... Los últimos años de una Tierra moribunda...
Las cosechas se han arruinado y las naciones se mueren de hambre. La población se agrupa temiendo la constante amenaza de guerra total. Millones de desesperados piden a gritos ser liberados de su planeta natal envenenado. En las salas de juntas de las grandes torres corporativas se hacen planes, que maduran en secreto durante décadas. Se construyen brillantes naves plateadas de costes desorbitados.
Se reforman planetas enteros según los dictados de los científicos corporativos. Se tiende una capa atmosférica alrededor de la luna. Los desiertos rojos de Marte se vuelven fértiles. Florecen las junglas bajo las nubes de Venus. La Tierra se saquea y explota para poder llevar a cabo este impresionante proyecto hasta que llega el día en el que todo está preparado y las corporaciones anuncian su plan.
Ahora hablaré del Éxodo, de los millones de personas que subieron a las grandes Arcas, elegidos de entre los mejores y más brillantes de cada Corporación, y de los llantos y lamentos de los que fueron abandonados para vagar por siempre por las Tierras Malditas y de los tumultos y protestas de todos aquellos que supieron demasiado tarde que no se contaba con ellos.
Ahora las banderas de las Megacorporaciones ondeaban al viento de los nuevos mundos.
Fue una época de esperanza, terror y promesas rotas, el amanecer de una nueva era. Los hijos de las Megacorporaciones aterrizaron en los lugares preparados para recibirles. Cada corporación tenía un sueño, una visión particular de un mundo perfecto, un ideal al que aspiraban todos sus ciudadanos. Cada corporación luchó por conseguir ese ideal en los nuevos mundos del reformado Sistema Solar.
Los orgullosos Pioneros de la poderosa Capitol pusieron pie en el suelo de Luna y empezaron a construir la ciudad más grande que jamás conocerán los nuevos mundos. Se apropiaron de las fértiles llanuras rojas de Marte y colonizaron sus Tierras de la Libertad.
Los Constructores de Bauhaus trabajaron en las junglas sofocantes y archipiélagos volcánicos de Venus, para levantar ciudades, fábricas y enormes fincas. Lucharon contra los poderosos monstruos y las terribles condiciones del entorno para construir un orden nuevo y perfecto.
Los comprometidos ciudadanos de Mishima excavaron sus ciudades-caverna bajo las arenas ardientes de los desiertos de Mercurio. El gran inframundo se pobló rápidamente. Donde una vez sólo hubo oscuridad, ahora brillaba la luz. Los mineros cavaron profundamente y sus herramientas brillaban al rojo blanco. El Señor Supremo Mishima sonrió cuando vio que su obra era buena.
Imperial luchó para hacerse sitio en el superpoblado Sistema Solar enviando grandes destacamentos de Conquistadores para obtener territorios por todo el Sistema y para explotar los terrenos desconocidos del cinturón de asteroides y los mundos exteriores. Los trabajos eran incesantes por todas partes. Todos los nuevos mundos del hombre eran un hervidero de actividad.
Se fundaron grandes ciudades y se establecieron grandes rutas comerciales. Con toda esta actividad, solo había un lugar que permanecía tranquilo.
La vieja Tierra permanecía ignorada degenerando hasta la barbarie. Era un padre senil abandonado por sus hijos. Sus habitantes no albergaban ninguna esperanza y las arenas engulleron sus ciudades..."
Cada megacorporación reclamó una parte del sistema solar llevando allí su forma de entender la existencia vital de los humanos. Pero como siempre unos codiciaban lo de otros, y la guerra por un pedazo de terreno no tardo en estallar entre las distintas megacorporaciones en los nuevos escenarios alejados de la madre Tierra. Mercurio, Venus y Marte.
Pero no todo el mal está dentro de los humanos. Colonos de Imperial, la entonces corporación más pequeña y que no poseía un planeta donde establecerse, en su afán de expansión llegaron a Nerón...
...El Despertar de Algo Oscuro...
(Siguiente fragmento extraído de Mutant Chronicles)
[...]Todo comenzó cuando los Conquistadores de Imperial llegaron a Nerón, el planeta frío y oscuro situado en la frontera de nuestro Sistema. Allí encontraron una extraña lápida. No tardamos mucho tiempo en comprender qué habían despertado al abrirla, aunque se perdió al instante el contacto con ellos.
