viernes, 3 de noviembre de 2017

[Eddie Cabot] Desmontando a los Primarcas - Capítulo 16 - Horus Lupercal

"A veces uno cree tenerlo todo muy claro y conocer las claves del éxito. Te respalda toda una vida de experiencia y conocimiento acumulado, dispones del material necesario, de los fondos, tienes la idea, la visualizas en tu mente y te pones manos a la obra. Luego descubres que por mucho que te llames Kenneth Branagh y que sepas más de Shakesperare que el propio Shakespeare, nadie quiere ver tu versión Shakespiriana de Thor.

Cabe la posibilidad de que la gente solo haya ido al cine a ver a un tío cachas en mayas. Y tortas, muchas tortas. Y con algo de suerte a Kat Dennings con una camiseta ceñida. Y a lo mejor no les hace mucha gracia lo de Idris Elba como Heimdall, pero nadie abre la boca porque luego te tachan de racista cuadriculado.


Y entonces, dos películas más tarde aparece un kiwi llamado Taika Waititi, o Taiwa Taiwiki, o Tiki Waitata, o como infiernos se escriba. Y coge tu idea, le corta el pelo, le pone música de 8-Bits, bromas al estilo Agárralo como Puedas y te supera en recaudación y puntuación en la IMDB solo el primer fín de semana.

Moraleja: Shakespeare mola, pero no vale para todo"

...

Bienvenidos todos y todas a este remanso de paz a los que algunos nos gusta llamar los internets. Demos gracias a los poderes divinos por tener a bien crear la red de redes y darle sabor a nuestras por otro lado grises existencias. En la entrega de hoy de "Me lo habría esperado de otros Primarcas pero no de ti...", Horus el Señor de la Guerra, el verdadero motivo por el cual llevamos aquí 16 semanas escapando del tedio. Agarrarse fuerte a algo, que este es largo.

MÁS VALE SER TEDIOSO QUE ODIOSO (O las dos cosas a la vez, que se puede...)


Viajemos atrás en el tiempo, a la cuna de la civilización. Nos encontramos en la cuenca entre los rios Tigris y Eufrates, mucho antes de que nadie supiera de que el subsuelo de aquella zona estuviera a rebosar de petróleo y se convirtiera en una zona de guerra perpetua.

Mesopotámicos en la cola del primer Primark, ya entonces estaba reventado los sábados.

Los antiguos Mesopotámicos ya tenían su civilización más o menos apañada, con sus leyes, su sistema económico, su seguridad social y su religión. Es su historia de la creación del mundo, los dioses en plural se instalan en la tierra y crean unas formas de vida rudimentarias para que la trabajen y la adecuen a sus necesidades. Y más adelante unas formas de vida más elaboradas que son más agradables a la vista y hacen cosas como cantar, bailar, levantar templos para los dioses.

A los dioses les gustan más los pequeños mindundis bohemios, se sienten más cercanos a ellos. Y las formas de vida rudimentarias acaban sintiendo celos, que se convierten en una malsana obsesión y que hace que vayan a la guerra contra los dioses, una guerra que se tendrá que librar en el cosmos.

NO TE SIGO NI UN POQUITO...


Los Mestopotámicos acabaron desapareciendo como cultura, dejando paso a las tribus Semitas que adaptaron parte de su folklore y religión. Casi todo era tradición oral así que se cambiaban y adaptaban cosas. Pero en esencia las histórias significaban todas lo mismo.

Los seres humanos eran los elegidos, favoritos de los dioses, y las formas de vida creadas previamente en algún momento habían sentido envidia de ellos y habían librado una guerra en los cielos contra los dioses. Así es como llegamos a la religión cristiana aunque no a la actual, si no al antiguo testamento. Donde una parte de los ángeles de dios, llevados por los celos que sentían hacia los humanos dotados de alma inmortal, acababan yendo a la guerra contra dios y sus seguidores, por el control de los cielos.

¿Os acordais de cuando los de Darksiders iban a hacer el MMO de 40k?
Ellos tampoco...

