Buenas a todos! Estos artículos salían en la revista oficial de Privateer
Press, No Quarter.
Como no quiero que se pierda el fabuloso trabajo de traducción que hizo en
su día Agrivar, iré publicando poco a poco los que guardé en su día de un
antiguo foro. Hoy le toca el turno a una de las mercenarias mas bella a la par que misteriosa de todos los reinos de hierro. Salida del juego de rol y con la trilogia de Fuego de Brujas para darle mas historia a este personaje ha estado presente desde MK1 y no ha dejado de pisar fuerte en listas TOP10 de torneo Steam Roller en MK2.
ALEXIA CIANNOR Y LA FUEGO DE BRUJAS
Immoren occidental ha visto imperios y naciones alzarse
y caer a lo largo de los milenios, y muchas de estas antiguas civilizaciones
han dejado tras ellas vestigios de poder maligno a ser descubiertos por los
incautos y por los que carecen de escrúpulos. Aunque la magia negra parece a
menudo un medio eficaz con el que poder lograr algún anhelado objetivo, la
mayoría de las veces acaba consumiendo a aquellos que sacrificaron la
precaución a cambio de un fácil acceso al poder. Con demasiada frecuencia estos
objetos son descubiertos por quienes son demasiado ingenuos o están demasiado
cegados por sus propios deseos y obsesiones como para ser capaces de reconocer
el peligro que representan un antiguo artefacto orgoth o un tomo de saber
infernal, y, como usted ya sabe, la destrucción que puede provocar una
combinación semejante puede ser verdaderamente asombrosa.
|
Fuego de Brujas, la espada que porta Alexia. Si quereis conocer toda su historia haceros con la trilogia. |
Lo que he averiguado acerca de la antigua espada conocida
como la Fuego de Brujas y su actual portador me lleva a creer que representa un
peligro y una amenaza a una escala que todavía no ha sido completamente
apreciada, ni siquiera por aquellos a los que se les ha encomendado su
recuperación. Aunque los actos de Alexia Ciannor han servido en ocasiones al
bien mayor, creo que a medida que su poder va creciendo, la maligna fuerza de
la Fuego de Brujas va creciendo con él.
Mi investigación ha revelado una serie de espeluznantes
secretos concerniendo a la historia de Alexia y la de la propia Fuego de
Brujas, y creo que ella tiene o pronto tendrá la capacidad para convertirse en
una de las mayores amenazas a las que se ha enfrentado Immoren occidental. No
puedo hacer suficiente hincapié en la importancia de que usted y aquellos a los
que sirve presten atención a la información compilada en este dossier y que
usted lleve a cabo las acciones apropiadas mientras todavía esté en su poder
hacerlo.
- G.K.
- - - - - - - - - -
Cronología
de Alexia Ciannor / Fuego de Brujas
La siguiente lista recopila fechas importantes en la
historia de Alexia Ciannor y la Fuego de Brujas. Creo que es de suma
importancia que conozcamos la historia de la espada si hemos de comprender qué
es lo que motiva a su actual portador.
1610 AR: Aunque la Fuego de Brujas nunca llega a
ser identificada por su nombre, algunas fuentes apócrifas describen a la
Vástago Delesle mostrando una misteriosa espada negra y luego empalándose a sí
misma con su hoja como parte del ritual para su ascensión oscura. Dados los
poderosos atributos nigrománticos de la Fuego de Brujas, algunos ocultistas
creen que la Vástago Delesle fue la creadora de la espada o intervino a la hora
de aumentar sus poderes.
1235 AR: Akhet Zerosh, un sacerdote thamarita de
bajo rango, se embarcó en una campaña de masacre y utilizó la Fuego de Brujas
para asesinar a docenas de sacerdotes menitas y morrowanos. Este baño de sangre
sin precedentes permitió a Zerosh subir rápidamente de rango entre las filas de
sus hermanos. Parecía estar en la senda de la ascensión oscura cuando fue
finalmente ajusticiado por escrutadores menitas. Dado el estado de los
registros históricos antiguos, este es el único portador registrado de la Fuego
de Brujas conocido antes de la era actual.
1015 AR: Bajeles pirata al servicio de Lord Borges
Moorcraig atacaron la nave mercante Promesa de Thuria en el Golfo de
Mediobanco. Su tripulación fue asesinada, y su carga fue capturada. Monjes
morrowanos sirviendo al Asc. Deloth preservaron un manifiesto de carga
procedente de un monasterio que estaba cerca de Guardaoccidente y que
confirmaba que la Promesa de Thuria transportaba la Fuego de Brujas en su
bodega.
1000 AR: Moorcraig fue uno de los pocos reyes
pirata que se negó a arrodillarse ante Lord Toruk cuando el Padre de Dragones
reclamó como suyas las islas Scharde. Por semejante insolencia, Toruk destruyó
el Castillo Moorcraig y a Lord Moorcraig con él. La Fuego de Brujas permaneció
perdida dentro de las catacumbas bajo el castillo durante 1600 años. Todo
indica que los señores liche nunca llegaron a ser conscientes de su existencia.
586 DR: Nacimiento de Alexia Ciannor.
591 DR: Tras descubrir una transcripción del
manifiesto de carga original de la Promesa de Thuria, Dexer Sirac dirigió una
tropa de mercenarios hasta las ruinas del Castillo Moorcraig para recuperar un
antiguo artefacto. Únicamente Dexer Sirac, el infame francotirador Kell
Bailoch, y dos mercenarios llamados Dirst y Lank regresaron de esta misteriosa
expedición. Durst y Lank no tardaron en morir en circunstancias sospechosas.
|
El único superviviente de la recuperación de Fuego de Brujas, este tio es como las cucarachas... |
591-593 DR: Dexer Sirac aprovechó su puesto en la
Inquisición para ejecutar a un número indeterminado de arcanistas hallados
culpables de brujería, empleando la Fuego de Brujas como el instrumento de
ejecución.
593 DR: Los juicios por brujería del Aquelarre de
Corvis. Cinco mujeres fueron acusadas de brujería, incluyendo a Lexaria
Ciannor, la madre de Alexia. Las mujeres fueron declaradas culpables y
decapitadas. De nuevo, Dexer Sirac, empleó la Fuego de Brujas para llevar a
cabo las ejecuciones. El ritual de la ejecución liberó una descarga masiva de
energía que dejó inconsciente al Inquisidor Jefe Sirac. Los guardaespaldas del
Magistrado Ulfass Borloch se llevaron a Sirac de la escena y dejaron atrás la
Fuego de Brujas.
593 DR: El Prelado Pandor Dumas, tío de Alexia y
jefe de la Iglesia Morrowana en Corvis, recuperó la Fuego de Brujas del lugar
de la ejecución del Aquelarre de Corvis. Empleó su influencia para que el
cuerpo de Lexaria Ciannor fuera enterrado en la Gran Catedral de Corvis,
mientras que las otras cuatro brujas fueron enterradas fuera de la ciudad.
Dumas sepultó la Fuego de Brujas bajo la tumba de Lexaria porque “su naturaleza
le perturbaba y sentía que estaría mejor guardada bajo suelo consagrado”.
594 DR: Alexia Ciannor fue enviada a vivir con su
tío, el Prelado Dumas. La Inquisición fue disuelta cuando Leto fue hecho rey.
Muchos inquisidores fueron arrestados y ejecutados mientras que otros como el
Inquisidor Jefe Sirac se convirtieron en criminales buscados.
602 DR: Se descubrió una serie inexplicable de
robos de tumbas por todo Corvis. Entre las tumbas saqueadas estaba el lugar que
contenía a los cuatro miembros del Aquelarre de Corvis.
602 DR, Noche más Larga: Centenares de no-muertos
asaltaron la Capilla de Morrow en Corvis, se presume que procedentes de las
cercanas ruinas de Fuerte Rhyker. La tumba de Lexaria Ciannor fue profanada, su
cuerpo y los cuerpos de sus hermanas de aquelarre fueron sustraídos, y la Fuego
de Brujas fue robada.
603 DR: Agentes de la ahora proscrita Inquisición,
dirigidos por Dexer Sirac operando bajo el alias de Vahn Oberen, se infiltraron
en Corvis. Tomaron el control de la ciudad con la ayuda y colaboración del
Magistrado Borloch y se prepararon para la llegada de un ejército skorne
dirigido por Vinter Raelthorne. Los esfuerzos de Vinter Realthorne se vieron
frustrados cuando Alexia Ciannor utilizó la Fuego de Brujas para levantar la
Legión de las Almas Perdidas para ayudar a la ciudad* durante la Batalla de
Corvis.
603 DR: Después de la Batalla de Corvis, Alexia
entregó la Fuego de Brujas y la Iglesia de Morrow tomó custodia de la espada.
El Sumo Prelado Dumas envió la espada hacia el sur con la intención de que
fuera puesta a buen recaudo en el Sancteum.
604 DR: Alexia atacó la caravana que transportaba
la Fuego de Brujas hacia el Sancteum y robó la espada. Este acto le granjeó la
enemistad de la Orden del Esclarecimiento, la cual recibió permiso de la
Iglesia de Morrow para emplear la fuerza la hora de recuperar la espada.