Poco después la Simetría Oscura atravesó el Sistema y empezó a infectar las poderosas Máquinas Inteligente. Había comenzado la primera y más sutil tentativa del Alma Oscura de doblegar a la humanidad. Empezaron a suceder extraños acontecimientos, Los complejos sistemas tecnológicos fallaron. Las centrales eléctricas explotaron destruyendo ciudades enteras. Las Máquinas Inteligentes enloquecieron, volviendo sus armas automatizadas contra la población civil. Las grandes redes de crédito electrónico se colapsaron, hundiendo el sistema económico. Aparecieron nuevas plagas que sembraron la muerte entre la población. Por todas partes se escuchaban rumores de sabotaje y las corporaciones se culpaban unas a otras. Las influencias malignas saturaron las Máquinas Inteligentes, señalando como culpables de todo a las corporaciones rivales, cuando eran inocentes. En medio de la confusión, nadie podía diferenciar la verdad de la mentira. Los hombres confiaban tanto en las máquinas que seguían creyendo lo que decían aún cuando sus propios ojos veían algo diferente. A medida que se colapsaban los sistemas, iban desapareciendo los títulos de propiedad y dejaron de existir las facturas y los contratos. Toda la economía, de la que dependía la prosperidad de los mundos, se evaporó de la noche a la mañana. Cuando las fábricas automáticas se detuvieron y todo el Sistema se quedó sin energía, sus habitantes se rebelaron, culpando de la catástrofe a sus líderes. Lo más fácil para los gobernantes era culpar a las corporaciones rivales y la tensión resultante condujo a un conflicto abierto. Llega una era oscura nueva. Comenzó la Primera Guerra Corporativa: se levantaron ciudades contra ciudades, Megacorporaciones contra Megacorporaciones, desde los áridos desiertos de Marte, a las asfixiantes junglas de Venus...[...]
... La Fundación de la Hermandad ...
En medio de esa Era de Oscuridad, había alguien con esperanza y visión, su nombre era Nathariel Durand, el primer Cardenal de la Hermandad. Según él la Humanidad debía recuperar el control sobre sí misma, cargó contra las Máquinas Pensantes, atribuyéndolas todo el mal acontecido. También enseño la utilización del Arte, alimentado por las fuerzas de la luz. Sus mensajes fueron extendidos por sus seguidores en todos los mundos, dándole sentido al Caos.
En poco tiempo, la influencia de la Hermandad se hacía sentir en todas las Megacorporaciones, en una época de carnicería y dolor dio esperanza a la gente común.
Se decidió no asesinar a Durand, por miedo de convertirlo en un mártir, y así la Hermandad prosperó incrementando sus filas hasta hacerse una poderosa fuerza contra la Oscuridad.
Llegado el momento, el Cardenal envió a varios emisarios a cada una de las Megacorporaciones, tras duras negociaciones, se consiguió dar por finalizada la Guerra. Se formó el Cártel, una organización compuesta por miembros de las distintas Megacorporaciones que haría de intermediario y resolvería las disputas entre éstas. También se realizó una serie de edictos para combatir los resultados de la Simetría Oscura:
* Ningún humano intentará crear máquinas que piensen como un humano
* Ningún humano viajará más allá de Júpiter, para evitar la atención de la Oscuridad
* Ningún humano estudiará la Oscuridad
Aunque estos edictos llevaron a atrasar técnicamente a la Humanidad, unos 300 años, la utilización de una tecnología más simple y sin IA, consiguió iniciar una nueva edad dorada....
....Continuará.
A ver si nos enseñas a jugar... :-P
ResponderEliminarMas trasfondo, mas mas mas ;)
ResponderEliminarJejeje, es que el trasfondo del Universo de Mutant Chronicles y Warzone, es una pasada. Para mi, la quiebra de Target Games, fue un palo gordo. A pesar de ser un coleccionista compulsivo de todo lo que editara GW, los dos juegos de miniaturas en 28mm de esta marca (Warzone y Chronopia) se convirtieron de la noche a la mañana en mis dos juegos favoritos (mi favorito de Si-fy, y mi favorito de fantasía) Y sobre todo, fue por el trasfondo de ambos.
ResponderEliminarA ver si me animo y cuelgo algunas fotos de mis ejércitos de Warzone. Imperial es mi favorito, pero también tengo Hermandad, Mishima, Bauhaus, y a legiones de los Apóstoles oscuros. Las únicas dos que no he tenido han sido Cibertronic y Capitol, y no por falta de ganas.