viernes, 10 de noviembre de 2017

[Eddie Cabot] Desmontando a los Primarcas - Capítulo 17 - Lorgar Aurelian

""Todos tuvimos una primera vez en la discoteca. Todos estuvimos cortados y agobiados. Aterrados ante la incógnita definitiva. ¿Sabré bailar esta música que suena? Un momento delicado para cualquiera, porque seguramente habías evitado las discotecas toda tu vida y un día tu nueva peña de amigos te arrastra dentro de una sin que puedas hacer nada para evitarlo. Después se dispersan y allí te quedas solo ante el peligro. Pero si no dejas que el pánico pueda contigo, descubrirás una verdad universal de todo recinto al que la gente acude en masa a beber y a bailar.

Hay solo un 5% de gente que sabe bailar de verdad, elegancia y coordinación entrenada que salta tanto a la vista que deciden no salir a la pista a menos que alguien los desafíe. Es en esos momentos en que los plebeyos hacen un corrillo alrededor de los contendientes y les jalean como si se gladiadores se trataran. Momentos llenos de grandeza que llenarán cientos de anécdotas de juventud, durante los especiales de música nostálgica de la televisión.

Luego hay un 85% por ciento de gente que no sabe bailar, pero sí sabe seguir el ritmo de la música que suena. Adoptan una rutina de movimientos de tres a cuatro pasos y la repiten durante horas, hasta que están cansados. O hasta que han bebido mucho y ya no son capaces de coordinar una mierda. Con solo un par de docenas de estos bailongos sobre un generador a pedales, se podría conseguir electricidad suficiente para no depender nunca más de la energía nuclear.

Y luego está ese 10% que ni sabe bailar, ni sabe seguir el ritmo. Solo que no los detectareis jamás por su falta de coordinación o desconocimiento de los pasos de baile. Esos colegas son los que se pasan la noche en la barra del bar, sujetando el vaso del cubata y asintiendo con la cabeza como si todo estuviera en orden y acorde a sus necesidades.""


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Otra semana más, bienvenidos sean todos los elegidos. Aquí seguimos esperando a que el sagrado líder supremo venga a nuestro encuentro. En el día elegido aterrizará en tejado del templo nuestra congregación, con el arca espacial que nos llevará al nuevo Edén. Y desde los cielos contemplaremos como los pecadores arden en las llamas del apocalipsis. Mientras tanto, el nombre alternativo para el artículo de esta semana, no podría ser otro que... "¿Tiene cinco minutos para la palabra de nuestro Primarca?".

UNA HISTORIA TAN VIEJA COMO EL TIEMPO (Y el espacio)

Se puede hablar de religión sin hablar del Warhammer, pero no se puede hablar del Warhammer sin hablar de religión. La unión de ambos conceptos son consecuencia directa del plagio de las influencias heredadas de Tolkien y Moorcock. Donde cada región y cada raza adora a un grupo de dioses diferentes. Y más en el caso del segundo que del primero, los dioses caminan junto a los hombres y la guerra santa es algo tan cotidiano como el paso de las estaciones.

Aunque lo vistamos de épica y con música de Hans Zimmer, el único propósito de la guerra es el control del territorio, los recursos o el exterminio étnico. Pero claro, claro motivar con eso a un soldado es un poco complicado. Al menos al principio tendrá que sentir que sus ansias asesinas las mueve algo noble y justificado.

"Motivos nobles y justificados, son los que me han llevado a hundirte esta lanza en el cuello..."

Y de entre todas las cosas posibles para elegir, lo que más hacer hervir la sangre de un hombre con tendencias homicidas sin lugar a dudas son nacionalismo y religión, o ese deporte que representa a ambas cosas... el fútbol. Pero como no entiendo una mierda del tema, y cómo no quiero que me abran la cabeza con un palo y me tiren al río, vamos a dedicarnos por entero al tema que nos interesa.

