Tenemos al blog muy parado… Claro, estamos todos pintando las bandas para el SWA, para la campaña que acaba de empezar, y hay poco tiempo para escribir. Yo debería estar pintando mis Tau, en realidad, pero me debo a mi público.
Y como no tengo la banda pintada, los orkos progresan adecuadamente (pero sin avances notables) y no soy muy dado a comentar rumores (¿os habéis enterado? Se rumorea que GW saca la 8ªEd de Warhammer 40.000. ¡Y que va a ser algo diferente! O.o), así que toca uno de esos post que tanto nos gustan a los Viejunos. Uno en el que divagamos sobre el pasado, el futuro y lo que ocurre mientras tanto…
Hoy vengo a hablaros de los Hijos del Camello. Esos buenrollistas venidos del lejano Oriente para traer un poco de paz y armonía a la oscura galaxia del cuadragésimo primer milenio. Aunque sea a base de plasma recalentado.
Los Tau aparecieron en 3ª edición, si la memoria no me falla. Y no debería, porque tengo minis de Tau y no llegué a jugar apenas a 4ª… Eran la manera que tenía güorchop de decir “¿te gustan los dibujos esos japos raros? ¿y a quién no? ¡compra nuestras minis!”. Se decía que era una estrategia para atraer al comprador oriental, al ofrecerle un producto con el que se podía sentir identificado (claro, todos sabemos que los japos tienen la vagina en la frente… ¡Estos japos, con sus rarezas!). Creo recordar que por ese lado les salió mal la jugada: los Tau apenas vendían en Japón, pero en cambio sí en Occidente, donde el manga llevaba un tiempo pegando con fuerza.
El caso es que 3ª era para mí la época en la que coleccionaba ejércitos, no juegos como ahora. ¿Al CaC? Escogía entre orkos o lobos. Me pillé Caos (a Eddie, sobre todo) para hacerme una Legión Negra (y han acabado siendo Portadores…). Empecé un ejército de GI para representar a los Tanith (y los jugué en una partida contra los Perdidos y Condenados de Eddie), y compré de 2ª mano un pequeño ejército Tau… que no llegué a jugar. Pasamos del 40k al WM, y dejé los marines y demás por cafeteras a vapor y tíos con espadas enormes (y mucho pelo). Con el tiempo, intenté vender cosas de GW que no necesitaba (orkos de 3ª, los Tau, el Caos…). Algo vendí, pero me quedé con mucha cosa que nadie quería.
Y como no tengo la banda pintada, los orkos progresan adecuadamente (pero sin avances notables) y no soy muy dado a comentar rumores (¿os habéis enterado? Se rumorea que GW saca la 8ªEd de Warhammer 40.000. ¡Y que va a ser algo diferente! O.o), así que toca uno de esos post que tanto nos gustan a los Viejunos. Uno en el que divagamos sobre el pasado, el futuro y lo que ocurre mientras tanto…
Hoy vengo a hablaros de los Hijos del Camello. Esos buenrollistas venidos del lejano Oriente para traer un poco de paz y armonía a la oscura galaxia del cuadragésimo primer milenio. Aunque sea a base de plasma recalentado.
Los Tau aparecieron en 3ª edición, si la memoria no me falla. Y no debería, porque tengo minis de Tau y no llegué a jugar apenas a 4ª… Eran la manera que tenía güorchop de decir “¿te gustan los dibujos esos japos raros? ¿y a quién no? ¡compra nuestras minis!”. Se decía que era una estrategia para atraer al comprador oriental, al ofrecerle un producto con el que se podía sentir identificado (claro, todos sabemos que los japos tienen la vagina en la frente… ¡Estos japos, con sus rarezas!). Creo recordar que por ese lado les salió mal la jugada: los Tau apenas vendían en Japón, pero en cambio sí en Occidente, donde el manga llevaba un tiempo pegando con fuerza.
La típica armadura tau |
El caso es que 3ª era para mí la época en la que coleccionaba ejércitos, no juegos como ahora. ¿Al CaC? Escogía entre orkos o lobos. Me pillé Caos (a Eddie, sobre todo) para hacerme una Legión Negra (y han acabado siendo Portadores…). Empecé un ejército de GI para representar a los Tanith (y los jugué en una partida contra los Perdidos y Condenados de Eddie), y compré de 2ª mano un pequeño ejército Tau… que no llegué a jugar. Pasamos del 40k al WM, y dejé los marines y demás por cafeteras a vapor y tíos con espadas enormes (y mucho pelo). Con el tiempo, intenté vender cosas de GW que no necesitaba (orkos de 3ª, los Tau, el Caos…). Algo vendí, pero me quedé con mucha cosa que nadie quería.
Cada año, o así, me hacía el propósito de vender los Tau. Total, ya había vendido casi todas las armaduras (¡y era lo que molaba!) y no hacía nada con unos 20 o 30 kroots y un puñado de castas. Pero la pereza de sacarlo todo de la caja, ponerlo bien y hacerle fotos hacía que ahí siguieran.
¿Inspiración? ¿Homenaje? ¿Plagio? |
Luego llegó el Shadowar: Armageddon. El revisar las reglas y las minis, para intentar no hacer lo obvio: pintar orkos. Ver que tenía ya pintados todos los Especialistas Tau gracias a la banda del RS. Semanas de revisar minis, listas, volver a mirar minis… ¿Tengo minis suficientes? ¿Puedo convertir los drones? ¿Aprovecho para montarme una banda de Slaanesh? ¿Reaprovecho los tiránidos de 2ª? ¿Me compro la caja de exploradores?...
Al final, resulta que tengo 6 exploradores (de metal), 3 castas con carabinas (a los que les he quitado la hombrera) y drones y piezas como para sacar los 3 modelos. Ya están despintados, y este finde empezaré a pintarlos…
¿Es este el final de mis Tau? La verdad es que no. Mi primera idea cuando dije “pues me pinto los exploradores para el SWA” fue seguir y pintarme también el Mantarraya. No podría usarlo, pero me hacía gracia colocarlo como escenografía.
Pero llegará la 8ª ed del 40k. Más rápida y fácil de jugar, según todo lo dicho hasta ahora. Con reglas y perfiles gratuitos, si lo he entendido bien. Y, más importante para mí, las “nuevas” armaduras tau son preciosas. Todas. Bueno, casi. Las sombra no me gustan, prefiero las antiguas… ^_^
Pero las nuevas Crisis… las nuevas Apocalipsis… la Cataclismo… *_*
Hasta la matriz es sexy... |
Así que tengo un plan. El plan consiste en seguir pintando orkos, que tengo un huevo. Pero irme pintando los pocos Tau que tengo, de momento. Y, si eso, llegado el caso… comprar Taus nuevos. Sobre todo armaduras de combate. *_* Luego ya veré si me gusta su manera de jugar, y detalles de esos. Lo que quiero es pintar mechas *__*
Ya os contaré cómo evoluciona esto… de momento, ¡que el Gran Dromedario os proteja!
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