No voy a preguntaros si os suena la historia, porque fijo que os suena. Pero si os hablara de otra historia, en la que un dios-emperador que lleva la luz a los confines del universo. Ve su labor truncada por una guerra civil, en la que el bando rebelde es liderado por su hijo favorito, primero entre sus ángeles (de la muerte)... Y que termina con el bando perdedor expulsado a una especie de infierno, donde mutan en formas horribles, y malviven amargados y enloquecidos con el único propósito de destruir a la humanidad...

LOS PELOS COMO ESCARPIAS

Sí niños. La Herejía de Horus es una adaptación de la Guerra en los Cielos de las religiones semitas. Los Ángeles de la Muerte del Emprah, los Marines Espaciales, libran una sangrienta guerra civil, porque Horus el primero y mejor de los Primarcas, quiere reemplazar al Emperador y ocupar su puesto. Así que tenemos al Emprah interpretando a dios, y a Horus haciendo de Lucifer. Aunque nuestro Horus moderno no es exáctamente un Lucifer al uso. El Lucifer de la religión es un bello y carismático ángel que siente envidia del alma inmortal de los humanos, y se enfada mucho con Dios por darle algo tan valioso a un montón de monos afeitados.

Los monos afeitados, motivo de discusión desde el principio de los tiempos.

Pero no es ese el caso de Horus, no tiene nada en contra de la humanidad. Lo que le pasa a Horus es que pierde la fe en el Emperador, y el hijo de dios que pierde la fe en su padre aunque fuera por pocos segundos, fue Jesucristo.

JESUCRISTO + LUCIFER = HORUS (Ni de coña...)

Hablemos de Horus. Como pasa con casi todos los Primarcas del Caos no se sabía un mojón de él. Salvo que era el achi-traidor definitivo. Pasó de ser el tío más super-leal del universo, a ser el traidor más grande que conoció la humanidad. A ver... vale, esto está escrito para niños, pero si lo pensamos fríamente no tiene ningún sentido.
-Por ahí va el Horus. Que no te vea arrimarte a ese traidor.-

La lealtad no tiene grados ni valores, eres leal, o no lo eres. Lo que define la lealtad, es las pruebas las que se somete la misma. Si hablamos de lealtad pura y dura, los menos leales sin duda fueron Kurze, Mortarion y Angron. Tampoco lo era Lorgar, que al primer rebote con el Emprah se cambió de bando. Mientras que en el otro extremo tendríamos a Rogal Dorn, que pese a todo lo que pasó siguió siendo leal al Emperador y a su legado.

¿En que posición deja eso a Horus? Que se sepa, por lo menos hasta ahora, el Emprah jamas lo puso a prueba. Dió por sentado que jamás lo traicionaría, porque se lo encontró el primero y tenía más relación con Horus que con el resto de Primarcas. Aun así, cometió un fatídico error... darle poder. Porque el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe de forma absoluta.



LAS COSAS EN EL FONDO DE LA NEVERA TAMBIÉN SE ACABAN CORROMPIENDO

Y de regalo le dieron una armadura, una legión
y una capa de piel de perro mutante.
El bueno de Horus se empotró con su cápsula de incubación en Chtonia, que con ese nombre podría haber sido una tienda de articulos del hogar para adoradores de Chtulu, pero no, era un mundo minero asqueroso y decadente a tope con ciudades-colmena que hacían que Necromunda en comparación pareciera las vegas. Y como por aquel entonces era una miniatura de Necromunda, le faltaba mucho para costar la friolera de 80 pavos de resina. De manera que tuvo que formar su propia banda de pandilleros, llamada "Horus y 9 tíos más". Pero la campaña le fue tan bien que ganó el planeta entero.



