[Eddie Cabot] Warmachine - El peor reto comodín que he usado jamás...

"Cuando hablamos de monarquía campechana, lo hacemos para referirnos a esos nobles que se comportan con la naturalidad propia del hombre de a pie, que no están tan lejos en lo físico y en lo moral de nuestras plebeyas personas. En el fondo son como nosotros dicen algunos, son seres humanos a fin de cuentas dicen otros.

Si hablamos de aspectos pura y duramente biológicos. Sí, somos todos iguales. Su sangre azul es en realidad igual de roja que la nuestra, con el añadido de que la nuestra coagula correctamente, cosas de no tener padres y abuelos que eran primos hermanos entre sí. Y todos, nobles y plebeyos, hasta que se demuestre lo contrario, todos cagamos sentados.

Pero donde se aprecia ese verdadero acercamiento, es cuando ves que un nieto del emérito acaba en una pelea a navajazos en la puerta de una discoteca porque alguien se ha metido con su chica, la Pechotes. Si eso no es estar a la altura de la Plebe que baje dios y vea.

¿Has tenido que sacarle la navaja a un notas en la puerta de la disco porque se ha metido con tu churri? Enhorabuena, ya casi eres un Bourbon. Ahora solo te falta la paga vitalicia y el puesto en alguna empresa importante para que parezca que trabajas, aunque en realidad estés todo el día tocándote los huevos.

Quien fuera de la nobleza..."

Bienvenidos niños y niñas a la casa de "...a veces no os cuento todo lo que me pasa". Continuo con mi lenta pero inexorable fagocitación del mes de Diciembre con mis entradas de última hora para superar retos que he tenido todo un año entero para cumplir.

Acercaos a la hoguera y dejadme que os cuente la historia del Colosal que nunca llegó a ser. Más o menos por Marzo de este año tuvimos un pequeño momento revival de Warmachine, o mejor dicho de Brawlmachine y mirando ofertas en los internets me encontré un pack de jacks de Cygnar con un precio irresistible que además incluía un colosal. Así que aproveché el calentón y los jacks se vinieron para casa.

Y TE LA METIERON BIEN DOBLADA HASTA EL CODO

Yo creo que hasta el hombro, pero no sería la primera vez que he sacado un producto defectuoso de una caja de Privateer Press. Mi colosal de Retribution tiene dos pies izquierdos y gasté medio paquete de masilla para taparle todos los agujeros. ¿Me quejé? No. Porque me salió muy barato y me llegó a casa en tiempo record. Con el de Cygnar me ha pasado algo parecido.

La caja llegó en un estado similar a esta.

Como expert modeller no me arrugo ante los desafíos. Si hay que lijar, limpiar, limar, cortar, pegar, enmasillar, anclar, pintar y barnizar para que algo quede bien, pues se hace. Aunque luego solo sirva para hacer bonito en lo alto de una estantería, tan alto que no se ve desde ningún lugar del comedor, pero te recuerda aquella vez que perdiste una semana de tu vida en un proyecto que después no llegó a tocar mesa.

Y todo en bolsitas de plástico.

Tras un buen rato de separar piezas, me busqué una foto del trasto y me puse a montarlo como creía que debía ir todo. Mi primera idea fue la de magnetizarlo, pero me estaba costando la vida pegar todas las piezas con loctite y enmierdarme con los imanes habría acabado mal. Si no lo recuerdo mal, lo monté todo menos los brazos para poder pintar de forma más cómoda y lo tuve acabado (peana incluida) en una cantidad de tiempo más que razonable.

PERO ENTONCES OCURRIÓ EL DESASTRE DE VERDAD

Cada vez que borro entero el chat de Wassap de la Guardia Viejuna, se van al infinito unos 30.000 mensajes y 2 o 3 mil imágenes, entre fotos de miniaturas, memes, gifs y vídeos musicales de gente que merece morir. ¿Dónde estaban las fotos del paso a paso del montado y pintado del Colosal? Pues mezcladas entre algún paquete de las imágenes que fueron destruidas en esa purga. 

Por lo que no las tengo, además me mosqueé tanto conmigo mismo que decidí ocultar todo el suceso, así como al Colosal. Pero modernas técnicas de reconstrucción digital me han permitido plasmar la esencia de lo que fue tal proyecto.

Boceto guapo.

Como podéis apreciar por el documento gráfico de extrema calidad y detalle, el trasto precisa de una cantidad de horas importante para ser montado. Sobretodo si lo haces sin las instrucciones y tienes que ir despegando cosas que has pegado mal por error durante todo el proceso. Tardé en acabarlo, pero lo dejé montado al fin, listo para imprimación.