LA MEJOR CRUZADA FUE LA GRAN CRUZADA (Eran otros tiempos...)

En las Cruzadas de nuestro querido planeta tierra, los Europeos occidentales se lanzaron a la conquista de oriente medio con la excusa de "si el hijo de nuestro dios nació allí, aquello debería ser nuestro". Pero además de controlar territorio y recursos, crearon un abismo insalvable entre religiones. Sobre el papel aquello ya no era una guerra por ver quien controlaba la tierra santa, aquello era una guerra para demostrar quien seguía al dios verdadero. Y como la historia la escriben los vencedores, obviamente el bando ganador sería el que siguiera al dios correcto y se asegurara la entrada a los cielos.

En el 30K, la Gran Cruzada también se inició para el control de los planetas y sus recursos. Pero al menos al principio el Emprah lo vistió como una guerra por la supremacía racial y genética. Los Primarcas al mando de las Legiones de Speesh Meereens, tenían la interminable tarea de anexionar al imperio todos los mundos habitados por humanos. Y de paso exterminar cualquier forma de vida alienígena que se cruzaran por el camino, y ya de paso a los humanos que se separaran mucho del modelo genético terrano.

Ni que decir tiene que ni uno de estos pasaba el exámen de admisión.

No es que hiciera falta mucha más excusa, pero además de todo lo anterior. La Gran Cruzada buscaba acabar con el origen de todos los males, la religión. Y no se trataba de quitar todas las religiones menos una. Si no de eliminar todas las religiones por completo y conseguir que el hombre solo creyera en la ciencia y la razón.

COMO SI NO SE HICIERAN COSAS HORRIBLES EN NOMBRE DE LA CIENCIA

Así que tenemos a las alegres legiones Terranas eliminando supersticiones y religión, a tiros de bolter y golpes de espada sierra. Y por el camino van eliminando a muchas cosas a las que llaman alienígenas como algo genérico, pero que en algunos casos recuerdan en extremo a unas criaturas de leyenda que atormentaban a los hombres en los albores de los tiempos. Los Demonios.
 
O los niños-rata que también estaban por ahí dando por saco.

No hay religión. Así que nadie sabe lo que es un demonio. Pero en su ignorancia, los primeros Speesh Meereens que se enfrentan a ellos empiezan a sospechar que algo no cuadra. Porque esos bichos aparecen de la nada, pueden poseer los cuerpos de los hombres y no se rigen por las leyes de la física, del tiempo o del espacio. Y el Emprah tiene mucho interés en que esto no se extienda, porque si hay Demonios eso significa que existen los dioses y que la gente crea en los dioses, le da poder a sus enemigos.

Y DARLE PODER A TUS ENEMIGOS SIEMPRE ACABA MAL

Y de esta manera llegamos por fin a la historia del Primarca. Lorgar se empotró con su Baby-Drop-Pod en un planeta más bien regulero llamado Colchis, habitado por humanos sin adulterar y gobernados por un culto religioso llamado símplemente "El Cónclave". Los gobernantes interpretaron su llegada como algo positivo, un bambino dorado llegado de los cielos, eso tenía que ser bueno por fuerza. El caso es que lo hicieron monaguillo y lo pusieron a estudiar.

¿A que no adivinais cual es de fuera y parece que sabe demasiado?

Gracias a sus superpoderes para leer y aprender más rápido que la mayoría, se empapó de todo ese ambiente en tiempo record y se convirtió en un predicador de primera en tiempo récord. Convirtiéndose él mismo en objeto de culto entre sus compañeros del Cónclave, una adoración espoleada por Kor Phaeron, sumo sacerdote y una especie de padre adoptivo/mentor de Lorgar.

Con la llegada de su pubertad espacial empezó a tener visiones, algo muy valorado entre los fanáticos religiosos. Solo que a diferencia de las Kurze las de Lorgar daban buen rollo, visiones de un dios dorado que traía la luz a ese recóndito lugar de la galaxia acompañado de un cíclope rojo y un ejército de soldados de metal. La legión de seguidores de Lorgar crecía día a día, vale, el tipo no tenía pruebas de nada de lo que estaba diciendo... pero medía tres metros y estaba recubierto de oro. ¿A quien iban a creer?