No obstante hay fuentes que afirman que fue Horus quien encontró al Emprah, que se plantó en Terra y salieron los dos desde ahí a la Gran Cruzada. Y que todo el rollo del acento de gangster de Chtonia es una película que se montaron para que pareciera un Primarca más y no el favorito del Emprah. Luego lo de siempre, vino el Emprah, te vienes conmigo a la cruzada, no te preocupes, que ya le cogerás el tranquillo. Y va a ser que no tuvo ningún problema, porque mientras otros Primarcas corrían en pelotas por su planeta y mataban cosas con un palo. Horus ya era un maestro de la guerra de guerrillas y los tiroteos en las distancias cortas.



PERO LA COSA SE TORCIÓ (Una vez más...)

Horus tenía el superpoder de ser el mejor líder, no solo en lo militar, también en lo político y hasta en lo mediático. El hombre hacía las cosas como se tenían que hacer, siempre sabía cuando tocaba colleja y cuando tocaba palmadita en el hombro. Pero la cosa se empieza a ir a la mierda el día en que no interpreta bien las señales. Paga su error con la vida de Hastur Sejanus, su capitán favorito por ser el más carismático y enrollado. Un tío que no tenía una mierda de soldado y si mucho de diplomático. Su desaparición jode de forma irremplazable una de las cuatro patas del taburete formado por su consejo de capitanes, el Morninpeich.

Horus y el Morninpeich, en plan moña entrañable.
Para entonces Horus está más estresado que un pavo escuchando una pandereta, el Emprah que tiene cosas mejores que hacer lo ha nombrado Señor de la Guerra y lo ha dejado al mando de la Gran Cruzada. Y Horus tiene la bandeja de entrada del correo espacial lleno de e-mails terroristas de sus hermanos cagándose en todo, discutiendo su órdenes y pidiendo más recursos y más reconocimiento. El único que le brinda algo de apoyo es el bueno de Sanguinius, que no alberga maldad en su corazón y lo felicita por el nombramiento. Pero en plan sincero, no como el borde de Lion que le dijo "...de todos los patanes que había para elegir no eres el que me cae peor".

El delicado equilibrio moral y emocional de Horus se sostiene sobre los hombros de Garviel Loken, un pringado al que fichan porque parece honesto e inofensivo. Pero su falta de experiencia hace que no esté lo bastante atento a las señales, y a la larga eso le cuesta a todos muy caro.

 

ESTO TIENE MALA PINTA (Para no variar...)

En cierto momento los Lobos Lunares acuden a rescatar a los Hijos del Emprah de un planeta a lo "Cariño he encogido a los niños", donde las cucarachas tienen el tamaño de un rhino y saben ninjitsu. Después de arrasar con bicho-city, una flota combinada de humanos y aliens acude a la órbita del planeta a pegarles la bronca a los speesh meereens, porque esos bichos estaban ahí encerrados de forma intencionada. 
¿Es que no sabéis leer? En ese cartel lo pone bien clarito. ¡Planeta prisión, no dar de comer a los megarácnidos!

Peligros de echarle chuscos de pan a los animales salvajes.

Pero pese a todo Horus se pone muy contento, ha atrapado por pura casualidad a los Interex, la retaguardia de los colonos humanos que huyeron de Terra cuando la era de los conflictos estaba en su apogeo. Y parece que se llevan bien con algunos aliens, en la mente de Horus se forma la idea de que humanos y aliens puedan colaborar para conquistar la galaxia, ahorrarían mucho tiempo y esfuerzo si no tuvieran que matar a cada forma de vida alienígena que se encuentran por el camino.

Mientras disfruta de la hospitalidad de sus nuevos "amigos", Horus se regocija en la idea de ser más listo que el Emprah y darle un empujón sin precedentes a la Gran Cruzada. Pero en la expedición les acompaña el ambicioso Capellán Erebus de los Portadores de la Palabra, que roba de un museo alienígena una espada demoníaca y saltan todas las putas alarmas. Horus que no quiere empezar con mal pie, pide un poco de orden y trata arreglarlo hablando mientras las balas silban a su alrededor. Pero como no tiene ni idea de lo que es la disformidad, no sabe lo que hay en juego y aunque tarde, no le queda más remedio que contraatacar y aniquilar a todo Interexiano.
 
