domingo, 11 de septiembre de 2016

[Sr Rubio] Osprey, we luv ya!

Tal vez hayáis notado una tendencia en las entradas del blog… Casi siempre que hablamos de un juego nuevo, ese juego suele ser de Osprey. Y suele gustarnos. Mucho. Es más, si descartamos Warmachine (el único sistema al que jugamos casi sin interrupciones desde hace años) ahora mismo los viejunos jugamos al Horizon Wars (Osprey), al Dragon Rampant (Osprey), tenemos pendiente volver a darle a Frostgrave aprovechando el suplemento de mazmorras (Osprey) y esperamos con ganas el Rogue Stars (Osprey). 

¿Qué tiene Osprey, que nos tiene enamorados? Podríamos decir que, per se, nada, ya que es una editorial que publica reglamentos. No sé, desde un punto de vista estricto, es como decir que te gustan todos los libros que publica Planeta… o todos los cómics publicados por IDW o Dark Horse.

Pero dejando de lado la pedantería, centrémonos en qué tienen en común los reglamentos de Osprey que hemos mirado, jugado y comprado… a ver si encontramos qué tienen en común para que nos guste: 

+ Osprey no fabrica miniaturas. Es una editorial. En realidad, tampoco escribe los libros… No es Games Workshop, vamos. Aunque NorthStar Miniatures fabrica miniaturas para parte de sus juegos (In her Majesty’s name, From God and Mortals, Frostgrave…) sus minis no son las oficiales. Son una alternativa más. Una alternativa cómoda, barata y con una estética clásica que a algunos gusta (¡a mí!) y a otros no. 

Pero la ventaja de Osprey para nosotros es que nos ofrece reglamentos para poder aprovechar las minis que tenemos por casa. ¿Horizon Wars? La oportunidad de reaprovechar el Planetfall. ¿Frostgrave? Minis de Confron, de rol o arquetipos pillados tiempo ha… ¿Rogue Stars? Está hecho para usar las minis de Infinity :P ¿Dragon Rampant? Warhammer…
Imprimiendo el Rogue Stars. Por eso va retrasado...

Vamos, que por el coste de un libro (y bucear por las cajas de minis), tenemos juego nuevo para probar. 

Vamos a hablar ahora de los libros…

+ Por lo que he visto hasta ahora, tienen dos formatos de libro: uno que sale por unos 15€ (tapa blanda) y otro por 25€ (tapa dura). Supongo que lo escogerá el autor…

Sobre el contenido, algo que parece ser la tónica en los juegos Osprey es la existencia de una única lista. Repito. SOLO.UNA.LISTA. Así evitas que un ejército sea mejor que otro por reglas… sólo hay un ejército.

Y aunque esto puede ser un problema para algunos, en realidad tienes tantas opciones que los ejércitos se acabarán pareciendo poco. Puedes enfrentar una hueste de Bretonianos contra No-Muertos en Dragon Rampant. Y actuarán diferente en el campo de batalla. Puedes basar tu fuerza en Mechs y el otro en infantería en Horizon Wars. Puedes llenar tu banda de Frostgrave de chusma, o jugar sólo con la élite. Misma base, cuatro pinceladas para personalizar y tienes ejércitos/bandas diferentes. Y equilibradas. Porque como me dijo Eddie un día “si ves que el otro te machaca mucho, metes su misma combinación de tropas y a jugar”.

Una lista, reglamento sencillo... no sé, a mí me suena de algo...
Ah, además los reglamentos son muy sencillos. No sé cuántas páginas tendrán (unas 100?), pero menos de la mitad son reglas. El resto son misiones, lista de ejército y tal. Así que tienes reglamentos que aprendes rápido, equilibrados y jugables.

En resumen, reglamentos baratos, equilibrados y divertidos. Además, toca diferentes palos (steampunk, fantasía, cifi…) y tamaños de ejército.

Todo esto está muy bien, sí… pero… a la hora de verdad, ¿en qué se traduce esto?

Esto, señores, se traduce en “Proyectos de pintura y conversión”. Esto, a la hora de la verdad, se traduce en partidas de un tamaño y tiempo razonables. Se traduce en no ir cargado con demasiadas cosas para jugar una partida de fantasía. Se traduce en tener sensación de partida aún con cuatro minis en mesa.

Selección de tazas. No, no hay ningún motivo para esta foto...
Y, en mi caso particular, se traduce en:
 - Haber pintado por fin los Mouslings de Reaper para Frostgrave.

- Haber montado (y espero que pronto pintado) todos los esqueletos que tenía por casa muertos de asco para el Dragon Rampant.

- Tener pensado el coger unos pocos orkos y montarme una banda para el Rogue Stars, aprovechando que son pocas minis para darles personalidad.

- Haber empezado a pintar el Directorado, después de un año largo en su caja sin montar para el Horizon Wars.

En definitiva, jugar a un juego Osprey para los viejunos se traduce en empezar nuevos proyectos, sea con minis que ya tenemos o con esas compras que siempre te planteas pero nunca harías, porque no tienes con qué…

Por todo esto, sólo podemos decir

¡¡Osprey, we luv ya!!

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