OTRA DIVISIÓN DE OPINIONES QUE ACABA EN GUERRA CIVIL

El Cónclave acabó por dividirse en dos facciones enfrentadas, protestante y católicos... digo, tradicionales y seguidores de Lorgar. Los tradicionales podrían haber ampliado su panteón de dioses con el que supuestamente venía en camino. Pero esto es Warhammer y si hay posibilidad de que algo acabe en guerra, pués acabará en guerra.

Y así finaliza la negociación del número total de festivos especiales del convenio colectivo.

El conflicto se recrudece hasta el punto en que la guerra civil dentro del Cónclave llega a nivel planetario, y fanáticos religiosos de uno y otro lado se machacaban sin piedad por las calles. Hasta que el bando de Lorgar se alza como ganador. Normal... tenían un Primarca en sus filas. El caso es que después de seis años de derramamiento de sangre llega la paz, y mientras todavía están reconstruyendo el planeta, llegan a Colchis el Emprah y Magnus.

Lorgar se pone muy contento, porque sus visiones al final se cumplen. Y las fiestas de celebración en honor al Emprah duran meses, se levantan templos, se esculpen estatuas y a Lorgar se le duerme la lengua de todas las veces que repite la frase de "Os lo dije...".

SE SUPONE QUE ESTO NO IBA A SER UNA CRUZADA RELIGIOSA

Lorgar que tiene más bien poco de líder militar se lanza a la galaxia a conquistar planetas el nombre del Emprah, al que considera un dios viviente hecho de carne y sangre. Contagia a su legión de su fervor religioso y a los discípulos aventajados dentro de la Legión los nombra Capellanes, una especie de oficiales religiosos encargados de mantener la moral, la camaradería y las tradiciones. El Emprah le insiste mucho en que NO es un dios, pero Logar se ríe y le dice "Venga ya papa... eso díselo a los demás, a mi no me puedes engañar". Pero como el Emprah no tiene ganas de discutir deja ahí el tema y decide que irá supervisando cada cierto tiempo a Lorgar, para que no se desmadre.

Cuando llega la revisión del primer cuatrimestre espacial, Lorgar ha avanzado como la 5ª parte del camino respecto a sus otros bros. ¿Motivo? No solo reconstruye los planetas que ha conquistado, además instaura el culto religioso al Emprah y levanta mogollón de catedrales en su honor. Y en lugar de eliminar toda religión conocida, sustituye a las existentes por la de la adoración del Emprah.
 
Ponía un cacharro de estos cada 50 pasos y lo tenía conectado 24 horas al día.
La bandeja de entrada del correo espacial se le llena de furiosos mails del Emprah, metiéndole prisa e instándole a que deje de hacer el gilipollas con lo de la Sagrada Iglesia del Dios Emperador, que ese no era el plan. Pero Lorgar sonrie y piensa "...pone a prueba mi fe. Pero yo sé que es un dios de verdad". Y levanta unas cuantas catedrales más.

O MULTITA O BRONQUITA. PERO LAS DOS NO.

La sanción no tarda en llegar,  para los habitantes del el apacible mundo de Khur, que viven felices y ajenos a la que se les viene encima. En Monarchia, la capital del Planeta, sus habitantes van de aquí para allá sonriendo y adorando al Emprah con todo su corazón. Cuando sin previo aviso los Ultramarines entran a saco con todo y atacan el planeta. Los habitantes de Monarchía son expulsados a la fuerza de la ciudad y acto seguido la bombardean desde la órbita hasta convertirla en polvo espacial.

"Apunta más a la derecha, que creo que visto a un tío que iba conmigo al insituto y le tengo mucha manía..."