WIP

Aquí estaba más o menos al 50% de pintado. Me tentaba la idea de pintarlo full-contrast. Pero ya cometí el error de pintar alguna miniatura así y no quedé muy contento. Se separaba mucho el resultado final de lo que ya tenía pintado con los colores de Privateer, por suerte conservo todavía todos los botes de azul chisnar y lo pude pintar con los mismos colores, aunque la parte del enguarre y las sombras las hice con contrasts y con tintas de James.

Peana de calidad.

La parte más divertida (como siempre), decorar la peana. Encontré un disco de madera de aproximadamente 12cm en mi distribuidor asiático local y lo recubrí de todo tipo de mierda, entre masilla, tronquitos, arena, césped de dos o tres tipos, piezas sueltas que representaban engranajes, más césped, algún cráneo pelado y lo pinté todo con tonos fríos, rollo bosque profundo tirando a húmedo, pero con los troncos recién cortados.

Y AHORA, COMPLETAMENTE EN SERIO

Lo de las fotos del PaP es cierto, me las cargué por error. No hay paso a paso, y me jode porque invertí una buena cantidad de horas en el proyecto y no lo pude meter como reto comodín en su día. También ayuda que no hemos vuelto a jugar a Brawlmachine y que Marwilson ha dejado a los Colosales fuera del MKIV, así que a criar polvo a la estantería.

Pintar un Colosal (o cualquier cosa igual de grande), es de aquellos proyectos que tienes que plantear a días vista. Puedes darte la paliza y acabarlo en dos o tres tardes. Pero son miniaturas grandes, con mucho detalle, eso hace que te canses mucho antes de acabarlo y a partir de un punto estés trabajando a medio gas.

Lo ideal sería dejarlo un par de días, y recuperarlo con la vista descansada. Sobretodo para ver todos los fallos que has ido cometiendo y todas las cosas que te has dejado por pintar porque al pincel le cuesta llegar. O al secarse la contrast te ha dejado un hueco sin rellenar.

En cualquier caso, el resultado final da el pego para un tabletop regulero, siempre que las fotos se saquen desde lejos. Ahora me tengo que hacer una caja de cartón para transportar al mostrenco. Pero no corre prisa, porque no hay planes de jugar al Warmachine por ahora. O eso me ha dicho Marwilson.

Además, mi instinto arácnido me dice que este año, de jugar al Warmachine va a ser a MKIII. Sobretodo si hablamos de Colosales, porque para MKIV no tendrán reglas, hasta que las facciones MKIV tengan miniaturas parecidas. Es decir, hasta que las 4 facciones MKIV que hay en preparación no tengan su equivalente a los Colosales, los de MKIII no tendrán reglas para la nueva edición. Por lo que si quiero jugarlo ya, tengo que irme una edición atrás en el tiempo.

PERO NO ACABARON AHÍ LAS TRIBULACIONES DEL COLOSAL

Pues no, estaba el ahí tranquilo a su rollo en la estantería, acabadito y lustroso junto a otras miniaturas de la cola de pintado que lo miraban con envidia, cuando la gata asomó la cabeza por allí y clavó sus ojos en el Colosal. Normalmente solo agrede a mis miniaturas cuando la está mirando alguien, para llamar la atención y esas cosas. Pero tuvimos un despiste y el Colosal voló cual compresa con alas y se estrelló en la mesa. 

Como estaba anclado, resistió lo peor del golpe. Pero los brazos se quedaron fláccidos y pendulantes. Así que retiré los anclajes y los reemplacé por fucking magnets, con lo que mejoré sus opciones para ser transportado y la miniatura ganó la habilidad de reposicionar sus brazos para no tropezar con las otras minis cuando intenta ponerse peana con peana para partirles el boquino.

"Ahí estabas..."

No sé porque le tiene tanta manía al Colosal, la verdad. Pero ha venido expresamente desde el cuarto donde se supone que estaba durmiendo para amenazar la integridad del pobre hombrecito de resina. Por lo que hasta que lo pueda jugar, lo he subido a lo alto de la estantería. Tan alto que yo tampoco llego, por lo que va a ser divertido el día que tenga que usar la escalera para bajarlo de ahí. 

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Y hasta aquí esta inocente tontada. ¡Se acaba el año bishes! Si tenéis retos por pintar poneos a ello que os pilla el toro y de que manera.