604 DR – Presente: Mientras huye de la Orden del
Esclarecimiento, Alexia sobrevive vendiendo sus servicios como mercenaria. Sus
clientes parecen ser aquellos suficientemente desesperados como para hacer uso
de sus poderes nigrománticos para destruir a sus enemigos.
* La “Legión de las Almas Perdidas” sería merecedora de
otro dossier dedicado exclusivamente a ella. El Sancteum posee registros sobre
este fenómeno sobrenatural. Se da por supuesto que los muertos revividos por
Alexia para defender Corvis procedían de una compañía mercenaria llamado los
Eternos que hace mucho tiempo estuvo al servicio de Cygnar, y que fue destruida
mientras servía a Malagant el Torvo. Fueron sepultados en una tumba secreta en
295 DR después de un conflicto fronterizo entre Cygnar y Khador. Su tumba fue
construida siguiendo las instrucciones de toda una hueste de arcontes morrowanos
que profetizaron que llegaría el día en que los muertos “se alzarían de nuevo
para mantener a raya a las fuerzas de la oscuridad”.
|
Alexia y la legión de las almas perdidas. Una panda muy animada! |
- - - - - - - - - -
Creo que es de una importancia crucial entender primero
la historia de la Fuego de Brujas y luego examinar cómo su historia acabó
entrecruzándose con la de Alexia. Esto es imprescindible para poder dictaminar
el calibre de la amenaza que juntas representan.
Como con tantos artefactos antiguos, adivinar los orígenes
de la Fuego de Brujas es parecido a intentar rastrear un único grano de arena
en medio de la Marca de la Piedra Sangrienta. Aún así, no carezco de recursos,
y hay toda una serie de mitos y leyendas que hablan sobre la historia de la
espada – aunque pocos de ellos son fiables de forma individual.
La primera y vaga mención de la Fuego de Brujas se
atribuye a la Vástago Delesle, la Patrona thamarita de la Nigromancia. La
leyenda dice que ella blandía una “espada negra” que posteriores seguidores
creyeron que era la Fuego de Brujas. No está claro qué uso concreto le dio a
esta espada, pero Delesle tomó parte en el asesinato de docenas de sacerdotes
menitas, y se dice que en el momento de su ascensión oscura se empaló ella
misma con su negra espada. Algunos de sus seguidores creen que el poder de esta
espada negra y las muertes combinadas de sus enemigos ayudaron a desencadenar
su transformación en un vástago, punto en el cual ella se unió a su oscura
señora en Urcaen.
El siguiente documento fue cogido de un antiguo conjunto
de pergaminos thamaritas, y su autor asegura haber estado presente durante la
ascensión de Delesle.
- G.K.
- - - - - - - - - -
… y Delesle desenvainó la espada negra y la sostuvo en
alto. Ella pronunció las palabras de poder y la hoja se encendió con fuego. Un
gran lamento salió de las gargantas de los sacerdotes del Creador cautivos
cuando la espada fue blandida, y se debatieron desesperadamente contra las
cadenas que los sujetaban.
Delesle sintió el toque de la Tentadora sobre ella; la
espada era el recipiente del Gémelo Oscuro, y la sangre de los fieles al
Creador lo llenaría hasta el borde. Delesle golpeó al primer sacerdote con un
grito de júbilo, y su sangre relució brillante contra el filo de ébano. La
espada se alzó y cayó una y otra vez a medida que sus hambrientas llamas
devoraban a los sacerdotes en mente, cuerpo y alma. Pronto Delesle estuvo
bañada en la esencia escarlata del enemigo, y sintió una gran fuerza y poder
despertando dentro de ella.
Delesle hizo entonces una señal a sus sirvientes –
aquellos fieles considerados suficientemente dignos como para ayudarla en su
momento de más gloria. Uno por uno se arrodillaron ante ella, y la espada negra
probó su carne y se apodero de sus vidas y su fuerza. Y entonces no quedó más
que una vida por ofrecer, un alma más para satisfacer al Gemelo Oscuro y
ganarse su favor. Delesle giró la negra hoja en sus manos y situó su ardiente
punta contra su pecho. Lanzó un grito de regocijo y hundió la espada
profundamente en su carne.
Pero los inmortales no pueden morir, y Thamar se sintió
complacida con la ofrenda de Delesle. Ella fue llevada hasta el regazo de
nuestra señora para convertirse en una Vástago de Thamar. Fue hecha de nuevo y
trascendió la tosca carne mortal que debemos soportar hasta el día en que nos
unamos a Thamar en Urcaen o nos sumamos en el olvido del fracaso.
- - - - - - - - - -
Evidentemente os llamará la atención las descripciones
de una “espada negra” utilizada en el sacrificio ritual de sacerdotes menitas.
Aunque la espada mencionada en el documento no es descrita por completo, no soy
el primero en sospechas que podría ser la Fuego de Brujas. La espada es
descrita como “devorando” las mentes, cuerpos y almas de las víctimas de la
Vástago – su esencia, por así decirlo. Este rasgo es atribuido también a la
Fuego de Brujas.
Pienso que la evidencia circunstancial es suficientemente
sólida como para sugerir que la Vástago Delesle pudo haber blandido la Fuego de
Brujas durante su vida. Hay fragmentos de saber thamarita que llegan incluso a
sugerir que esta espada fue creada por Delesle, pero teólogos y estudiosos más
imparciales señalan que su elementos y marcas decorativas proceden de una era
anterior. No me siento inclinado a intentar adivinar los verdaderos orígenes de
la Fuego de Brujas y, sinceramente, su procedencia poco importa en este punto
más allá de para satisfacer una curiosidad sagaz. Hay quienes han señalado que
el arma muestra parecidos con el armamento orgoth. Aunque esto es cierto, los
registros más antiguos de incidentes atribuidos a l espada tuvieron lugar hasta
mil años antes de que los orgoth llegaran a nuestras orillas, de forma que
estoy inclinado a creer que el arma no tiene ninguna conexión directa con esos
opresores.
- G.K.
- - - - - - - - - -
El capellán Irun fue mantenido en su sitio y obligado a
arrodillarse por dos discípulos que empujaron su cabeza hacia abajo y
ofrecieron la base de su cuello al Prelector Zerosh. Los lloriqueos del
capellán levantó ecos por toda la cámara, y la sangre de sus hermanos se
acumuló en un charco alrededor de sus rodillas, derramada momentos antes por la
gran espada negra empuñada por las manos del prelector. Diez sacerdotes en
total habían perecido bajo su filo, y a través de ella, Zerosh se había
apoderado de su fuerza – por pobre que fuera – y añadido a la suya. Ahora sólo
quedaba el capellán.
El Prelector Zerosh dio un paso adelante y situó la punta
de la espada negra bajo la mandíbula del capellán, obligándole a levantar la
cabeza. Patéticas súplicas de clemencia partieron de los labios de Irun. El
prelector se sentía disgustado por la cobardía del morrowano, y maldijo al
capellán por su debilidad mientras alzaba sobre su cabeza la negra hoja. La
espada descendió como un borrón oscuro, y la cabeza de Irun se separó de su
cuerpo con un surtidor de sangre que salpicó los brazos y cara del prelector.
El cuerpo descabezado del capellán cayó hacia adelante, y
la cámara quedó repentinamente llena de un silencio que estaba preñado con
poder y miedo. La negra espada en las manos del Prelector Zerosh se encendió de
repente con unas llamas espeluznantes, y él cayó de rodillas lanzando un grito
orgiástico. Las llamas saltaron entonces de la hoja para rodearlo por completo,
iluminando el cuerpo del prelector con un infernal fuego rojo. Las llamas
brillaron intensamente por espacio de un latido de corazón y luego
desaparecieron, dejando intactas la carne y las ropas del prelector. Cuando el
Prelector Zerosh se puso de pie, sus ojos relucían con una cualidad
innombrable, como si las llamas de la espada rugieran ahora en su interior. Se
giró hacia los fieles y pronunció únicamente una palabra: “Más”.
- - - - - - - - - -
Los incidentes más ampliamente documentados en los que
participara la Fuego de Brujas tuvieron lugar unos 400 años después de la
ascensión oscura de Delesle. El portador de la espada más infame de todos fue
un sacerdote thamarita que respondía al nombre de Akhet Zerosh y que utilizó la
Fuego de Brujas para embarcarse en una sangrienta cruzada contra el sacerdocio
tanto de Menoth como de Morrow.
Aunque existen breves menciones de la cruzada de Zerosh en
muchos tomos históricos, en un raro volumen thamarita titulado el “Tomo de
Desafío” puede encontrarse una narración de los hechos sumamente detallada. Una
de las últimas copias de este libro que se conservan, la mayoría de las cuales
fueron destruidas por la Inquisición, está al cuidado del Sumo Prelado Dumas en
Corvis. El tomo estaba entre las pertenencias de Dexer Sirac recuperadas tras
la Batalla de Corvis.