Cuando Lorgar regresa a Khur y ve lo que le han hecho al planeta y a la capital, no se lo toma nada bien. Malcador el Sifilítico le trae una multa espacial a Lorgar, por baja productividad y no cumplir los plazos establecidos en la conquista de nuevos mundos. Ni siquiera ir escoltado por Roboto Guilliman impide que Lorgar saque la maza a pasear y con sendos campanazos los ponga a los dos patas arriba.

Justo antes de que se lie parda del todo y las dos legiones acaben a machetazos, el Emprah desciende de los cielos como el dios vengativo del antiguo testamento y usa su monstruoso poder psíquico para poner de rodillas a toda la Legión de los Portadores de la palabra. Porque no era bastante arrasar el mundo favorito de Lorgar, y tampoco era suficiente la multa, además tenía que humillarle delante de todos.

UN DESENGAÑO QUE COSTÓ BILLONES DE VIDAS

Lorgar anda bastante deprimido, todo su sistema de valores y de creencias se viene abajo. Todo apunta a que el tipo va a dimitir y dedicarse a la cría del champiñón para el resto de sus días. Pero entonces aparecen los dos verdaderos villanos de esta historia, su antiguo mentor Kor Phaeron y Erebus el primero entre sus capellanes. Que le dicen... "Vale, el Emprah no es un dios, pero los dioses está claro que existen... a lo mejor deberíamos buscarlos".

"No, no veo un pijo. Me va a tocar sacar la nave del garaje..."

Esta parte es muy interesante, porque antes del Index Astartes de los Portadores de la Palabra, estos tipos no eran más que unos meapilas religiosos pasados de vueltas. Que se pasaban el día entonando cánticos y colgándose pergaminos en la armadura. Pero por aquel entonces, descubrimos que ni Horus fue el primer Primarca en pasarse al Caos ni su Legión la primera en traicionar al Emprah. Los verdaderos villanos eran los Portadores de la Palabra.

La razón de ser que tiene esto, es que al final resulta que en Colchis adoraban al caos. ¿Tiene sentido? Pues no mucho, como siempre. El lenguaje rúnico Colchisiano es en realidad un dialecto escrito de la lengua oscura del Caos, el idioma de los Demonios. Pero son unos adoradores más bien casuals, y Lorgar se embarca en una peregrinación para encontrar a los verdaderos dioses.

Sombra Moon: "El tipo de la piel dorada no nos quita la mirada de encima..."
Sergio Ramos: "Fijo que es un ojeador del Manchester..."

El caso es que Lorgar divide sus fuerzas, envía a una parte a seguir con la cruzada y a ponerse al día con la conquista de nuevos planetas. Y por otro lado se va con su grupo de incondicionales a hacer el equivalente del Camino de Santiago del Caos. A ver si encuentra las respuestas que está buscando. O más bien, las respuestas lo encuentra a él.

¿Y COMO LE VA LA COSA? ¿LLEGA AL CHAOS SPACE JERUSALEM?

Más o menos. Lorgar estudia a fondo las antiguas guías de carretera Colchisianas,  y se dedica a parar en todos los planetas con restaurantes con de cinco estrellas del caos. Al final llega a un planeta apestoso, lleno de tíos en pelotas que tienen los ojos violetas de todo el tiempo que se pasan mirando a la tormenta del caos que tienen siempre en lo alto del cielo.

Lorgar pregunta a los lugareños que es ese extraño fenómeno atmosférico. Y aunque los indígenas se explican bastante mal, le cuentan que es un portal abierto a la morada de los dioses, una herida abierta en el propio tejido de la realidad al que cariñosamente llaman "Ojete del Terror". Con ese nombre se le quitan un poco las ganas de entrar, así que envía una nave expedicionaria. Que aunque en tiempo del caos pasa meses dentro de la tormenta, regresa solo unos pocos días más tarde con escasos supervivientes, eso sí, todos poseídos por demonios del caos.

