueda considerarse una forma apropiada de conseguirla. Creo que el capitán Rusling ha puesto en peligro su alma inmortal con su decisión de aceptar los servicios de esa mujer. Aunque únicamente Morrow podrá juzgarlo por transgresiones contra su alma, nosotros podemos juzgarlo por sus transgresiones contra los hombres bajo su mando. Creo que las acciones del capitán Rusling pueden considerarse una grave falta de conducta, y creo que debería despojársele del mando de forma inmediata.

Teniente Timeck Millward

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Alli veo el McLeto. Pedirme un menu McCisne con patatas gajo y licor khadorano de bebida.

Dado que ha procurado evitar el conflicto contra las órdenes y autoridades que están intentando aprehenderla, puede ser fácil menospreciar a Alexia como nada más que una fugitiva peligrosa con poca influencia en las amenazas más inmediatas a las que se enfrenta Immoren occidental. Esto podría ser incluso cierto por el momento.

Creo que es de vital importancia recordar que la Fuego de Brujas, aunque increíblemente poderoso por derecho propio, magnifica de forma significativa el poder de quien la empuña. La espada permitió a una Alexia Ciannor de dieciséis años de edad animar una legión entera de esclavos poderosos. Aunque Alexia era y es una hechicera dotada, las hazañas nigrománticas que ha llevado a cabo son sin ninguna duda una consecuencia directa de su posesión de la Fuego de Brujas. Si una joven mentalmente inestable como Alexia puede provocar semejante caos e infortunio, imagine lo que la espada podría ser capaz de hacer en las manos de un nigromante con más habilidad y práctica, un infernalista poderoso, o, que los dioses no lo permitan, uno de los liches de hierro del Imperio de Pesadilla. Ciertamente es una idea inquietante.

Alexia es una poderosa adversaria, pero su poder no es insuperable - como ya he dicho antes, por ahora. Cuanto más tiempo posea Alexia la Fuego de Brujas, mayor se volverá su poder, y puede que llegue un día en que ella se encuentre más allá de incluso vuestros recursos para ser capturada o muerta. Todavía conservamos una ventana de oportunidad para recuperar la Fuego de Brujas y asegurarnos de que es puesta a buen recaudo bien lejos de todos aquellos suficientemente necios como para intentar usar su poder. Le sugiero que la aproveche.

- G.K.

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