Aunque no explica cómo llegó a sus manos la espada, la
crónica contaba el uso que Akhet Zerosh hizo de la Fuego de Brujas durante su
ascenso al poder entre los thamaritas y documenta un sanguinario reinado de
terror en el que presuntamente asesinó a centenares de sacerdotes menitas y
morrowanos. La crónica describe con gran detalle la forma en que estos
sacerdotes eran ofrecidos a Thamar en sacrificio ritual, con la Fuego de Brujas
sirviendo como el instrumento de su ejecución. Creo que este tipo de ceremonia
sacrificial permite a la Fuego de Brujas absorcer la esencia de aquellos a los
que mata y transferir parte de su poder a quien la esgrime. Esto ayudaría a
explicar el meteórico ascenso al poder de Akhet Zerosh.
- G.K.
- - - - - - - - - -
El siguiente pasaje del Tomo del Desafío describe una
escaramuza entre fuerzas thamaritas y morrowanas durante el cual Zerosh, ahora
elevado al rango sacerdotal thamarita de cantor, utilizó el poder de la Fuego
de Brujas para animar a los muertos. La Fuego de Brujas es descrita con
bastante detalle, dejando pocas dudas de que Akhet Zerosh llegara a blandir la
espada y hecho uso de su poder para establecerse a sí mismo como un poderoso
sirviente de Thamar. Nótese que aunque las leyendas rodeando esta espada suelen
hablar frecuentemente de su presencia agitando a los muertos para que caminan,
esta es la primera mención registrada de este proceso siendo iniciado de forma
deliberada.
- G.K.
- - - - - - - - - -
El Cantor Zerosh permaneció inmóvil ante todo el poderío
de la hueste morrowana. Los cuerpos de los fieles fueron apilados a sus pies,
desgarrados y quebrados por las espadas y lanzas de los seguidores de la
Traidora. Sacó de su funda la espada negra para enseñar a los morrowanos las
tenebrosas profundidades de su filo de ébano, las lenguas colgantes de los
diablillos que servían de guarda de la hoja, y las temblorosas llamas que la
recorrían a lo largo. Los morrowanos retrocedieron un paso mostrando su temor
ante la visión del elegido de Thamar y su oscura espada. Balbucearon oraciones
a su inútil dios, y el hedor de su miedo bastó para levantar el ánimo a los
fieles de Thamar.
Fue entonces cuando el Cantor Zerosh reveló otro de los
oscuros milagros de la espada – un secreto que le fue revelado durante sus más
fervientes plegarias a Thamar. Las palabras que surgieron de sus labios
hirieron el aire con un poder oscuro, y a sus pies los muertos se agitaron. Como
uno solo, los cadáveres tanto de thamaritas como de morrowanos se alzaron a la
orden del Cantor Zerosh, tomaron sus armas y avanzaron hacia la hueste
morrowana.
- - - - - - - - - -
Aunque hay pistas y rumores sobre otros individuos que
blandieron la espada, no hay nada concreto en los registros históricos de los
siguientes 200 años, hasta el momento en que la Fuego de Brujas aparece, de
todas las cosas posibles, en un manifiesto de carga, en el año 1015 AR. Sólo la
diligencia de los monjes-escribas del Ascendido Doleth – que atesoran todos los
documentos náuticos – pudo preservar y más tarde transcribir este manuscrito en
todos los demás aspectos indigno de mención. Una nave llamada Promesa de Thuria
aparentemente transportó la Fuego de Brujas en su bodega. El arma fue
mencionada como parte de un cargamento compuesto por otros “objetos de valor
histórico destinados a su venta en Caspia”. Parece probable que tanto
quienquiera que enviara la espada como el capitán del navío no tenían ni la más
mínima idea de su importancia y la consideraban solamente una reliquia familiar
potencialmente valiosa. Entre las pertenencias de Dexer Sirac se encontró
también una copia de este manifiesto de carga. Fue confiscada por la Iglesia de
Morrow junto con su diario, el cual demostró ser una generosa fuente de
información sobre la Fuego de Brujas.
Aparentemente Sirac había estado buscando la Fuego de
Brujas por algún tiempo y había acabado recurriendo a varias fuentes de
información inesperadas – thamaritas, infernalistas, y otros individuos
nefandos a los que su orden había jurado encontrar y destruir – en busca de
cualquier fragmento de información concerniendo la espada. Dada su posición
como jefe inquisidor bajo el Rey Vinter IV, se encontraba en una posición única
para investigar el rastro de la espada. Esta entrada de su diario relata su
descubrimiento del antiguo manifiesto de carga.
- G.K.
|
Primera miniatura de Alexia hecha par el juego Iron Kingdoms de rol. |
- - - - - - - - - -
17 DE CASTEUS, 591 DR
Parece casi un desperdicio que deba disponer de Gorzen
después de que mostrara ser tan útil. El descubrimiento del manifiesto de carga
de la Promesa de Thuria fue, debo admitirlo, la última pieza vital de
información que yo necesitaba. Sin embargo, los hombres de su calaña y
predilecciones no tienen cabida en el nuevo orden de Vinter, y me enorgullezco
un poco de haber sido capaz de emplear a un hombre tan miserable para que sirva
a un bien superior.
La información de Gorzen no revela cómo llegaron el
Promesa de Thuria y su capitán a quedar en posesión de la espada, pero eso apenas
importa. Lo que importa es que Gorzen fue capaz mientras atravesaba el Golfo de
Mediobanco la nave fue atacada por merodeadores marítimos bajo el mando del
infame rey pirata Borges Moorcraig. Los piratas capturaron la Promesa de Thuria
y todo el contenido de su bodega. Sólo puedo suponer que la Fuego de Brujas fue
llevada al Castillo Moorcraig junto con cualquier otra cosa de valor a bordo de
la nave capturada. Durante mucho tiempo me he preguntado por qué no ha habido
ninguna señal de la espada durante tanto tiempo. Temí que hubiera sido
destruida, incluso aunque otras fuentes insistieran en que no lo había sido.
Dado que el Castillo Moorcraig fue arrasado por Lord Toruk cuando el rey pirata
se negó a “hincar la rodilla” y el Padre de Dragones ha prohibido a sus siervos
que pongan pie en esas ruinas, creo que la espada debe seguir allí. Los
esbirros de Lord Toruk nunca permitirían que semejante arma y herramienta
permaneciera ociosa, lo que significa que la cámara del tesoro de Moorcraig no
ha sido tocada. Casi no me importa qué otras reliquias de valor incalculable
puedan yacer en su interior. Lo único que importa es la Fuego de Brujas.
- - - - - - - - - -
Con la localización de la Fuego de Brujas conocida por
él, parece que Dexer Sirac se concentró en la tarea de recuperarla de las
ruinas del Castillo Moorcraig. Una expedición dentro de aguas cryxianas en
busca de las ruinas de un castillo destruido por el mismísimo Lord Toruk no es
una tarea que llevar a cabo a la ligera – o una con muchas posibilidades de
tener éxito. Sin embargo, si algo era Dexer Sirac fue atrevido y seguro de sí
mismo, y aunque su diario no nos cuenta los detalles de su viaje a Moorcraig,
encontré una interesante fuente que sí lo hacía.
Dexer Sirac fue conocido por trabajar con el infame
asesino Kell Bailoch y aparentemente confiaba en él (tanto como era capaz de
confiar en alguien) para manejar situaciones demasiado importantes como para
asignarlas a esbirros menos importantes. La que sigue es una carta de Kell
Bailoch a Dexer Sirac concerniente a la expedición a Moorcraig.
- G.K.
- - - - - - - - - -
21 DE TEMPEN, 591 DR
Dexer,
Tu tarifa es aceptable para las tareas descritas en tu
misiva. Aceptaré la suma de 200 coronas de oro para servir como tu
“guardaespaldas”.
Deseo sinceramente que tengas alguna idea de cómo
infiernos vamos a cruzar aguas cryxianas, desembarcar en una tierra dejada de
la mano de los dioses a la que el mismísimo Lord Toruk ha prohibido la entrada,
y luego saquear las profundidades de alguna ruina infectada.
Confianza no es exactamente lo que estoy sintiendo hacia
esta correría tuya – especialmente dado que la tripulación que has contratado
para la Dama del Océano está compuesta por alguna de la peor escoria del reino.
Es evidente que has escogida una tripulación a la que nadie echará de menos.
Estoy seguro de que no albergas ninguna mala intención hacia mi persona, dado
que hemos trabajado juntos tan bien en el pasado. Sin embargo, deberías saber
que he hecho una copia de esta carta – a la que he añadido unos pocos detalles
concerniendo algunos de mis pasados trabajos para ti – y la he dejado en manos
de alguien en quien confío (le he pagado una cuantiosa suma) con instrucciones
para que envíe la carta al rey en caso de que yo no regresara de nuestra
pequeña aventura juntos.
Muchas gracias por haberme hecho llegar esta oportunidad.
No tengo ninguna duda de que será un placer trabajar contigo de nuevo.