Se acabó el poner la otra mejilla...
En ese momento Horus siente una gran fustración y se da cuenta de que su padre lo puso al mando, pero no le preparó para situaciones como esta. Su plan para aliarse con los Interex fracasa estrepitosamente, y bañado en la sangre de sus hijos y sus enemigos clama al cielo y grita... -Padre, por qué me has abandonado...-
(Si el Emprah llego a escucharle o no, es algo que no sabremos hasta la última novela).


HORUSCRISTO SUPERSTAR EL MUSICAL

Con la moral un poco más que tocada, Horus vuelve a Davin, un mundo ya conquistado, porque se ha desmadrado la cosa. Y la cosa se ha desmadrado tanto que los Lobos Lunares son atacados por demonios de Nuegle y Horus acaba a tortas con una gran inmundicia que le clava un cuchillo oxidado donde más le duele. Horus que no estaba vacunado contra el tétanos espacial acaba muy malito y comatoso. La ciencia moderna no puede hacer nada por salvarle, así que cuando el siempre oportuno Capellán Erebus dice de llevarlo a un curandero local nadie se opone.

A la entrada del consultorio hay cartel donde pone "Solo usamos productos naturales y mágia demoníaca", pero como nadie sabe leer lengua del caos, es ignorado por completo. Mientras los brujos de Davin "curan" a Horus, Erebus usa un conjuro para meterse en su febril sueño y manipularle haciéndose pasar por Hastur Sejanus, en este momento es cuando asistimos a la versión más chorra de Cuento de Navidad jamás escrita.

"-Niño, coge 50 leuros de la cómoda y trae el pavo más grande que haya en el Mercadona...-
Dijo el Señor de la Guerra mientras azuzaba las brasas con su garra blindada."

Erebus le enseña el pasado a Horus. En el pasado descubre que todos los Primarcas son criaturas de naturaleza disforme, y que su poder semidivino no proviene de la ciencia del Emprah si no del poder de los dioses del caos. Horus todavía no está muy convencido, así que Erebus le enseña el futuro, uno en que Horus no cambia su lealtad hacia el Emprah, pero aun así no está entre los considerados héroes. Y tanto él como sus aliados serán borrados de la historia. Magnus hace una de sus entradas dinámicas en el sueño de Horus y desenmascara a Erebus, pero el Capellán se defiende diciéndole a Horus que en todo momento le ha contado la verdad.

En ese momento la cosa parecía muy chorra. Todos pensamos que McNeill había desperdiciado la oportunidad de su vida para narrar el punto de inflexión más importante de esta historia. El momento en el que Horus cambia de bando y los motivos que le llevaron a ello. Pero la cosa tiene más miga de lo que parece al principio, primero porque en ese futuro Horus ve una cosa que está muy clara, la Herejía va a suceder igualmente. Puede que no sea Horus quien la empiece, pero como suceder va a suceder y hermano luchará contra hermano en una galaxia en llamas.

La peor pesadilla de un tanque. Un robot lento cual tortuga,
 se acerca gritando y moviendo los brazos como si fuera un puto lego.

Luego está el otro detalle, Horus está condenado a fracasar, por el sencillo motivo de que en realidad no es el chosenone. Y su hijo genético, Abbaddoabbaddon es quien está destinado a lograr la victoria sobre el imperio de la humanidad. Esto último no lo sabe, pero tiene claro que haga lo que haga no va a cambiar el resultado, así que decide ser protagonista.

UNAS POCAS PÁGINAS CONVERTIDAS EN 60 y PICO NOVELAS

Lo demás lo conocemos de sobras, Horus pone de su lado a la friolera de 8 legiones. Masacran a tres legiones leales en Istvaan, dejan a los Lobos y los Ultras tocados de muerte, y los Oscuros andan enfrascados en su propia guerra civil. Solo quedan tres Legiones para defender Terra y no pinta nada bien para ellos la situación. Es cuestión de tiempo que los defensores se vean superados y los traidores conquisten Terra.