Contramedidas activadas: "¡Echa pafuera, echa pafuera, echa pafuera copón!"

Se precisa de un acercamiento diferente. En lugar de ir directamente al Ojete del Terror, llamará por teléfono a través de un sacrificio humano. Algo que parece menos conflictivo, salvo por el detalle de que tiene los Custodes del Emprah pegados al culo. Lo que desemboca en un fatídico accidente laboral en que los Custodes acaban despedazados por sus recién estrenados Marines Poseídos.

Y A PARTIR DE AQUÍ LA COSA SOLO PUEDE IR A PEOR

El Primarca de los Portadores de la Palabra ha encontrado a los dioses y casualmente estos tipos también odian las tripas del Emprah. ¡Joder, que suerte! Le brindarán su apoyo y su poder, pero Lorgar tiene que conseguir que el máximo de Legiones posibles se unan a su causa. Y concretamente necesita a Horus y a sus Lobos Lunares o la rebelión fracasará antes de empezar.

Así que los Portadores hacen un programa de intercambio en el cual sus Capellanes sirven una temporada en las otras legiones, como embajadores de su Primarca y animadores de fiestas y eventos en general. Su primera misión la de instaurar las Logias dentro de las compañías de Speesh Meerens. Al principio no son más que fiestas de la salchicha, en las que los Lejías quedan para beber vino mezclado con queroseno, comer cortezas de cerdo, contar chistes verdes y cantar canciones de taberna en honor de algún animal totémico sagrado.

"Y hora os canto esta cansión, del perro rojo llamado Kron, que molaba mogollón..."

Y la cosa les sale bien, mediante un plan muy elaborado consiguen que Horus se pase al Caos y que las Logias se conviertan en sus fieles servidores. A los que se quedan fuera de las Logias los acaban purgando en Istvaan III y el combinado de Legiones Traidoras masacra a los Salamandras, Manos de Hierro y Guardias del Cuervo en Istvaan V.
Es en esa batalla cuando Lorgar tiene el primer atisbo de arrepentimiento, en el fondo solo odia al Emprah y al Rebote Girlyman. Su lista de futuribles a lo Arya Stark es más bien corta.

Pero su debilidad física y moral es algo que también vive entre su Legionarios, y aun teniendo superioridad numérica sus monaguillos espaciales caen a kilos frente a sus feroces hermanos leales, mucho más acostumbrados al combate a caraperro. Así que salta al foso y empieza a pegar mazazos a lo Sauron para marcar la diferencia. Y entonces le entra la risa floja, porque es la primera vez que hace algo así, ve salir volando a los pobres Guardias del Cuervo y se viene arriba. Pero como decía, Lorgar sabía mucho de libros pero poco de combate y Corax lo empala con sus garras en menos tiempo de lo que se tarda en decir "Trabucodonosor".

"No corras monaguilo que es peor, te vo a pillar igual!!"

Afortunadamente para Lorgar, Kurze pasa por allí y le salva del golpe de gracia, poniendo en fuga a Corax. Que en un alarde monumental de sentido común, decide que es mejor vivir para vengarse que acabar con la cabeza cortada y pinchada en el trono de Horus.

Y EN LA VERSIÓN EXTENDIDA CON COMENTARIOS DEL DIRECTOR

El Index acababa más o menos ahí, al final la Herejía era cosa de los Portadores de la Palabra, los traidores llegan a Terra, Horus muere a manos del Emprah, fundido en negro, abrimos con una imagen de una bandera de los Estados Unidos al viento, fundido en negro, aparece texto en blanco donde pone algo inspirador como "Miles de millones de Marines Espaciales dieron su vida por la democracia...".

Pero en las novelas la cosa tomó otro cariz. Como había que darle algo de protagonismo a Rubutu y sus Ultras, los autores se inventaron la historia esta de la Cruzada Oscura. Que es una ruta alternativa a la Herejía de toda la vida. Los Portadores se van a los 500 Mundos de Ultramar a reducirlos a cenizas. Lorgar solo necesita un papel impreso con la firma de Horus, para que Geyperman le abra las puertas de su casa a la flota de los Portadores de la Palabra.