Tu amigo y aliado,
Kell Bailoch
- - - - - - - - - -
Dexer Sirac nunca habló abiertamente sobre la Fuego de
Brujas y claramente tenía la intención de usar su poder en secreto para su
propio beneficio. “Ocultó” la espada a plena vista utilizándola en el
cumplimiento de las tareas de su cargo. Mientras examinaba los casos en los que
participó, me percaté de un marcado aumento en la participación personal de
Sirac en las ejecuciones de hechiceros que tuvieron lugar después de 591 DR.
Antes de esta fecha, muchas de estas tareas fueron encargadas a subordinados.
El último y ahora más infame caso en el que participó fue el caso de los
Juicios por Brujería del Aquelarre de Corvis en 593 DR, donde cinco mujeres
fueron ejecutadas con la espada – una de ellas la madre de Alexia, Lexaria
Ciannor.
Tras haber examinado el Tomo de Desafío, puedo asegurar
que Dexer Sirac estaba utilizando la Fuego de Brujas para robar el poder y la
fuerza de arcanistas dotados para aumentar su propia habilidad. Más aún, pienso
que fuimos todos muy afortunados de que el ritual que intentó llevar a cabo
durante los Juicios por Brujería de Corvis era demasiado potente para que él lo
pudiera manejar y que Dexer Sirac perdiera la posesión de la espada. Resulta
evidente que Dexer Sirac tenía la intención de alcanzar niveles de poder
similares al de Akhet Zerosh – una idea aterradora para la Cygnar de Vinter IV.
Me preguntó si el Golpe del León podría haber terminado de forma diferente si
el Rey Vinter hubiera tenido acceso a un aliado semejante.
Los sucesos de los Juicios por Brujería del Aquelarre de
Corvis están bastante bien documentados. Sin embargo, el siguiente relato – de
uno de los guardias personales del Magistrado Ulfass Borloch – se centra en las
propias ejecuciones. El guardia, un tal Darius Mosley, actualmente está pasando
el resto de su vida pudriéndose en Isla Arenasangrienta por su participación en
los crímenes del Magistrado Borloch. Conseguí conversar brevemente con él y
estuvo bastante dispuesto a hablar sobre los acontecimientos de los Juicios por
Brujería del Aquelarre de Corvis. El siguiente texto es una transcripción
detallada de la conversación que mantuve con Mosley. En él, creo que encontrará
algunos corolarios fascinantes entre la ejecución ritualizada de las cinco
mujeres acusadas de brujería efectuada por el Inquisidor Jefe Sirac y las
matanzas perpetradas por Akhet Zerosh.
- G.K.
- - - - - - - - - -
Realmente no debería hablar sobre esto, ¿sabes? Borloch
nos pagó a Viran y a mí cinco coronas para que mantuviéramos la boca cerrada
acerca de lo que sucedió esa noche. Pero ahora estoy encerrado aquí y casi
todos los demás que estuvieron metidos en ese desastre han muerto. Quizás me
reduzcan la sentencia si te cuento lo que recuerdo.
Esas mujeres eran culpables. Estoy seguro de ello. Cuando
el Magistrado Borloch leyó en voz alta la lista de sus crímenes, yo apenas
podía esperar a ver sus cabezas separándose de sus cuellos. Aún así, no fue
como cualquier otra ejecución que yo hubiera visto antes. Para empezar, nunca
le encontré ningún sentido a porqué tuvimos que hacerlo afuera en el bosque. Ya
habíamos ejecutado brujas antes, y siempre se había hecho en la plaza pública.
La gente necesita ver ese tipo de cosas.
Arrastramos a esas mujeres al interior del Bosque del
Viudo hasta un lugar que había sido preparado. Era un cementerio, y uno
realmente viejo. La mayoría de las tumbas eran sólo montículos cubiertos de
musgo. Era obvio que no había sido usado en siglos. Sin embargo, era un lugar
fantasmagórico. Eso lo recuerdo bien.
El inquisidor ya estaba allí cuando llegamos, y tenía desenvainada
esa gran espada negra y la estaba sujetando entre sus brazos. Era una cosa con
un aspecto siniestro. Las mujeres fueron conducidas al interior de una zona
donde la hierba había sido quemada, un claro circular de unos diez pies de
diámetro. Se suponía que Viran y yo íbamos a encargarnos de sujetar a las
mujeres para que el verdugo pudiera blandir su espada, pero al final resultó
que no fue necesario. Las mujeres se limitaron a arrodillarse, inclinaron sus
cabezas, y le dejaron hacer su trabajo. Fue como si no quisieran seguir
viviendo más.
Todo lo que sucedió durante esa ejecución fue extraño. El
inquisidor estuvo todo el rato murmurando en un extraño lenguaje que ninguno de
nosotros había oído antes. Era profundo y gutural, y casi sonaba como si
estuviera gruñendo en vez de hablando. Cada vez que le cortaba la cabeza a una
de las bruzas, murmuraba o cantaba más alto, y esa espada suya brillaba durante
uno o dos segundos. Entonces el inquisidor se tambaleaba un poco, como si ese
brillo le estuviera arrebatando parte de sus fuerzas. Pero no fue hasta la
última mujer – recuerdo que era la más bonita del grupo y la única que miró al
inquisidor a la cara – cuando todo se fue al infierno. Para cuando el
inquisidor llego a ella, estaba temblando con fuerte que apenas era capaz de
sujetar la espada y su cántico era corto y rápido como si se estuviera quedando
sin aliento. Cuando finalmente le cortó la cabeza a la última bruja, la espada
se encendió en llamas y él cayó de rodillas. El inquisidor interrumpió su
cántico en ese preciso momento, y cuando lo hizo, las llamas saltaron de la
espada a él y lo envolvieron por completo. No parecían quemarle, pero te
aseguro que él gritaba como si estuvieran haciéndolo. Finalmente las llamas se
apagaron, y el cayó de cara contra el suelo, completamente inconsciente.
Todo este asunto pareció haber hecho que el magistrado se
meara en los pantalones, y nos ordenó a Viran y a mí que recogiéramos al
ejecutor y lo lleváramos a la mansión de Borloch. Dejamos la espada y los
cuerpos donde se habían quedado - el magistrado tenía una prisa espantosa por
salir de allí.
Creo que esas mujeres merecían morir, pero si tengo que
decirte la verdad, había algo “equivocado” en esa ejecución. No fue justicia lo
que se aplicó allí; fue alguna otra cosa, algo que tenía que ver con esa
condenada espada y quienquiera que fuera ese inquisidor.
La última cosa que recuerdo de esa noche fue algo también
muy extraño. Mientras nos estábamos llevando al inquisidor, oí llorar a una
niña pequeña. Repetía todo el rato: “Mamá, mamá” una y otra vez. No estoy
seguro de si fueron imaginaciones mías o si había realmente una niña en el
bosque con nosotros. Espero que no; lo que sucedió allí fue algo que no debería
ver ningún niño.
- - - - - - - - - -
Después de que Dexer Sirac fuera apartado del lugar de
la ejecución, el Prelado Pandor Dumas y sus acólitos morrowanos llegaron y
recuperaron los cuerpos de las cinco mujeres. También tomaron posesión de la
Fuego de Brujas. El Prelado Dumas era el cuñado de Lexaria Ciannor, pero
durante el juicio había sido exonerado de cualquier acusación de complicidad
con las brujas. Creo que el Prelado Dumas no tenía ningún conocimiento de los
poderes de la espada. Cuando ha hablado sobre este tema, ha afirmado que sintió
que la espada era malsana debido a su conexión con las ejecuciones, y que esta
es la razón por la que la sepultó en suelo consagrado cerca del cuerpo de su
cuñada en la Gran Catedral de Corvis. Se ha mostrado contrito por el hecho de
que ella fuera enterrada allí en lugar del mucho menos prestigioso lugar de
sepulcro fuera de la ciudad escogido para los demás miembros del aquelarre.
Este trato de favor para los familiares del sacerdocio no es raro.
La ahora huérfana Alexia fue enviada a vivir junto a su
pariente vivo más cercano, el Prelado Dumas. La Iglesia de Morrow probablemente
creyó que Dumas ejercería una influencia positiva sobre Alexia y subvertiría
cualquier posible “mácula” hechicera que le hubiera podido transmitir su madre.
La siguiente carta enviada por Dumas a su superior en
Fharin menciona algunas de las dificultades que tuvo con su joven sobrina poco
después de haberla tomado bajo su custodia. Opino que esta carta y el
testimonio del guardia de Borloch dejan pocas dudas acerca del hecho de que
Alexia fue testigo presencial de la ejecución de su madre. Y sólo puedo
imaginar qué efecto pudo tener eso en ella.
- G.K.
|
I'm sexy and i kown it! |
- - - - - - - - - -
FECHA: 11 DE ROWEN, 591 DR
A: VICARIO CECILY APPLEWHITE, CONCILIO DEL VICARATO DE
FHARIN – DE: PRELADO PANDOR DUMAS
Vicario,
Debo admitir con cierta vergüenza que os envío esta carta
sabiendo del cierto que tenéis asuntos mucho más importantes que atender. Sin
embargo, me dirijo a vos no como vicario de nuestra sagrada iglesia, sino en un
papel que sé que consideráis igual de importante. Me dirijo a vos como madre
que ha criado a dos hijas hasta que alcanzar la edad adulta, ambas de las
cuales han hecho que su madre se sienta orgullosa de ellas.