La nave de Horus tenía ojos. Cuesta creer que se les colara el Emprah.
Pero Horus no va bien de tiempo precisamente, si el resto de Legiones leales se reagrupa y rompen su asedio tiene posibilidades de perder la guerra. Su liderazgo se tambalea a medida que sus hermanos juran pleitesía a los dioses del caos y necesita acabar la cosa rápido. Opta por bajar los escudos de su nave insignia, el Espíritu Vengativo, y espera a que el Emprah se teleporte allí para un duelo final. Es una emboscada para tontos, pero merece la pena el riesgo.

ROUND ONE... ¡¡FIGHT!!
Si la cosa le sale bien, Horus descabezará a la resistencia y su liderazgo entre los traidores será indisputable. Además quebrará la moral de los leales, que resisten en el palacio del Emprah defendiendo cada centímetro de terreno. Sin el Emprah para inspirarles que se vendrán abajo y serán masacrados de forma inmisericorde en tiempo record. Con la victoria definitiva y el control de Terra, ninguna legión, leal o traidora, volverá a desafiar a Horus.

Bonito, pero la cosa no le sale bien. Aunque le cuesta su salud y el plan de jubilación, el Emprah consigue dar muerte a Horus. Y las tornas cambian por completo, la moral de los traidores es la que cae en picado, y el desorden se apodera de sus filas. Los defensores en clara inferioridad numérica logran expulsar a los traidores porque la cadena de mando se va a tomar por el culo y acaban todos a ostias entre ellos. Aunque el mayor porcentaje de ostias se van para los Hijos de Horus a quien todos culpan del fracaso de la campaña.

EL RETORNO DE HORUS (La venganza...)

El archi-villano de esta historia nunca acaba de irse. Es el recordatorio de que todo puede salir mal, y que hasta el tipo más leal puede cambiar de bando y liártela parda. En la novela de "Talon of Horus" (no se si está en castellano ya), nos explican que los Hijos del Emprah roban el cuerpo de Horus y lo clonan, con la idea de tener un Señor de la Guerra a sus órdenes con el que someter a las demás Legiones. Pero también que su plan está destinado a fracasar porque Horus solo es una prueba de los dioses del caos.

Eso sí, su experimento sumió a la galaxia en una guerra que duró 7 años,
mató a millones. Y 10.000 años más tarde perdura el  conflicto.

Un primer intento de conquistar el universo a través de la humanidad, mediante el uso de esos semi-dioses que son los Speesh Meereens. Y que su verdadera apuesta es Abaddon, que a diferencia de Horus si tiene una verdadera visión global de conflicto y a la larga está destinado a ganar la guerra contra el Imperio. Lo que no se sabe es que consecuencias reales tendrá todo esto, y si Abaddon está de verdad del lado de los dioses del caos.

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Se me quedan muchas cosas en el tintero, sobretodo porque la Black Library va a añadiendo material a medida que escribo y están sacando novelas de Primarcas como si no hubiera un mañana. Por lo que mucho de lo que voy citando del canon clásico se va reescribiendo y el actual se aleja lenta pero inexorablemente. La semana que viene...

¿Quien toca? ¡AH! El Space Monaguillo en persona, Lorgar de Jesús.

4 comentarios:

  1. En el moñendibujo el Lokenya anda sospechando y aparta el bracito de Horus como los gatetes que no se dejan besuquear XD

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    1. Es que un abrazo de Horus era como quedarse atrapado en una prensa hidráulica.

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  2. Muy bueno, pero Horus merecería un capítulo más. Me ha sabido a poco. ¡El pueblo quiere más primarcas desmontados!

    A seguir así, espero estos posts como agua de mayo.

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    1. Horus da para más, sobretodo ahora que están ampliando su periplo con el Emprah. Seguro que el duelo final da alguna sopresa. Pero el borrador inicial era más largo que un día sin pan, y preferí concretar un poco.

      Por suerte todavía nos quedan unos cuantos Primarcas que exprimir.

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