"Daos vida niños, antes de que el Pitufo se huela la tostada..."

Casi de inmediato empiezan los tiros en Calth, y tras 6 horas de recibir cañonazos y de pedir el alto el fuego, Ganapan ata cabos y se da cuenta de que lo han traicionado. Abre un canal directo con Lorgar y le echa en cara lo que está haciendo.

Rebote: Llevas 6 horas tirándome bombas. Lo haces a propósito.
Lorgar: Que va...
Rebote: Todavia estás cabreado por lo de Monarchía.
Lorgar: Para nada. Eso está olvidado.
Rebote: Entonces para de dispararme.
Lorgar: No...
Rebote: ¿Ves? Eres una puta rencorosa.
Lorgar: ¡Empezaste tú!
Rebote: ¡¡Cumplía órdenes!!
Lorgar: ¡Te vi reírte!
Rebote: ¡¡Pero si no se ni sonreír!!

La transcripción completa de la pelea telefónica dura unas seis horas, y está llena de "y tu más", "en mí rebota y en tu culo explota", "el que lo dice lo es" y "eres gay por Sanguinius". Pero el caso es que Lorgar se pone las pilas y se sale con la suya.

Además aprende una valiosa lección en Istvaan V, y decide llevarse a Angron de guardaespaldas por si se cruza con Resope en alguno de los 500 mundos. Lo que sucede en Armatura, donde papa Ultrapitufo le hace un combo strike de 24 golpes a Lorgar que le deja la barra de HP por los suelos. Con su último suspiro activa el Angron Ex Machina, y Galliman pone pies en polvorosa.

¿Y COMO ACABA LA COSA? ¿Malamente?

Evidentemente en algún momento los Ultras podrán pié en pared y le darán la vuelta a la situación. Pero quedarán muy tocados como para llegar a tiempo al Palacio del Emprah, antes de que lo sienten para siempre en el Trono Dorado.

Los Portadores acabarán dividiéndose en dos grupos, que se instalarán al mismo tiempo en el Ojo del Terror y el Torbellino. Y sus Capellanes reconvertidos en Apóstoles Oscuros se dedicarán a predicar la palabra del Caos hasta el fin de los tiempos. Para su regocijo, resultará que tenían razón y el Emprah SÍ que era un dios.

Joder. Si es que era divino de la muerte. Mira que pelazo. Y que uñacas.
Pero sea como sea, Lorgar seguirá siendo un triste sin remedio. En el ranking de popularidad entre los Primarcas del Caos siempre estará de los últimos, por debajo incluso del triste de Perturabo. Lorgar fue un erudito metido a soldado, un hombre supersticioso que vendió su alma a los demonios porque no fue capaz de encontrar a dios.

Y sobre todas las cosas un manipulador manipulado, que ni siquiera puede sentirse orgulloso de ser el gran traidor que se adelantó a Horus y le acabó corrompiendo. Porque al final todo fue cosa de Erebus y Kor Phaeron, los verdaderos villanos de esta historia.

Y con Bruce Willis en el papel de Erebus McClane...

Lorgar además es presidente vitalicio del club de Primarcas que molan menos que sus hijos, y en la historia mucho más que a menudo se ve eclipsado por Argel Tal, Erebus, Kor Phaeron... incluso el pringado de Sor Talgron mola más.

Pero queda mucha Herejida por escribir todavía... y puede que nos de alguna sorpresa más, en el aspecto negativo.

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Hasta aquí la lección aplicada de religión, la semana que viene una lección magistral sobre racismo encubierto, con el Primarca número 18.

1 comentario:

  1. Aunque leo cada uno de estos desmontes, este es con el q más me he reído.
    Y sólo me quedan 3... :(
    Un saludo viejasguardias

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