Como vos ya sabéis, me han concedido la custodia de mi
joven sobrina Alexia después de que su madre fuera acusada y ejecutada por el
crimen de brujería. Alexia se ha visto profundamente afectada por la muerte de
su madre, y encuentro que mis pobres habilidades en lo que concierne al cuidado
de un niño son completamente inadecuadas a la hora de proporcionar cualquier
tipo de consuelo a la pobre niña.
Ella se muestra retraída y sin ánimos, y se niega a tener
nada que ver con otros niños. Apenas habla, y sólo con grandes dificultades
consigo convencerla de que coma justo lo suficiente para conservar sus fuerzas.
Sin embargo, esto no es lo peor de todo. Casi cada noche se despierta gritando
de terribles pesadillas, pronunciando con frecuencia el nombre de su madre.
Otras veces, la oigo hablar en sus sueños, de nuevo murmurando el nombre de su
madre y… otros nombres. Juro que hace unas pocas noches la oí mencionar en sus
sueños el nombre del Magistrado Borloch. Yo pensaba que había logrado aislarla
de los acontecimientos relacionados con el juicio de su madre, pero tal vez he
fracasado.
Lo que más me preocupa es una serie de señales
perturbadoras indicando que Alexia podría haber heredado los talentos para la
hechicería de su madre. El más inquietante de esas señales es que Alexia
parecía conocer la muerte de su madre y ciertos acontecimientos relacionados
con la ejecución antes de que yo le hubiera contado nada. En esa terrible
noche, regresé a mi hogar para encontrarme a Alexia despierta y sentada sobre
su cama a oscuras. Yo tenía que contarle que su madre había fallecido… ¡Que
Morrow me ayude, tener que contarle a un niño un suceso tan terrible! Pero
antes de que yo pudiera decir una palabra, Alexia dijo: “Está muerta, tío. La
sentí morir, tío, bajo esa espada negra. La sentí morir.”
No sólo sabía que su madre había sido ejecutada, sino que
también conocía el lugar y la forma en que habían tenido lugar la ejecución,
incluyendo una descripción de la espada que había acabado con la vida de
Lexaria. Añadamos a eso su críptica afirmación de haber sentido a Lexaria
morir, y me veo obligado a preguntarme si la niña acaso posee algún tipo de
habilidad presciente parecida a los talentos de su madre.
Como vos ya sabéis, mi catedral ha estado escasa de
personal y ya he pedido que me envíen ayuda adicional. No os escribo para
recalcar ese punto, sino simplemente para indicar que la tarea de atender a mi
rebaño ha requerido la mayor parte de mi tiempo y me ha dejado poco tiempo
libre para atender las necesidades de la niña. Teniendo en cuenta el estado
cada vez peor de Alexia y el extraño incidente que os he descrito más arriba,
me pregunto si le estoy haciendo algún bien a la niña manteniéndola aquí
conmigo. Quizás ella estaría mejor viviendo en un orfanato morrowano donde
aquellos acostumbrados a tratar con niños en su condición podrían ayudarla a
superar su pena… y protegerla de la tentación de utilizar cualquier habilidad
de hechicería que pueda poseer.
Como siempre, confío en su juicio de forma explícita, y su
consejo en estos asuntos me resultará de un valor incalculable.
Suyo en Morrow,
Prelado Pandor Dumas
- - - - - - - - - -
Por supuesto, el Prelado Pandor Dumas no apartar a
Alexia de su lado, y aunque algunos lo han criticado por no haberlo hecho,
pienso que todos podemos considerarnos afortunados de que la hubiera mantenido
con él. Sin su influencia, pienso que Alexia podría haber sucumbido más
fácilmente a las tentaciones de utilizar la Fuego de Brujas para cometer males
mayores. Creo que el tiempo que ella pasó con su tío – conocido por todos como
un hombre amable y justo fuerte en su fe – es responsable en gran medida de la
contención que ella ha mostrado. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si
esta contención está siendo erosionada de forma inexorable cuanto más tiempo
posea ella la Fuego de Brujas.
- G.K.
- - - - - - - - - -
No hubo más cartas que hablaran del “estado cada vez
peor” de Alexia. Pienso que ella encontró alguna forma de soportar la muerte de
su madre y pareció tener una niñez normal por lo menos en la superficie. Sin
embargo, creo que hay pocas dudas de que albergaba en su interior una obsesión
creciente hacia su madre muerta y una habilidad cada vez más grande en las
artes de la hechicería, las cuales parece haber ocultado a su tío. El Prelado
Dumas parece haberse sentido sinceramente asombrado al descubrir las acciones
de su sobrina durante la Noche más Larga de Corvis de finales del 602 DR. Vale
la pena mencionar que fue él quien inició la investigación de los robos de
tumbas que tuvieron lugar por todo Corvis durante esta época, y que claramente
no anticipaba que el culpable pudiera ser su propia sobrina.
Durante las festividades de las celebraciones de la Noche
más Larga, una horda de muertos andantes se alzó de la infraciudad para asaltar
Corvis y para provocar el caos más absoluto. Su objetivo no estaba claro, pero
una gran cantidad de no-muertos convergió en la Catedral de Corvis en la que
casualmente estaban enterradas tanto la Fuego de Brujas como la madre de
Alexia.
El plaga de no-muertos que asedió Corvis fue rechazada en
gran medida por la Guardia de la Ciudad, dirigida por Julian Helstrom, pero
también por miembros de la Orden Fraternal de Hechicería y otros. Los magos
recorrieron la ciudad durante la noche y destruyeron a los muertos andantes con
descargas de fuego arcano o proyectiles de relampagueante magia. Uno de estos
valientes magos fue el Magus Lorimer Kex, quien estuvo apostado cerca de la
Catedral de Corvis. Su informa al sumo magus concerniente a los acontecimientos
de esa noche contiene algunas observaciones interesantes – observaciones que
dejan poca duda de que este fue el lugar y momento en el que Alexia tomó
posesión por vez primera de la Fuego de Brujas.
- G.K.
- - - - - - - - - -
Fecha: 23 de Ashtoven, 602 DR
A: Sumo Magus Wyatt Sunbright
De: Magus Lorimer Kex
Perdóneme por la tardanza de mi informe mensual, Sumo
Magus. Escogió un momento propicio para estar de negocios bien lejos de Corvis,
puesto que los acontecimientos en la ciudad han sido más bien agotadores. El
archivista jefe de la logía ya os habrá enviado un informe completo acerca de
los muertos andantes que asaltaron la ciudad durante la Noche más Larga. Mi
informe, sin embargo, contiene varias observaciones adicionales sobre este
suceso que tal vez juzguéis interesantes.
Poco después de que los no-muertos atacaran, fui enviado
junto con otros dos magi a proteger la Gran Catedral. Los no-muertos, aunque
esparcidos por toda la ciudad, parecían estar convergiendo en el área alrededor
de la catedral. Nos enfrentamos a los muertos andantes con fuego arcano, dado
que los revividos suelen ser bastante vulnerables a ese tipo de magia. Después
de nuestra primera batalla contra un pequeño grupo de los muertos en los
terrenos de la catedral, nos dimos cuenta rápidamente de que nos enfrentábamos
a algo bastante más poderoso que simples cadáveres animados.
Resultó un descubrimiento inquietante el que los cadáveres
animados atacando Corvis no fueran no-muertos alzados de forma espontánea, sino
verdaderos esclavos portando runas de activación. Actuaban con velocidad y
coordinación, se habían armado con toscas armas, y empleaban tácticas de
combate básicas mucho más allá de las habilidades de los no-muertos menores. El
crear a un único esclavo de este tipo requiere una gran cantidad de tiempo por
parte del nigromante. Crear una cantidad tan grande requeriría normalmente el
trabajo de una gran cábala de nigromantes, pero no habíamos hallado ningún
signo de que hubiera un grupo semejante en la región. Todas las marcas parecían
similares, sugiriendo un único creador detrás de ellas, lo cual requeriría un
poder tremendo. Las runas de animación no coincidían con aquellas que hemos
visto ser usadas por el Sudario thamarita o por los necrotécnicos de Cryx.
Aunque el peligro ha pasado, os urjo a transmitir esta
información a Ceryl y dedicar todos los recursos que sean necesarios para
descubrir quién (o qué) estaba detrás del ataque. A ese respecto, tengo un
último fragmento de información que podría demostrar ser útil.
Mis hermanos y yo estábamos participando en una batalla
prolongada contra un grupo de esclavos especialmente tenaces cuando las puertas
de la catedral se abrieron para dejar pasar a tres figuras. Al frente había una
mujer joven; su cabeza y rostro estaban cubiertos por una pesada capucha. Tenía
en su posesión una espada verdaderamente prodigiosa con una hoja de ébano que
acunaba entre sus brazos como una madre podría acunar un bebé. Detrás de ella
venían dos esclavos. Sus andares desiguales y tambaleantes revelaban de forma
casi inmediata su condición de no-muertos. Uno de ellos cargaba un bulto
envuelto en un sudario que sólo podía haber sido un cadáver.
Llamé a la mujer, pero ella me ignoró y se adentró
caminando en la noche seguida por sus dos esclavos. Estando ocupado
enfrentándome a los no-muertos, fui incapaz de perseguirla, y una vez hubimos
eliminado a nuestros enemigos, ella ya había desaparecido hacía largo rato. No
puedo decir del cierto que esta mujer fuera responsable del ataque a Corvis,
pero podría haber tenido alguna participación en él. Ciertamente, el incidente
resulta sospechoso.
Lorimer Kex
- - - - - - - - -
Quizás no haya ningún acontecimiento que ilustre mejor
el poder sobrenatural representado por Alexia Ciannor y la Fuego de Brujos que
la crucial batalla en Corvis en la que Vinter Raelthorne IV y su ejército
invasor de skorne fueron derrotados y expulsados de la ciudad. Aunque el
alzamiento de Alexia de la Legión de las Almas Perdidas, la largo tiempo muerta
compañía mercenaria que había servido a Cygnar siglos atrás, para que
defendiera la ciudad y expulsara a los invasores, sirvió en último término para
un buen superior, no deja de ser una terrorífica demostración de poder. Cuánto
de este poder era suyo y cuánto pertenecía a la Fuego de Brujas, no puedo decirlo.
Si Alexia no había poseído la Fuego de Brujas hasta después de la Noche más
Larga de 602 DR, esto significa que ella ya poseía el poder para animar
centenares de no-muertos por su propia voluntad. Uniendo su poder al de la
Fuego de Brujas fue capaz de alzar un ejército de muertos que superaba las mil
unidades, y eso fue cuando la espada todavía llevaba poco tiempo en sus manos,.
Aunque hay centenares de descripciones de la Batalla de
Corvis, la siguiente perteneciente a un miembro de la guardia de la ciudad y
que fue incluida en un paquete de informes enviado por el capitán Julian
Helstrom al duque Kielon Ebonhart en Fuerte Falk es una descripción
especialmente llamativa de la llegada de Alexia a la ciudad y el impacto que
tuvo en quienes se estaban enfrentando a la muerte a manos de los aliados
skorne de Vinter. También sirve como un recordatorio de que hay muchos en
Corvis que no ven a Alexia como una nigromante peligrosamente inestable sino
como una salvadora. Para muchos de los ciudadanos corrientes de Corvis, Alexia
es poco más que una heroína y rechazó las fuerzas de un gran ejército
extranjero y protegió los corazones y hogares de sus habitantes.
- G.K.
|
Party time!! Todos a la vez! Follow de lider, lider.... |
- - - - - - - - - -
Fecha: 13 de Tempen, 603 DR
A: Capitán Julian Helstrom
De: Sargento Timus Ironsmith
Capitán, como usted ya sabe, no todos de entre nosotros
caímos bajo el influjo de las fuerzas de Vinter cuando él y sus malditos
inquisidores llegaron y tomaron el control de Corvis. Algunos de nosotros
resistimos, primero discretamente, y luego, cuando ese ejército de invasores
inhumanos apareció a las puertas, empuñamos nuestras espadas y fusiles y nos
preparamos para entregar nuestras vidas en defensa de la ciudad. Siento que es
mi deber informarle de la valentía con la que los hombres de la 8ª patrulla se
comportaron durante la invasión así como relatarle de primera mano los sucesos
que tuvieron lugar en el Puente del Río Negro durante la batalla.
Mi patrulla estaba en el Puente del Río Negro cuando los
invasores empezaron a cruzarlo como una marea de acero carmesí. El puente era
lo suficientemente estrecho como para frenar su avance, y sólo podían enviar
contra nosotros a unos cuantos de los suyos a la vez. Además, habíamos erigido
algunas barricadas improvisadas, pero había tantos invasores que sabíamos que
sólo era cuestión de tiempo que nos viéramos superados por su simple número o
por una de las gigantescas bestias esclavizadas que combatían junto a ellos.
Aún así, seguimos echando plomo contra sus filas delanteras, y me gusta pensar
que nosotros fuimos los primeros en derramar su sangre ese día.
Tuvimos suerte de que los invasores estuvieran armados
principalmente con armas de combate cuerpo a cuerpo, y nuestras armas de fuego,
por pocas que fueran, nos dieron una ventaja momentánea. Nuestras andanadas
iniciales frenaron su avance, y tal y como acabaron desarrollándose las cosas,
eses pocos minutos que obtuvimos gracias a su aparente falta de costumbre con
las armas de fuego cygnaritas demostró ser nuestra salvación.
Mientras nos estábamos preparando para afrontar la carga
que seguramente acabaría con nosotros, oímos un gran estruendo y gritos
procedentes del interior de la ciudad. Detrás de nosotros se escuchaba el
sonido de centenares y centenares de pies marchando y los golpes metálicos de
armas y armaduras que sólo podían pertenecer a un ejército en movimiento. Era
un sonido glorioso, y supusimos que estaba llegando un contingente del ejército
cygnarita que se uniría a la batalla que había empezado en el puente. No
sentimos nada más que un horror absoluto cuando una horda de cadáveres podridos
equipados con armas y armaduras con varios siglos de antigüedad y enarbolando
estandartes que no se habían visto en diez generaciones como mínimo marchó ante
nosotros. Sin embargo, dirigiendo esté ejército de muertos estaba una mujer
joven a lomos de un caballo tan muerto y podrido como las tropas que lo
seguían. Blandía una gran espada negra cuya hoja ardía brillantemente con
llamas carmesíes, y podías sentir el poder emanando de ella en oleadas. Nunca
he visto o sentido nada parecido.
La mujer no nos dijo ni una sola palabra y se limitó a
apuntar con su espada hacia los invasores avanzando. En respuesta, su ejército
de cadáveres se abalanzó hacia adelante – no como la horda desorganizada que
uno esperaría de los muertos andantes, sino con el orden y precisión de
soldados disciplinados. Rodearon nuestras barricadas para chocar contra los
invasores. La mujer dirigió la carga, y vi derribar con un único corte de su
gran espada negra a una monstruosidad de ocho pies de alto que acompañaba a los
invasores. Después de eso, nuestro espanto ante la vista del ejército de
muertos se desvaneció. Eran enemigos de nuestros enemigos, y eso nos bastaba.
Ordené la carga, y nos unimos a la batalla con los muertos y su enigmática
líder.
Como ya sabe, la batalla fue encarnizada, pero emergimos
victoriosos. Ahora sé que la mujer que lideró la legión de los muertos era
Alexia Ciannor y que se la considera una grave amenaza para el reino. Aunque
conozco los crímenes de Alexia, creo que esas transgresiones caen únicamente
dentro de la jurisdicción de la Iglesia de Morrow. Yo sólo soy un simple
sargento de la guardia de la ciudad y estas cosas están más allá del alcance de
mi entendimiento. Sin embargo, diré que si ella no hubiera marchado con su
ejército de cadáveres andantes hasta Corvis y enfrentado en batalla a los
invasores, habrían muerto miles. Si me lo pregunta a mí o a cualquiera de los
demás que ese día combatieron conmigo en el puente, diremos que la deuda de
Alexia Ciannor para con el reino por cualesquiera crímenes que pudiera haber
cometido ha sido pagada con creces.
Sargento Timus Ironsmith
- - - - - - - - - -
Después de la Batalla de Corvis, está documentado que
la Iglesia de Morrow reclamó la espada, pero más allá de eso hay poca
información acerca de las consecuencias de la increíble proeza nigromántica de
Alexia que salvó Corvis de los invasores skorne. La propia Alexia no llego a
ser capturada por la iglesia o por oficiales cynaritas, y dado que no puedo
encontrar ningún registro de un conflicto entre ella y estas dos agencias, sólo
puedo suponer que ella entregó la Fuego de Brujas por su propia voluntad. No
tengo ninguna duda de que su tío el Prelado Dumas tuvo algo que ver con la
entrega de la espada por parte de Alexia. Tras la batalla, Dumas fue elevado al
rango de sumo prelado, lo que podría indicar el agradecimiento de la iglesia
por sus acciones.
La siguiente carta del Sumo Prelado Dumas al Exarca
Sebastian Dargule es uno de los pocos documentos que he sido capaz de encontrar
con alguna información sobre Alexia y la Fuego de Brujas inmediatamente después
de la Batalla de Corvis. Consciente ahora del poder de la Fuego de Brujas,
Dumas pidió consejo al exarca concerniendo a qué es lo que debería hacerse con
el artefacto. Resulta interesante que también intentara quitarle importancia al
papel de Alexia en los incidentes relacionados con la Batalla de Corvis, algo
que creo que ayudó en parte a que tuvieran lugar los desafortunados acontecimientos
que se produjeron después de que hubiera enviado esta carta.
- G.K.
- - - - - - - - - -
Fecha: 10 de Cinten, 603 DR
A: Exarca Sebastian Dargule
De: Sumo Prelado Pandor dumas
Su santidad, le escribo para referirme a un asunto de gran
importancia. Como usted sin duda ya sabe, los terribles sucesos que afligieron
Corvis durante estos últimos meses tuvieron que ver con el uso de una poderosa
magia nigromántica, la fuente de la cual reside en una antigua espada de origen
desconocido. He tomado posesión de esta espada en nombre de la iglesia, pero el
poder de este artefacto es increíblemente potente y muchos individuos
peligrosos, incluido el antiguo Inquisidor Jefe Dexer Sirac, han deseado
hacerse con él. Siento que soy un guardián completamente inadecuado para un
artefacto tan peligroso, y busco vuestro consejo acerca del mejor rumbo de
acción para asegurarnos de que la espada queda vigilada adecuadamente.
Además, puede que le hayan informado de que mi sobrina
Alexia tuvo algo que ver con la espada y que fue ella quien estaba detrás de
muchos de los extraños acontecimientos que han tenido lugar en Corvis
últimamente, incluyendo el alzamiento de la Legión de las Almas Perdidas.
Quiero asegurarle que Alexia actuó únicamente en el mejor interés de la ciudad
y entregó voluntariamente la espada una vez los invasores fueron expulsados de
Corvis. De hecho, intentó destruir el artefacto ella sola. Fue una acción
insensata, pero una cuyas intenciones eran de lo más puras. Aunque puede que
Alexia posea talentos para la hechicería heredados de su madre, los actos de
nigromancia que ocurrieron durante este evento se originaron, estoy seguro de
ello, en la propia espada. El papel de Alexia en la salvación de Corvis fue
imprescindible, y sin su ayuda, no tengo ninguna duda de que la ciudad habría
caído ante Vinter Raelthorne IV y sus aliados extranjeros.
Pandor Dumas
- - - - - - - - - -
A pesar de haber entregado la Fuego de Brujas a la
Iglesia de Morrow tras la Batalla de Corvis, Alexia fue incapaz de resistir por
mucho tiempo la atracción del poder de la espada. Siguiendo el consejo del
Exarca Dargule, el Prelado Dumas envió la Fuego de Brujas al sur, hacia el
Sancteum de Caspia, acompañada de una fuerte escolta. El Sancteum habría sido
un lugar seguro para la espada si la caravana que transportaba la espada
hubiera alcanzado su destino. Una horda de no-muertos atacó entre Corvis y
Caspia a la caravana que se dirigía al Sancteum, sus integrantes fueron
masacrados, y la Fuego de Brujas fue robada. El único superviviente del
incidente identificó claramente a Alexia como el líder de los asaltantes
no-muertos.
Las acciones de Alexia le han granjeado la enemistad de la
Orden del Esclarecimiento, y algunos de los Esclarecidos de más alto rango la
buscan activamente siguiendo órdenes de recuperar la espada a toda costa y
matar a su portadora si es necesario. La siguiente carta fue enviada por la
Compañero Vigilante Venessarri Marpethorne al Prelado Pandor Dumas refiriéndose
al ataque a la caravana.
- G.K.
- - - - - - - - - -
Fecha: 20 de Glaceus, 604 DR
A: Prelado Pandor Dumas
De: Compañero Vigilante Venessari Marpethorne
Prelado,
Secundo su decisión de confiarnos la custodia de la espada
conocida como Fuego de Brujas. Se trata de un artefacto de terrible poder, y
pocos hay fuera de la Orden, si es que hay alguno, con los recursos necesarios
para asegurar que este mal es mantenido fuera del alcance de quienes querrían
utilizarlo contra el reino. Sin embargo, debo informarle que la caravana
transportando la Fuego de Brujas de Corvis al Sancteum en Caspia ha sido
atacada en medio del viaje. Por lo que he sido capaz de entender del relato del
único superviviente del incidente, su sobrina dirigió un grupo de no-muertos
animados mediante vil nigromancia para que emboscaran la caravana. Los guardias
y cuatro Esclarecidos fueron muertos durante el ataque, y la Fuego de Brujas
fue robada.
Entiendo que su sobrina Alexia ha tenido una exposición
prolongada a la Fuego de Brujas y que la ha utilizado para potenciar sus
propias habilidades de hechicería. De hecho, me he enterado de que Alexia fue
la persona que alzó a la Legión de las Almas Perdidas para defender Corvis, una
proeza que me atrevería a decir que sólo habría sido posible para la chica
contando con la ayuda de la Fuego de Brujas. También ha sido traído o a mi
atención el hecho de que Alexia ha mostrado signos de inestabilidad mental y lo
que sólo podría ser descrito como una obsesión con su madre muerta – una mujer
ejecutada por terribles crímenes contra la iglesia, incluyendo animar a los
muertos.
Con toda esta información a su disposición, ¿podría
explicarnos porqué se abstuvo de informar al Exarca Dargule – y por extensión a
mi propia orden – del peligro que Alexia representaba? Usted debe haber visto
algún indicio de que la espada podría tener un influjo duradero sobre la chica.
Unas cuantas palabras de advertencia en vuestra carta al exarca podrían haber
salvado las vidas de casi una docena de personas y asegurado que la Fuego de
Brujas sería depositada en un lugar seguro.
No puedo ignorar mi deber, y mi orden debe recuperar la
Fuego de Brujas a cualquier precio. He enviado a varios de nuestros mejores
hombres y mujeres para que encuentren a Alexia Ciannor y recuperen la Fuego de
Brujas. Alexia debe ser capturada para ser sometida a juicio por sus acciones,
y si se resiste, se utilizará toda la fuerza necesaria. Lamento que deba ser yo
quien le traiga estas noticias, pero pienso que usted es uno de los principales
culpables de esta situación. Si no se hubiera dejado cegar por las obligaciones
familiares, muchos de los terribles sucesos de los que Alexia es responsable
podrían haber sido evitados.
Venessari Marpethorne
- - - - - - - - - -
Desde que recuperó la Fuego de Brujas, las actividades
de Alexia han sido extremadamente erráticas. Aunque parece estar operando
haciéndose pasar por mercenaria, creo que hay un propósito detrás de dónde y
cuando aparece. Sus actividades como mercenaria parecen estar confinadas a
Cygnar y Khador, y creo que es bastante obvio que ha evitado asociarse con los
capellanes de batalla de Morrow o sus equivalentes entre los khadoranos.
Aunque podría parecer extraño que un comandante cygnarita
quisiera contratar a un personaje tan notorio, queda el hecho de que Alexia es
una hechicera y combatiente sumamente hábil. Los comandantes atrapados con
pocas opciones en situaciones extremas pueden acabar considerando a Alexia y
sus hordas de guerreros esclavos una alternativa muy apetecible a la muerte a
manos de sus enemigos. Aún así, el siguiente informe escrito por un teniente
cygnarita revela que, a pesar de sus habilidades y el efecto que pueda inspirar
en el devenir de la batalla, Alexia Ciannor es también una figura que inspira
mucho miedo y desconfianza en sus aliados.
- G.K.
|
Yihaaaa! Ahora voy a caballo mada fakas!!! |
- - - - - - - - - -
Informe de Conducta Inapropiada en un Oficial: Capitán
Nolan Rusling
Oficial Denunciante: Teniente Timeck Millward
Fecha: 15 de Tempen, 607 DR
Oficial Superior: Mayor Garrett Ellsworth
Siento que debo empezar indicando que, antes del incidente
descrito en este informe, el Capitán Rusling ha sido, en mi opinión, un oficial
ejemplar. Sin embargo, sus recientes acciones han puesto en peligro nuestra
misión con una decisión tan precipitada que bordea la locura, y no tengo ningún
reparo en comunicar que ya no está capacitado para dirigirnos en batalla.
Nuestra compañía estaba posicionada cerca de Torre Bosqueprofundo,
y estábamos en lo más duro de los combates que tenían lugar allí, rechazando el
avance khadorano. Nuestras órdenes eran mantener a toda costa el terreno
alrededor de la torre y evitar que los khadoranos entraran en el Bosque del
Espino. Sin embargo, después de casi media docena de enfrentamientos con el
enemigo, nuestra compañía estaba por debajo de la mitad de su fuerza y en un
estado insuficiente para mantener a raya una fuerza numerosa que avanzaba hacia
nuestra posición.
En momentos desesperados como este, los hombres ofrecen
plegarias a los dioses en busca de ayuda, y admitiré haberme dirigido a Morrow
en busca de socorro. Sin embargo, que fueron otros dioses más oscuros los que
prestaron atención a nuestras plegarias y nos enviaron una salvación más que
dudosa en la forma de Alexia Ciannor, la bruja nigromántica.
Apareció en medio de nuestro campamento en lo más profundo
de la noche, emergiendo repentinamente ante la luz emitida por nuestros fuegos
como si fuera alguna aparición pálida. Quedé impactado inmediatamente por su
juventud – no podría haber tenido más de veinte años -, su belleza y, sobre
todo, la estremecedora fuerza en su mirada. A lo largo de espalda tenía colgada
una espada que más tarde oí llamar la Fuego de Brujas. Su gran filo negro
carecía de cualquier funda.
La joven mujer atravesó nuestro aturdido campamento en
completo silencio y se dirigió directamente a la tienda del capitán Rusling.
Incapaces de contener nuestra curiosidad cada vez mayor, muchos de nosotros la
seguimos y servimos como un público improvisado para el intercambio que siguió
entre la bruja y el capitán Rusling. Cuando ella habló, su voz calma y mesurada
era un contraste absoluto con la naturaleza insensata de sus palabras. Ofreció
sus servicios al capitán a cambio de dinero y afirmó que ella sola podría
ayudarnos a repeler el inminente ataque khadorano.
Por supuesto muchos de nosotros, yo incluído, sabíamos de
los actos de esta mujer en la Batalla de Corvis y el poder que se decía había
demostrado allí. Aún así, había venido sola a nuestro campamento, y por muy
hábil que fuera en la magia negra, el capitán no se sintió impresionado en lo
más mínimo por una chica armada con una espada demasiado grande para que ella
pudiera blandirla adecuadamente. Rechazó inmediatamente su oferta, le ordenó
abandonar el campamento, y amenazó con cargarla de cadenas y enviarla a Corvis
para responder ante sus crímenes.
Alexia al principio no dijo nada; se limitó a alzar la
mano sobre su hombro y sacó lentamente su espada del punto donde colgaba
cruzada sobre su espalda. Entonces habló en una lengua confusa y gutural que yo
no había oído nunca y espero no volver a oírla jamás. En respuesta a las
entonaciones guturales de Alexia, la hoja de la espada se encendió en llamas
escarlata, y oímos alrededor de nuestro campamento los pesados pasos de hombres
en armadura. Antes de que ninguno de nosotros pudiera desenfundar espada o
pistola, la noche escupió una horda tambaleante de cadáveres animados, cada uno
de ellos vistiendo el atuendo podrido y dañado por la batalla de un soldado
khadorano o cygnarita. No sé cuántos muertos andantes fueron invocados por
Alexia esa noche, pero eran suficientes para rodear completamente nuestro
campamento.
Horrorizado más allá de toda medida ante la visión de los
muertos revividos, algunos de los cuales reconocí como hermanos de armas,
estábamos indefensos a su antojo. Fue entonces cuando Alexia hizo su
proclamación. “Capitán”, dijo. “Puedo servir a usted y a Cygnar, o puedo
ofrecer mis servicios a sus enemigos. Para mí no hay casi ninguna diferencia.
Tiene hasta la mañana para decidirse”. Entonces se dio la vuelta y se alejó
caminando y desapareció en la variopinta muralla de cadáveres alrededor de
nuestro campamento.
Nunca he pasado una noche más
aterradora en toda mi vida. A nadie se le ocurrió intentar dormir; tanto el
empalagoso hedor de la tumba que provenía de los muertos andantes como los
suaves quejidos lastimeros que dejaban ir de tanto en tanto aseguraban que no
habría descanso para ninguno de nosotros esa noche. Cuando el sol salió
finalmente, vimos que había todo un mar de muertos andantes, ciertamente muchos
más de los que habríamos podido despachado con facilidad.
Alexia Ciannor regresó no mucho después de que el sol
hubiera salido y le preguntó al capitán Rusling por su respuesta: aceptarla en
nuestro servicio o combatirla junto a los khadoranos. El capitán no me había
consultado a mí o a ninguno de los demás oficiales, pero estábamos seguros de
que rechazaría su oferta. De hecho, cada uno de nosotros estaba armado, vestido
con su armadura, y ansioso por combatir. No teníamos ninguna duda de que el
capitán Rusling pronto nos ordenaría tomar prisionera a la bruja y acabar con
sus horripilantes no-muertos.
El capitán Rusling debía de estar tan aterrorizado por
Alexia y sus blasfemos esclavos que no vio ninguna otra opción que aceptar sus
términos. Aún así, cuando dio su conformidad, pensé que había perdido la
cabeza. ¿Cómo podría cualquier hombre de Morrow colaborar voluntariamente con
un mal semejante? Incluso si su ayuda nos ofrecía una oportunidad de vencer a
los khadoranos y ver de nuevo a nuestros seres queridos, era una locura.
Admitiré que consideré retirar del mando al capitán Rusling. Sé que muchos de
los hombres me habrían seguido, pero no podía socavar su liderazgo justo antes
de la batalla. Que Morrow me ayude, no me interpuse en su camino.
Nunca olvidaré la visión de Alexia Ciannor antes de la
batalla con los khadoranos. Blandía en su mano la Fuego de Brujas con su hoja
encendida, y los muertos profanados de Khador y Cygnar que su terrible voluntad
había puesto juntos iban formando en ordenadas filas. El capitán intentó
asegurarnos que los redivivos eran sólo herramientas mejor utilizadas por
nosotros que por el enemigo, pero todos nos sentíamos enfermos por su
disposición a haber considerado siquiera semejante curso de acción.
Gracias a los dioses, Alexia Ciannor y sus redivivos se
mantuvieron a distancia hasta que los khadoranos estuvieron casi encima de
nosotros, y fue entonces, cuando las balas y proyectiles empezaron a volar,
cuando se nos unieron en batalla. Los gritos de espanto de los khadoranos
cuando comprendieron que se enfrentaban a un ejército de muertos eran algo de
terrible de oír. Aún pero, cada vez que caía un soldado khadorano, en seguida
volvía a levantarse como un cadáver animado presto a unirse a la creciente
horda de la bruja. Superados en número y enfrentados al terror de los muertos
andantes, los khadoranos se vieron rápidamente superados. Matamos a la mitad de
su número y obligamos al resto a retirarse hacia el norte.
Cuando la batalla hubo finalizado, Alexia se demoró en el
campo de batalla para alzar los cadáveres de khadoranos caídos. Tuvo la
misericordia de no perturbar a los nuestros. Si hubiera intentando profanar de
tal manera a nuestros hermanos, juro que habría dirigido a lo que quedaba de
nuestra fuerza contra ella sin importar las consecuencias. Una vez hubo reunido
suficientes redivivos para cualesquiera propósitos terribles y inescrutables
que motiven a una criatura semejante, partió hacia el norte seguida por una
columna de cadáveres.
No puedo negar que sin la ayuda de la bruja hubiéramos
sido vencidos y muertos o tomados prisioneros por los khadoranos. Aún así, en
este mundo no hay victoria tan desesperadamente necesitada que la oscura magia
de Alexia pueda considerarse una forma apropiada de conseguirla. Creo que el
capitán Rusling ha puesto en peligro su alma inmortal con su decisión de
aceptar los servicios de esa mujer. Aunque únicamente Morrow podrá juzgarlo por
transgresiones contra su alma, nosotros podemos juzgarlo por sus transgresiones
contra los hombres bajo su mando. Creo que las acciones del capitán Rusling
pueden considerarse una grave falta de conducta, y creo que debería
despojársele del mando de forma inmediata.
Teniente Timeck Millward
- - - - - - - - - -
|
Alli veo el McLeto. Pedirme un menu McCisne con patatas gajo y licor khadorano de bebida. |
Dado que ha procurado evitar el conflicto contra las
órdenes y autoridades que están intentando aprehenderla, puede ser fácil
menospreciar a Alexia como nada más que una fugitiva peligrosa con poca
influencia en las amenazas más inmediatas a las que se enfrenta Immoren
occidental. Esto podría ser incluso cierto por el momento.
Creo que es de vital importancia recordar que la Fuego de
Brujas, aunque increíblemente poderoso por derecho propio, magnifica de forma
significativa el poder de quien la empuña. La espada permitió a una Alexia
Ciannor de dieciséis años de edad animar una legión entera de esclavos
poderosos. Aunque Alexia era y es una hechicera dotada, las hazañas
nigrománticas que ha llevado a cabo son sin ninguna duda una consecuencia
directa de su posesión de la Fuego de Brujas. Si una joven mentalmente
inestable como Alexia puede provocar semejante caos e infortunio, imagine lo
que la espada podría ser capaz de hacer en las manos de un nigromante con más
habilidad y práctica, un infernalista poderoso, o, que los dioses no lo
permitan, uno de los liches de hierro del Imperio de Pesadilla. Ciertamente es
una idea inquietante.
Alexia es una poderosa adversaria, pero su poder no es
insuperable - como ya he dicho antes, por ahora. Cuanto más tiempo posea Alexia
la Fuego de Brujas, mayor se volverá su poder, y puede que llegue un día en que
ella se encuentre más allá de incluso vuestros recursos para ser capturada o
muerta. Todavía conservamos una ventana de oportunidad para recuperar la Fuego
de Brujas y asegurarnos de que es puesta a buen recaudo bien lejos de todos
aquellos suficientemente necios como para intentar usar su poder. Le sugiero
que la aproveche.
- G.K.